Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Después de leer el indignante comentario de Daniel Barenboim sobre la muerte de Arafat, insisto en que hay que aclarar algunos puntos de su enfoque racista y sionista. Debe quedar bien claro que en el caso de los «activistas por la paz» como Barenboim, siempre prevalece el sionismo.
Barenboim dice: «Los miembros de este grupo, Mubadara, (bajo Mustafa Barguti), apoyan una solución que apoya el derecho al retorno a su tierra de los judíos y también cree en una lucha no-violenta por los derechos del pueblo palestino».
Seguramente Mr. Barenboim sabe que el tema más crucial en este conflicto es en realidad el derecho palestino al retorno, no el derecho al retorno de los judíos. Evidentemente los judíos ya «retornaron» (colonizaron) un país que no les pertenecía inicialmente. Al insistir en la arcaica noción del «derecho de los judíos al retorno», Barenboim adopta la percepción más fundamental del sionismo de derecha.
Después Barenboim dice: «No puede haber paz si los palestinos niegan el Holocausto. Pero tampoco puede haber paz si los israelíes no aceptan por lo menos una responsabilidad parcial por el conflicto». Y en este caso tengo que preguntar: ¿desde cuándo han negado los palestinos el Holocausto?» Si hay algo de lo que los palestinos tienen plena conciencia, es del hecho de que el Holocausto judío condujo al nacimiento del Estado judío, es el Holocausto judío el que condujo a su propia limpieza étnica (1948).
Como si esto no bastara, Barenboim sugiere que los israelíes, los perpetradores del holocausto palestino deberían tomar «una responsabilidad parcial por el conflicto». Esto suena tan estúpido como sugerir que los nazis tomaran una «responsabilidad parcial por el Holocausto judío. Parece por lo tanto que Mr. Barenboim pertenece a la peor clase de negacionistas del Holocausto: niega categórica y sistemáticamente el Holocausto del pueblo palestino.
Barenboim no se detiene allí. Como es un genio musical, propone una perspectiva musical: «La muerte de Arafat es como una transición musical – una frase termina, y con la última nota, comienza una nueva… «Sorprendente, ¿no es cierto?
¡Pero no es así! Por desgracia, ¡la causa palestina sigue siendo exactamente la misma, incluso en la era post-Arafat! Sigue siendo el ·»Derecho al Retorno» del pueblo palestino. Hay unos cuatro millones de palestinos víctimas de la limpieza étnica que viven en horrendas condiciones en campos de refugiados en todo Medio Oriente; y otros dos millones de palestinos a los que se han arrebatado todos los derechos cívicos en la propia Palestina. Permítame que le diga, Mr. Barenboim, ¡esto no se va a convertir en una transición musical!
Barenboim ama a los palestinos. Eso dice, y sinceramente quisiera creerle. Incluso confía en ellos: aconseja a los estadounidenses que «confíen en el pueblo palestino. Estoy convencido», dice, «que Hamas no ganará una elección libre». Y yo le pregunto a Daniel Barenboim, si usted realmente confía en el pueblo palestino, ¿por qué no le gusta Hamas? Hamas es un frente popular que da al pueblo palestino cuidados sociales y apoyo espiritual. Si la esencia del amor es la sumisión incondicional, Barenboim sigue la filosofía neoconservadora del amor: ama a los palestinos mientras ellos amen a Israel, tal como Donald Rumsfeld ama al pueblo iraquí mientras éste ame a EE.UU.
El resto, es obvio y ha sido excesivamente repetido… No necesitamos a Barenboim para que nos hable de Camp David y de las «amables propuestas» de Barak. Hoy en día todos sabemos lo que ocurrió realmente en Camp David.
En todo caso, yo diría que el mensaje es obvio: La liberación del pueblo palestino no provendrá de los virtuosos activistas judíos por la paz, ni siquiera del devoto sionista Daniel Barenboim. El pueblo palestino se liberará solo. Los palestinos que creen en «una Palestina libre». La gente que cree en la humanidad y la igualdad universales.
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Jazzman, escritor y activista de izquierda, el polifacético Gilad Atzmon es una estrella ascendente de la escena cultural británica. Nacido en Israel y criado dentro del judaísmo, se exiló a Londres en los años noventa. Apoya sin matices la liberación del pueblo palestino, se opone de manera rotunda al principio racial del Estado de Israel y milita a favor de la creación de un único estado democrático, que acogería en su seno tanto a palestinos como a israelíes. Su último CD, grabado con el multicultural The Orient House Ensemble, se titula Exile. Gilad Atzmon ha publicado una novela, Guide to the Perplexed, que con el título de Guía de perplejos apareció en castellano bajo el sello de Ediciones del Bronce (Grupo Editorial Planeta, Barcelona 2003). El lector puede visitar su sitio web en el siguiente URL: www.gilad.co.uk
Ver también Barenboim y el autócrata, Felisa Sastre