La secretaria de Estado colaboró en el último año de gestión de Rafael Correa y fue ratificada por Lenín Moreno, quien le encargó el acercamiento con las organizaciones sociales del país para servir de nexo con las funciones del Estado. Desde que Lenín Moreno asumió la Presidencia, esa gestión ha desembocado en la propuesta del […]
La secretaria de Estado colaboró en el último año de gestión de Rafael Correa y fue ratificada por Lenín Moreno, quien le encargó el acercamiento con las organizaciones sociales del país para servir de nexo con las funciones del Estado. Desde que Lenín Moreno asumió la Presidencia, esa gestión ha desembocado en la propuesta del diálogo nacional que se lleva a cabo a todo nivel. Paola Pabón Caranqui, al frente de esta entidad desde enero de 2016, ha sido una pieza clave en la relación permanente y coordinada con la función Legislativa y los pueblos y nacionalidades, así como con las organizaciones ciudadanas «en esta dinámica de diálogo nacional», aseguró la funcionaria durante un diálogo con EL TELÉGRAFO.
¿Cuáles son los retos planteados por el presidente Lenín Moreno?
Concretar la invitación que hizo el Presidente durante la campaña electoral respecto de extender su mano, convocar a la ciudadanía, a todos los actores sociales que podamos; desde las mesas del diálogo incentivar una relación permanente, constante, entre el gobierno y la sociedad; empezar a encontrar los puntos de consenso y los instrumentos que permitan posibilitar el encuentro con el diálogo al que el Jefe de Estado ha convocado.
¿Esa propuesta de diálogo incluye el retorno de quienes se han alejado y que podrían volver a acompañar el proceso?
Esto ha generado mucha inquietud en algunos, pero también beneplácito en otros. El presidente Lenín Moreno ha insistido muchísimo en fortalecer nuestro vínculo con esos sectores duros de la Revolución Ciudadana y allí podemos inscribir a nuestros militantes de Alianza PAIS, quienes durante estos 10 años han sido parte del proyecto. El Presidente ha dicho que esta militancia es importante y vamos a seguir fortaleciendo la relación, pero sin duda hablando con quienes por distintas razones se han encontrado al frente de la vereda. No vayamos muy lejos, es importante mirar la conformación del nuevo gabinete y que incorpora fuerzas políticas que, por ejemplo, en la primera vuelta tuvieron candidato propio a la Presidencia y hoy son parte del equipo ministerial. Creo que la apuesta del Presidente es ambiciosa porque pretende ampliar la base política de la Revolución Ciudadana.
¿Hablar con todos sin distinción?
Hay actores de oposición que seguirán siendo oposición y allí no hay que confundirse, las diferencias ideológicas entre el presidente Moreno y el alcalde Jaime Nebot o el de Quito, Mauricio Rodas, son conocidas por todos; sin duda están en una vereda política diferente, pero esto no significa que en su calidad de Jefe de Estado no pueda establecer prioridades de interés mutuo. Para el Presidente, Cuenca y su movilidad es una prioridad como lo es para el alcalde Cabrera, o el proyecto tan ambicioso del Metro de Quito en el que el Gobierno ha comprometido parte del financiamiento.
¿Con quién se priorizará el diálogo entonces?
Con los actores que demanden la eficiencia de la función pública, de cambios en la política pública, en la normativa sobre temas controversiales. La invitación al diálogo es para encontrar acuerdos sobre esos temas donde no ha existido un consenso respecto del ejercicio de la política pública, vamos a priorizar a todos los que quieran estar en la mesa del diálogo, allí hay sectores de oposición que han dicho con esta condición: «nos sentamos en la mesa, nosotros no creemos en la fuerza» o los condicionamientos. El presidente Moreno ha hecho una invitación fraterna absolutamente sincera y, en esa medida, esperamos que los actores sociales, políticos y ciudadanos puedan también asistir a este llamado con esas mismas características.
La Conaie ha dicho que sin indultos y amnistías no habrá diálogo…
Antes de que se haya instalado el diálogo con la Conaie, el Presidente ya había otorgado cinco indultos y se dio uno más en la reunión con los dirigentes de la organización. Seguramente habrán más en la medida en que legalmente coincidan los elementos. Desde el primer momento en que recibimos el pedido dijimos que se analizará caso por caso, pues no pasa solo por una voluntad política, deben cumplir condiciones jurídicas, hay que revisar bien porque en algunos casos fallecieron ciudadanos, hay familias que perdieron a sus seres queridos, por eso el Presidente ha señalado que a partir de una reflexión profunda se resolverán todos los indultos solicitados.
El expresidente Correa ha sido crítico con las decisiones de Moreno, por ejemplo, con la conformación del Frente Anticorrupción, ¿cree que eso ha dividido a Alianza PAIS?
Es imposible que todos pensemos igual, solo en el bloque de Alianza PAIS tenemos 74 legisladores, además de alcaldes, prefectos, que piensan diferente; una secretaria ejecutiva del movimiento puede pensar diferente al Presidente, eso nos pasó también cuando Correa era jefe de Estado, por lo tanto, tener posturas distintas siempre será sano.
Correa piensa que este tipo de comisiones afectan a la institucionalidad del país, ¿es así?
Creemos que se deben acompañar los procesos de combate a la corrupción, queremos ir más allá generando una cultura de corresponsabilidad entre públicos y privados. La conformación del Frente Anticorrupción es acertada para atacar al problema de manera estructural. Odebrecht es un actor privado que generó mecanismos de corrupción en varias naciones de la región, en esa medida, es necesario un frente que vaya más allá del rol que tenga que jugar la institucionalidad. El Consejo de Participación Ciudadana, la administración de justicia, el control político de la Asamblea, posiblemente no sean suficientes; incorporar actores ciudadanos que también envíen un mensaje de corresponsabilidad de los privados me parece indicado. Además, somos el primer país del mundo en aprobar normativas sobre los paraísos fiscales, que se han convertido en herramientas para esconder los dineros de la corrupción.
¿Estamos ante un desmantelamiento del correísmo?
No hay un modelo correísta, ha existido un momento de la Revolución Ciudadana con características vinculadas con el liderazgo de estos 10 años con la impronta de Rafael Correa, que no se puede desconocer, pero antes que nada, aquí hay un proyecto que impulsa también Lenín Moreno, quien fue seis años Vicepresidente, y ahora es Presidente precisamente en reconocimiento a los beneficios de esta revolución, que no puede detenerse y que implica un proceso de cambio constante. Correa, en la última convención de PAIS hizo un llamado a repensar el proyecto político, a tener nuevas ilusiones movilizadoras, con lo cual Moreno coincide plenamente. Estos son gobiernos en líneas de tiempo diferentes pero dentro de un mismo proyecto político.