1. Cuando una o un grupo de personas adopta o mantiene una posición política e ideológica no es difícil averiguar la causa. No soy científico, pero pienso que desde antes de nacer los niños sufren cierto condicionamiento para que después del alumbramiento comience a recibir las «enseñanzas» del sistema dominante. Con toda la razón del […]
1. Cuando una o un grupo de personas adopta o mantiene una posición política e ideológica no es difícil averiguar la causa. No soy científico, pero pienso que desde antes de nacer los niños sufren cierto condicionamiento para que después del alumbramiento comience a recibir las «enseñanzas» del sistema dominante. Con toda la razón del mundo se ha dicho -aunque muy general- que «el hombre piensa como vive» o que «la ideología dominante en una sociedad siempre es la de la clase dominante». Si esto es así entonces la mayoría de las personas en el esclavismo, el feudalismo o el capitalismo -aunque sean tratados como animales, como siervos y como miserables proletarios- piensan como la clase dominante y busca ser como ellos.
2. La ideología que nos imponen desde el nacimiento -casi siempre sin darnos cuenta- en el hogar, la escuela, la iglesia, en la sociedad, es la que nos va a servir para construir nuestras ideas, juicios y manera de actuar. Dado que en ninguna institución nos enseñan a pensar sino a repetir y dogmatizar «verdades», la gente no construye conocimientos, no cuestiona las cosas, simplemente repite como dogma todo lo que oye en la televisión, en el hogar, la escuela y la iglesia. «Pinochet fue un gobernante que acabó con un régimen comunista en Chile»; «Cuba es una isla comunista sometida por el dictador Fidel Castro» y «EEUU es el país más democrático del mundo que busca imponer la paz en el universo». Esas son las falsas verdades difundidas.
3. Son muy pocos, quizá 10 de cada millón de personas en cada país, los que llegan a convertirse en pensadores críticos que no repiten lo que dice la TV, los maestros o los curas; los críticos indagan, cuestionan y encuentran los intereses que están tras las instituciones. Tengo la convicción que el 90 por ciento de los mexicanos no sabe, ni le importa saber, que Pinochet instauró en Chile -mediante un sangriento golpe de Estado en septiembre de 1973 contra el gobierno electo de Salvador Allende- una dictadura que asesinó a miles de seres humanos, que se mantuvo 20 años en el poder con el apoyo del ejército chileno y de los EEUU. Lo que repite es lo que ha escuchado en la televisión: «verdades» construidas en las agencias de EEUU.
4. Por el contrario, lo que los medios de información e instituciones del capitalismo han remachado en su campaña anticomunista para que el pueblo repita, el que Fidel Castro instauró en Cuba -desde enero de 1959- una dictadura contra el pueblo. Pero se silenció que Cuba expropió a todos los grandes capitalistas -en particular a los yanquis- que dominaban las tierras, las fábricas, los cañaverales, los bancos, el negocio turístico, el gobierno. ¿Cómo iba a reaccionar bien el gobierno de los EEUU si le expropiaron todas sus propiedades? Castro entonces instauró «una dictadura» que entregó toda la propiedad al Estado y buscó construir el socialismo. Los EEUU invadieron la isla usando a los exiliados anticomunistas, pero fueron derrotados.
5. Sin duda fueron dos tipos de dictadura: la asesina de Pinochet que llegó al poder mediante un golpe de Estado militar, respaldada por los EEUU, lo gobiernos capitalistas y los medios de información a su servicio. Otra, la de Fidel Castro que llegó al poder mediante una revolución del pueblo, realizó en un año el analfabetismo, pasó la gran propiedad privada en manos del Estado e instauró un régimen con mucha mayor participación del pueblo. Mientras Pinochet recibió todo el apoyo yanqui, Cuba sufrió un bloqueo económico mundial -ordenado por EEUU- que la mantuvo casi congelada. Durante más de 50 años Cuba -por el bloqueo- construyó un igualitarismo en la pobreza, aunque hay que recocer que eso mismo provocó pobreza y muchos males.
6. Ante esas «dictaduras o dictablandas», la ideología de la burguesía y sus instituciones, han difundido en todo el mundo que países como EEUU, México, Alemania, son regímenes democráticos porque se realizan elecciones para cambiar presidentes, se cuenta con un régimen de libertad para que cada quien decida su vida, se cuenta con un sistema parlamentario y judicial. A eso llaman democracia, pero todos sabemos que es una gran falacia porque en cada uno de esos países hay un noventa por ciento de la población que sufre racismo, pobreza, miseria, persecución y un diez por ciento que controla el gobierno, la economía, a los medios de información y la llamada justicia. ¿O alguien puede dudar que el capitalismo es un régimen de desigualdad?
7. Hay un dicho popular en México: «Dime con quién andas y te diré quién eres» y yo le agregaría: Dime si ves televisión, que periódico y libros lees y en qué partido militas y te diré quién eres. La realidad es que las personas no existen, existen las ideologías, es decir, el pensamiento que nos han impuestos desde niños o jóvenes por la clase dominante. Ese pensamiento o ideología es quien mueve a los seres humanos a actuar. Si eso es así, entonces nuestra tarea principal es liberarnos de ese dominio y empezar a pensar y a decidir por cuenta propia. Sólo en la medida en que podamos interpretar con libertad el mundo en que vivimos podremos transformar todo lo que nos rodea. Así que sociedades y gobiernos sufren deformaciones ideológicas.
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