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Reseña de "Tu salud, nuestro negocio" de Mariela Rubio Jiménez

La salud humana y las insaciables cuentas de resultados de las corporaciones privadas

Fuentes: El Viejo Topo

«Tu salud, nuestro negocio. Quién gana con el proceso de privatización de la Sanidad pública en España». Mariela Rubio Jiménez, editorial Foca (2014)

Una denuncia informada y documentada más que justificada. Lo esencial: gracias por ella. Se saca provecho de su lectura.

El resumen de lo que el lector/a podrá leer en estas páginas que tomo de la propia autora (página 226): fondos de inversión, capital anglosajón (aunque no sólo), grandes fortunas nacionales (de la nación de naciones), empresas constructoras buscando sobrevivir con amplias ganancias a la crisis del ladrillo, despachos de abogados norteamericanos (y no usamericanos), políticos y ex políticos del Partido Popular y hasta empresas familiares vinculadas a la extrema derecha. Todos ellos han ganado (y mucho) con el proceso de privatización de la sanidad (y otras privatizaciones anexas) en España. Mientras tanto, el supuesto beneficio para los ciudadanos y ciudadanas prometido por los apóstoles fanatizados de la gestión privada de lo público sigue siendo una entelequia que nadie ha podido demostrar (lo contrario es lo verdadero).

¿Alguna pega a lo apuntado? Sí, una muy menor. No se sabe por qué la autora ubica exclusivamente su más que razonable e indignada crítica en los ámbitos del PP y de la derecha extrema española. Sumar a esas siglas (sin que sea necesario apuntar comportamientos idénticos) las del PSOE-PSC y las de CDC (especialmente esta última) no parece ningún disparate ni fruto de algún izquierdismo inconsciente. De hecho, Mariela Rubio Jiménez [MRJ] habla de ello en varios apartados de su libro. No es, pues, un asunto en exclusiva de la derechona española y de corporaciones insaciables. Otras fuerzas políticas de la «gran trama» expropiadora han contribuido también a esta agresión inconmensurable a los bienes públicos, a las conquistas obreras y ciudadanas. El primer movimiento regulatorio, son palabras de MRJ, para dar entrada a la sanidad privada, es decir, a los grandes negocios privados, en el sistema público en España fue la aprobación de la Llei d’Ordenació Sanitaria de Catalunya (LOSC) en 1990. Gobierno del molt ex honorable por supuesto. La ley definía «un modelo sanitario mixto, que integraba en una sola red todos los recursos sanitarios, tanto de titularidad pública como privada». Mutuas privadas, fundaciones privadas, consorcios privados, incluso órdenes religiosas que históricamente han jugado su papel político-ideológico en la sanidad catalana, pasaron a tener un rol definido en un sistema público que dejaba de serlo. De esa ley, emanó la creación de la Red de Hospitales de Utilización Pública (XHUP, por sus siglas en catalán). La materialización, entonces pionera en toda España-Sefarad, de un modelo de prestación privada con financiación pública. La generalización del modelo es conocida. Gran parte de las residencias públicas catalanas para gente mayor se rigen por este modelo privatizador: titularidad pública (cual es el caso), gestión privada. Consecuencia: mayor explotación de los y las trabajadoras y presencia de la búsqueda del «justo penique» entre las prioridades básicas de la gestión. Las 23 páginas ( de la 150 a la 172) que la autora dedica a la gestión privatista catalana están entre lo mejor del libro.

Algunas informaciones que están en la mente de todos, razón e fondo de uno de la marea blanca, uno de los movimientos sociales más importantes en estas dos últimas décadas en España-Sefarad, una marea contra otra manera, contra un huracán privatizador sin entrañas:

1. La privatización sanitaria en España se ha venido desarrollando progresivamente desde finales de los años ochenta. Entonces con gobiernos PSOE.

2. La pseudoargumentación es siempre similar: racionalidad del gasto, la letanía modernidad-eficacia-insostenibilidad de lo público. Más allá de este escenario: la Europa neoliberal que se ha ido construyendo con el pie pisando fuertemente el acelerador.

3. Desde entones el capital privado, nacional y no nacional, se ha ido abriendo camino de manera lenta (y silenciosa, al estilo del silencio de los corderos) en el sistema público de salud. La mejor contrarrevolución, sabido es, es la contrarreforma ininterrumpida que no presente cara de perro ni realice cambios sustantivos repentinos.

4. Es desde la llegada de José María Aznar, un neofranquista de la cabeza a los pies en el gobierno de la nación (recuérdese: con el apoyo para formar su primer gobierno del partido del ex molt honorable Jordi Pujol el manipulador-desfalcador), cuando se diseña una auténtica cruzada de privatización falsamente amparada en una supuesta ineficiencia del sistema. De lo pequeño es hermoso, a lo privado es bello y eficaz.

5. El proceso, por otra parte, ha estado lleno de irregularidades: un amplio reguero de altos cargos han estado imputados, médicos poco dados a la intervención social y política han estado activos en numerosas luchas, la ciudadanía ha dado muestras claras de apoyo a las reivindicaciones en defensa de una sanidad pública y de calidad.

6. Los beneficiarios: la lista es larga, muy larga. Corporaciones con mil brazos extendidos, grandes empresas anglosajonas (una parte de la sanidad española está en manos extranjeras), nuevos y publicitados emprendedores, empresarios con contactos políticos bien ubicados, ex políticos profesionales al servicio de la desposesión, activos en las puertas giratorias, inmersos, por otra parte, en una cosmovisión neoliberal sin fisuras (en el ámbito de la educación, Ernest Maragall, actual diputado de ERC, sería un ejemplo destacado), fondos de capital riesgo con expectativas de grandes negocios a corto que compran barato, despiden, obtienen beneficios y se van a otros territorios y ámbitos.

7. Una conjetura de la autora más que compartible: «algunos aspectos de aquel capitalismo sin capitalistas [la autora habla de Rusia tras la caída de la URSS] promovido casi religiosamente desde el poder, que no trajo consigo el milagro económico que preconizaba, guarda evidentes similitudes con otros que se han puesto de manifiesto en el proceso de privatización sanitaria en nuestro país» (p. 24)

8.Por lo demás, quienes se han beneficiado de esta inmensa estafa privatizadora tienen nombres y apellidos. De todos ellos, de una gran parte de variopinta clase, MRJ nos da cuenta en su ensayo. Algunos nombres: Ribera Salud, Centene Corporation, IDC/Capio Sanidad, HIMA San Pablo, DLA Piper y Jones Day, Unilabs, Clece y LBEIP BV.

Alguien tan prudente y moderado como Àngels Barceló (la autora, MRJ, y la editorial han tenido el detalle de no situar su nombre destacado en portada como reclamo) escribe en el prólogo: «Esa Sanidad que nos iguala a todos, que nos asegura la atención, en la que hemos confiado tanto y de la que tan orgullosos hemos estado, incluso sin saberlo. Cuando acaben de leer este libro, estarán todavía más orgullosos de los efectos de esa marea blanca que ha defendido con uñas y dientes ese modelo sanitario».

Me sumo a las palabras de Barceló con dos matices: la marea ha defendido, defiende y defenderá lo esencial de ese modelo sanitario, con uñas, dientes, encierros y manifestaciones. El modelo defendido, público, de calidad en numerosas aristas y caras, exige, exigía también un debate público para su mejora en algunos puntos: relación médico-paciente, control ciudadano de algunos mandarines malintencionados, organización humanista de las urgencias, mayor inversión pública en algunos casos, mayor atención a los sectores más vulnerables (enfermedades mentales por ejemplo), etc.

Un excelente complemento para la lectura de este libro: Dante, A y Sibina, M: Artur Mas, ¿dónde está mi dinero? Barcelona, Cafè amb llet, 2013. ¡No se lo pierdan! La estafa pujolista y sus conocidas prolongaciones casi no tiene parangón. Acaso tome como referencia el modelo usamericano, el peor de los concebibles: 18% del PIB, 45 millones de personas sin ningún tipo de cobertura e incremento de los seguros médicos en el período 2000-2006 en más del 70%.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.