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Análisis político y propuestas del Partido Comunista sobre la crisis actual que sacudirá al país

Fuentes: Rebelión

La imposición sobre Puerto Rico de la nueva legislación, engañosamente llamada PROMESA, la sustentan bajo el pretexto de solucionar la crisis económica que atraviesa Puerto Rico. Nos plantean que es necesario «enderezar» las finanzas del gobierno del territorio y reintegrarse al mercado de bonos. No mienten. Estos son los objetivos definitivos de los banqueros de […]

La imposición sobre Puerto Rico de la nueva legislación, engañosamente llamada PROMESA, la sustentan bajo el pretexto de solucionar la crisis económica que atraviesa Puerto Rico. Nos plantean que es necesario «enderezar» las finanzas del gobierno del territorio y reintegrarse al mercado de bonos. No mienten. Estos son los objetivos definitivos de los banqueros de Wall Street sobre el territorio. Para lograr sus objetivos les es indispensable que los acreedores de la deuda actual logren recibir su pago bajo un mínimo de satisfacción razonable para ellos.

¿Por qué los obreros y obreras debemos preocuparnos sobre estas medidas?

La Junta de Wall Street, para lograr sus objetivos definitivos, se enfocará de manera prioritaria al ataque directo sobre las condiciones de vida de la clase trabajadora puertorriqueña. La única forma de adquirir sus ganancias del negocio financiero es intensificando la explotación de la clase asalariada. Queda clara la intención de los banqueros de Wall Street de lograr sus objetivos mediante una reducción brutal del salario de las masas trabajadoras, inicialmente sobre los empleados del sector público y una disminución del nivel de vida de los trabajadores/as al mínimo necesario.

Que no nos quepa duda que reducir el pago del «overtime», los días de vacaciones, el bono de navidad, facilitar las justificaciones de despidos, el periodo de probatoria de empleados nuevos y la relación del patrono con empleados jóvenes o nuevos es una manera directa de reducir la calidad de vida de los trabajadores.

Es de vital importancia que nuestra clase obrera entienda que estos ataques directos no son principalmente consecuencias de una «mala administración» de los politiqueros del territorio. Esa es una mentira puesta en circulación en los medios masivos para manipularnos y facilitar nuestra obediencia hacia los cambios que necesitan realizar la clase dominante.

El sistema capitalista, el cual se basa en obtener ganancias producto de la explotación de nuestro trabajo asalariado, está en crisis a nivel mundial debido a la disminución de ganancias de las empresas capitalistas. Una de las formas principales de detener esa disminución en las ganancias de estos magnates es reducir los salarios y las condiciones de vida de los trabajadores, los que producimos con nuestro trabajo las riquezas en la sociedad.

La dificultad que han tenido los capitalistas en EEUU para obtener ganancias satisfactorias en la actividad industrial ha provocado durante décadas el negocio fraudulento de los bonos y la deuda. Este negocio de la deuda es solo una estrategia adicional para evitar que sus ganancias sigan disminuyendo. EEUU y otras potencias mundiales han preferido delegar importantes aspectos de la producción industrial a los capitalistas de otros países particularmente en Asia. A final de cuentas esto ha colocado a EEUU en una posición vulnerable dentro de la competencia capitalista mundial porque va perdiendo su ventaja en el terreno de la economía productiva ante sus rivales.

Por esta razón, los capitalistas en EEUU necesitan reorganizar la fuerza de trabajo para que sea mano de obra barata, tanto en su territorio como por todo el continente americano. Se avecinan fuertes disputas por el reparto económico del mundo, especialmente en América, y para el imperialismo estadounidense es una prioridad disciplinar su fuerza laboral para sostener su dominio económico, al menos regionalmente.

Es dentro de este contexto internacional que PROMESA cumple su función contra la clase obrera puertorriqueña. PROMESA representa un laboratorio para establecer el marco legal para llevar a cabo la super explotación de los trabajadores de la región americana. Por esta razón la oposición de los obreros a PROMESA ya no puede contar con ninguno de los partidos políticos comprometidos con la defensa del capitalismo. Hoy más que nunca la clase obrera necesita una organización propia con una orientación internacionalista y anti-capitalista para la lucha contra un régimen de la esclavitud asalariada de magnitud internacional. La verdadera unidad para hacerle frente a esta terrible amenaza descansa en estrechar lazos solidarios con la clase trabajadora de Estados Unidos, el Caribe y la clase obrera internacional, las cuales componen junto a nosotros una nueva sociedad de cooperación y libertad.

Con la imposición de la Junta de Wall Street, los capitalistas han abandonado su aguaje democrático para dejar al desnudo la verdadera esencia dictatorial de su sistema. En este ambiente quieren seguir con la farsa electoral el cual únicamente perpetúa el sistema que nos mantiene en una crisis permanente. Las elecciones sólo han servido para enriquecer a una pequeña capa de oportunistas y mantener a los obreros y obreras divididos, cayendo en las tácticas de la clase dominante. En las elecciones del 2016 se intentará validar una deuda ilegal incurrida por el gobierno estadounidense para sostener nuestra subordinación colonial. Cada voto en las elecciones del 2016 validará las imposiciones de la Junta de Wall Street, sus planes para intensificar la explotación de los trabajadores, no para favorecer a Puerto Rico. Entonces, ¿elecciones para qué? ¡Si los banqueros de Wall Street quieren gobernar el territorio!

En cambio, el boicot activo a las elecciones en el territorio sembrará en los obreros la conciencia de que existen otras rutas. La actual resistencia a la imposición de una Junta de Wall Street y a la ley PROMESA, debe transformarse de acciones de protesta en órganos de poder y de lucha, asambleas populares, de carácter estable y con una representación mayoritariamente obrera. Tal organización de la resistencia, que debe reproducirse en todo centro de trabajo, barrios y comunidades, serviría para oponerse a todo el aparato político colonial actual y allanar el camino para la toma de poder por la clase obrera. Sólo la clase obrera, organizada independientemente y persiguiendo un programa de reorganización socialista, puede sacar de la crisis actual a Puerto Rico. Esta crisis, que tiene sus raíces en el funcionamiento de la economía capitalista y se extiende a las esferas de la política interna así como las relaciones internacionales, no puede ser resuelta por los capitalistas. Ellos solo nos ofrecen bajar nuestros salarios y destruir nuestra calidad de vida que es lo único que poseemos. Ha llegado el momento histórico para la clase obrera asumir las riendas del poder político. Solo la democracia de la clase obrera podrá derrotar la Junta de Wall Street.

¡Obrero/a, no participes en las elecciones del territorio en el 2016!

¡Apoya el boicot activo a la farsa electoral y transformemos nuestra resistencia en verdadero poder político!

¡Si a las asambleas de trabajadores!

Comisión Política

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