Activistas de Estados Unidos organizan conciertos de rock en todo el país con el objetivo de alentar a los jóvenes a inscribirse para votar en las elecciones de noviembre en contra del presidente George W. Bush. En cualquier otro año electoral, ver a grandes figuras de la música popular estadounidense apoyando una campaña proselitista no […]
Activistas de Estados Unidos organizan conciertos de rock en todo el país con el objetivo de alentar a los jóvenes a inscribirse para votar en las elecciones de noviembre en contra del presidente George W. Bush.
En cualquier otro año electoral, ver a grandes figuras de la música popular estadounidense apoyando una campaña proselitista no tendría más repercusión que alguna reseña en la prensa. Pero este caso es muy diferente.
La gira «Voto por el cambio», que se desarrollará del 1 al 8 de octubre, podría tener mucha influencia en el escenario político, pues las elecciones presidenciales del 2 de noviembre se definirán en un puñado de estados clave y apenas por unos pocos miles de votos.
El voto no es obligatorio en Estados Unidos, y por eso partidos y organizaciones civiles procuran estimular a los jóvenes a que se anoten para ejercer ese derecho. Para ello, apelan a la influencia de personalidades de la cultura.
«Por lo general, este tipo de giras no movilizan a muchos votantes», dijo a IPS el analista David Schultz, profesor de derecho electoral en la Universidad Hamline de Minnesota.
«Pero estos comicios se definirán en unos 15 de los 51 estados, y un pequeño número de personas podría determinar el resultado en ellos. En general, unos pocos votos no hacen diferencia, pero 100 votos más en Florida la vez pasada sí lo hubieran hecho», señaló.
Bush, del Partido Republicano, ganó las elecciones de 2000 al superar por apenas 500 sufragios en ese estado del sudeste del país a su rival Al Gore, del Partido Demócrata, tras un polémico recuento.
Florida es también este año un campo de batalla estratégico para los interesados por la reelección de Bush, quien se enfrentará en esta ocasión con el demócrata John F. Kerry. Por eso, ese estado será la última escala en la gira
«Voto por el cambio» incluirá en total 34 conciertos en nueve estados clave, con participación de los cantautores Bruce Springsteen y John Mellencamp, las bandas Pearl Jam, Dave Matthews Band y REM, el cantante folk James Taylor y el grupo country Dixie Chicks, entre otros.
Los espectáculos fueron organizados por el Comité de Acción Política de MoveOn.org, organización de la sociedad civil que trabaja en Internet contra la reelección de Bush.
«Siempre estuvimos convencidos de que la cultura popular y la política van de la mano. Para nuestros 2,5 millones de miembros, ‘Voto por el cambio’ tendrá un impacto cultural sísmico», afirmó Eli Pariser, de Move On.
Pero el politólogo Allan Saxe, profesor de la Universidad de Arlington en el meridional estado de Texas, no cree que ese impacto cultural tenga, a su vez, un efecto político.
«La música fortalece al que está convencido, pero muy rara vez atrae nuevos seguidores», dijo a IPS en una entrevista por correo electrónico.
«Las canciones en la era de los derechos civiles, en los años 60, y durante la guerra de Vietnam eran maravillosas, pero difícilmente hayan influido a los votantes» en las elecciones de 1972, cuando el republicano Richard Nixon triunfó sobre el demócrata George McGovern, sostuvo.
Saxe advirtió que Bush podría amortiguar el eventual impacto de la gira con el argumento, por ejemplo, de que los millones de dólares detrás de Move On salen de los bolsillos de individuos poderosos, como el financista internacional George Soros.
Además, sostuvo que la gran mayoría de las personas que acudirán a los conciertos son ya críticos a Bush, por lo que casi no habrá nuevas adhesiones la causa contra el Partido Republicano.
Por su parte, el profesor de historia Jerry Rodnitzky, de la misma universidad, dijo a IPS que encuestas en conciertos similares revelaron que «70 por ciento de los asistentes no prestaban atención a lo que decían las canciones».
El propio Springsteen dudó del impacto que pueda tener la gira.
«No sé si las personas irán a ver a los músicos por la política. Dudo que lo hagan, pero podemos atraerlas para que pensemos juntos sobre los asuntos importantes, y eso es lo que intentaremos hacer», dijo el 4 de este mes, entrevistado por el programa «Nightline», de la cadena ABC.
Schultz indicó, además, que algunos de los conciertos se realizarán días después de cerrado el plazo para el registro en el padrón electoral de esos estados.
En los últimos meses hubo proyectos similares al de MoveOn.org, como la gira «Cambio Ciudadano», realizada por el músico de hip hop Sean Comb para estimular a las minorías a participar de las elecciones, y «Música por Estados Unidos», que se propone lograr el registro de al menos un millón de nuevos votantes.
El viernes fue lanzada la página en Internet Airtrafficcontroltower.net, con el calendario de más de 400 espectáculos de este «activismo musical».
Entre los intérpretes participantes en estos recitales están Trey Anastasio, Erykah Badu, Beyoncé, Mary G. Blige, Kurtis Blow, Jackson Browne, T. Bone Burnett, David Byrne, Sean Puff Diddy Combs, Ani DiFranco, Neil Diamond, Bob Dylan, Perry Farrell, John Fogerty, Dave Grohl, PJ Harvey, Wyclef Jean, Femi Kuti y Bette Midler.
Además, figuran en la lista Keb’ Mo, Moby, Morrisey, Willie Nelson, Kris Novoselic, Liz Phair, Prince, Bonnie Rait, Vernon Reid, Busta Rhymes, Santana, Patti Smith, Burning Spear, Barbra Streissand, Taj Mahal, Thalia, Richard Thompson y Stevie Wonder.
Entre los grupos aparecen Axis of Evil, Bad Religion, Blues Traveller, Los Lobos, Medeski, Martin & Wood, NOFX, Pixies, Presidents of the United States of America, Primus, Slipknot, Sonic Youth, The Allman Brothers, The Basement Jaxx y Yo La Tengo
Tambien participar actores y actrices como Billy Cristal, Jeanine Garofalo, Whoopi Goldberg y Robin Williams.
Michael Connery, cofundador de Música por Estados Unidos, explicó que se les ocurrió lanzar este proyecto luego de las protestas realizadas en todo el mundo en febrero de 2003 contra la guerra en Iraq.
«Bush menospreció nuestra generación, que se ha vuelto políticamente muy activa», señaló Connery.
«Nuestra generación fue a esas protestas, y queríamos hacer algo. Pensamos que usando la música y mostrándole a la gente que la política afecta a la cultura y a nuestra vida diaria sería una forma excelente de señalar la vía de acción», añadió.
En los conciertos de Música por Estados Unidos se reparten folletos con información sobre salud pública, la lucha contra las drogas y la economía.
Connery indicó que el proyecto, con oficinas en Nueva York (noreste), San Francisco (oeste) y Seattle (noroeste), tiene el objetivo de «construir pequeñas comunidades» de ciudadanos activos en política.
Hasta ahora, Música por Estados Unidos logró que se registraran unos 12.500 nuevos votantes, y atrajo a unos 370.000 personas a conciertos en todo el país.