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9 años, 9 erres

Fuentes: Rebelión

RECONSTITUCIÓN Vacío de poder, el de Venezuela tras el 27 de febrero. Protesta social incontenible, dos rebeliones militares,  el presidente adeco  condenado por pillo, los socialcristianos sin líder cortejando la candidatura de una Miss, inflación de 103%, quiebra bancaria masiva. El país se precipitaba hacia una anomia con visos de desintegración nacional. El triunfo de […]

RECONSTITUCIÓN

Vacío de poder, el de Venezuela tras el 27 de febrero. Protesta social incontenible, dos rebeliones militares,  el presidente adeco  condenado por pillo, los socialcristianos sin líder cortejando la candidatura de una Miss, inflación de 103%, quiebra bancaria masiva. El país se precipitaba hacia una anomia con visos de desintegración nacional. El triunfo de Hugo Chávez Frías en 1999 le devuelve una referencia, un eje, un instrumento de gobernabilidad.

REPOLITIZACIÓN

Venezuela era víctima de un experimento de antipolítica para suplantar mediadores (gobierno y partidos) por  medios (prensa y televisoras)  manejados por propietarios (Fedecámaras y capital transnacional). La abstención tocaba su cota más alta y el prestigio de políticos y sindicatos su más abrupto barranco. El triunfo bolivariano abre al ciudadano la vía de la participación.  Movimientos sociales, misiones, consejos comunales protagonizan un auge de  masas que intentan volver a tomar en sus manos su destino.

REPOTENCIACIÓN

En 1998 el petróleo se regalaba a ocho dólares por barril y la OPEP marchaba a su disolución. Alí Rodríguez como su presidente la revigorizó, comprometió a los productores a respetar las cuotas, aseguró un sostenido repunte de precios que culmina en 65 y hasta  cien dólares. Nuestras reservas internacionales ascienden de  doce  a  más de treinta millardos de dólares. Los índices de inflación de 45% anual cuando Pérez y 103% cuando Caldera bajan a un promedio de 18,4% entre 1999 y 2007. El sabotaje petrolero  en 2003 hunde abruptamente el Producto Interno Bruto un -13%; pero el año 2004 éste  crece 17,9%, y  9,3% durante el primer semestre de 2005. El salario mínimo asciende a 238 dólares, el más alto de América Latina. La economía fortalecida aplica el petróleo a la  recuperación social y la integración regional.

RECUPERACIÓN

Desde 1999 los recursos petroleros invertidos en  gasto social dinamizan una asombrosa recuperación.  En 1995, el 42,5% de la población estaba en pobreza extrema, en 2007, apenas el 9,4%. En 1998 la pobreza relativa aquejaba al 50,4% de los venezolanos; en 1997, sólo al 33,7%. En 1998, de cada mil niños que nacían vivos, morían 21,4 antes de cumplir un año; en 2006, sólo 13,9. La esperanza de vida subió a 73,18 años.  En 1998, apenas disfrutaba de agua potable 80% de la población; en  2007, el 92% de ella. Barrio Adentro atiende más de dos millones de pacientes, Mercal, quince millones de consumidores. En 1998 el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas nos situaba en 0,691; en 2007 nos instala en el Rango Alto de Desarrollo Humano con 0,878. Hacia 1988 el índice de Gini de desigualdad social era de 0,4865; en 2007 descendió hasta 0,4237. Una sociedad recuperada puede defender sus derechos.

REEDUCACIÓN

Al morir el siglo XX la Educación Pública y Gratuita venezolana agonizaba en el proyecto privatizador que invertía en ella menos del 3% del PIB. Un informe del Banco Mundial imponía a las universidades nacionales el cobro de matrículas.  El proyecto bolivariano prohibió exigir cuotas ilegales en Primaria, creó las escuelas bolivarianas modelo, amplió la secundaria con las misiones Ribas y Sucre, pagó la deuda de las universidades, creó otras nuevas y elevó la inversión educativa hasta el 9% del PIB. En 1998, de 100 niños en edad escolar sólo 44,7 asistían a la escuela; para 2006, asistían 60,6. la Misión Robinson enseña a leer y escribir a millón y medio de venezolanos y destierra el analfabetismo del país. En 1992 recibían educación media, diversificada y profesional 298.534 alumnos; en 2006, más del doble, unos 671.140. Dijo Bolívar que un pueblo ignorante era instrumento ciego de su propia destrucción. El venezolano puede ser hoy herramienta lúcida de su propia grandeza.

REUNIFICACIÓN

Al expirar el siglo XX la República perecía fraccionada por un proyecto descentralizador que pretendía desmembrarla en 24 estados secesionados y medio millar de municipios anárquicos. Cada gobernador y cada alcalde se sentía emperador parroquial con derecho a  peaje particular, deuda externa aparte,  ejército e impuestos propios  y opción a guerras con  estados vecinos, como las que estuvieron a punto de estallar entre Lara y Yaracuy, Mérida y Zulia y Carabobo y Sucre.  Hoy Venezuela reunificada promueve una América Latina integrada.

REINTEGRACIÓN

Al morir el siglo XX se proclamaba la muerte anunciada de América Latina bajo el ALCA:  libre comercio con Estados Unidos y sólo con Estados Unidos. Pero Venezuela entierra el proyecto hegemónico, rescata la OPEP, inicia una diplomacia de acercamiento con el Tercer Mundo, de No Alineación, de multipolaridad, de apertura hacia los mercados asiáticos, de integración latinoamericana. Se une al Mercosur, coopera con Argentina y Uruguay, articula el ALBA, estrecha vínculos con Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros países caribeños, anima UNASUR, Petrosur, el Banco del Sur. América Latina y el Caribe emprenden el camino que podría llevarlos a ser bloque decisivo, y la cuarta economía del mundo.

REAFIRMACIÓN

Recordamos todavía cuando Carlos Andrés Pérez llamaba al patriotismo un sentimiento demodé, Caldera expulsaba la Geografía, la Historia y la Educación Cívica de los programas escolares y la pequeña burguesía  sentía náuseas  ante cualquier símbolo patrio o folklórico. Hoy renacen la identidad, la Historia, el orgullo nacional. Porque confiamos en nosotros, Latinbarómetro nos señala como el país con mayor confianza en la democracia.

REVOLUCIÓN

El proceso bolivariano relanzó nacional e internacionalmente el tema de la Revolución.  Reafirmó el dominio sobre PDVSA, y devolvió a la propiedad social la electricidad, la telefonía y numerosos latifundios. Hacia 1997 el 20% de la población acaparaba 53,6% del ingreso nacional, y al 60% sólo le tocaba el 25,5% de él. En 2007 la participación del 20% más rico baja hasta 47,7%, y el 60% más pobre disfruta del 29,7% del ingreso. Revolución es invertir estas cifras y aun mejorarlas, Rápidamente.