El grupo de los siete países más ricos del mundo más Rusia acordó el sábado condonar la deuda por valor de más de 40.000 millones de dólares a 18 países en su mayoría africanos. La reunión de los ministros de Finanzas del G8 se cerró el 11 de junio con las declaraciones altisonantes de los […]
El grupo de los siete países más ricos del mundo más Rusia acordó el sábado condonar la deuda por valor de más de 40.000 millones de dólares a 18 países en su mayoría africanos.
La reunión de los ministros de Finanzas del G8 se cerró el 11 de junio con las declaraciones altisonantes de los representantes de los países más ricos, que proclamaron una anulación «histórica» de la deuda de los países pobres. La realidad es mucho mas hipocratica y contradictoria, como denuncian diferentes organizaziones sociales del Sur y Norte del Mundo.
La red continental Jubileo Sur/Americas (www.jubileesouth.org/sp ) subraya que «los Ministros de Finanza de los países del G8 anunciaron esta tarde una nueva propuesta para avanzar hacia la cancelación de una parte de la deuda multilateral reclamada a 18 países del Sur. Mientras algunos de ellos celebraron el anuncio como un paso «histórico» que posibilitaría un «nuevo comienzo» en las relaciones entre países enriquecidos y países empobrecidos, otros de los Ministros admitieron que el acuerdo tenía más que ver con la necesidad de las propias instituciones financieras de salvar su credibilidad y poder iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento.
El anuncio de hoy sugiere la eventual cancelación de deuda por un valor de u$s 40 a 55 mil millones, siempre y cuando el acuerdo es aprobado por las IFIs, los países involucrados cumplen con las condiciones exigidas y los gobiernos del G8 con sus promesas de aportar nuevos recursos que serían utilizados para compensar a las IFIs. Esto representa una ínfima parte de la deuda total sólo de los países africanos, que ascienda hoy a u$s 300 mil millones.
Desde Jubileo Sur, reiteramos exigencia que cualquier cancelación de deuda debe ser incondicional y tomar en cuenta la ampliamente fundamentada ilegitimidad de los reclamos de deuda hacia los países del Sur. Más que deudores, los pueblos y países del Sur somos acreedores de un enorme deuda social, histórica y ecológica. Por eso no sólo debe rechazarse cualquier pretensión de parte de las Instituciones Financieras Internacionales y los gobiernos endeudores del Norte de cambiar algunas cosas para que en el! fondo, no cambie nada, sino que debemos exigir al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial, al BID y los demás bancos regionales, que realicen una Auditoría para determinar cuánto han cobrado ya de más.
En ese sentido, el anuncio realizado es un reconocimiento tardío que luego de varios años de promesas, poco a nada es lo que efectivamente se ha hecho para reconocer la ilegitimidad de la deuda y proceder a su cancelación. En concreto, sólo u$s 54 mil millones de los u$s 2,4 billones reclamados al conjunto de los países llamados «en vías de desarrollo» han sido efectivamente cancelados. Y esto, sólo después de que los países involucrados han certificado el cumplimiento de todas las condiciones resumidas en el largamente desacreditado «Consenso de Washington», entre ellas los programas de ajuste estructural, reducción del estado, privatizaciones y liberalización comercial».
Beverly Keene, coordinadora de Jubileo Sur-Americas, desde la secretaría de Buenos Aires evidencia «el caso de Bolivia, por ejemplo, donde la cancelación de su deuda tendría hoy mínimo impacto en comparación con las pérdidas millonarias y la incidencia socio-política que le siguen implicando las políticas de privatización del agua, del gas y de otros bienes naturales impuestas en los últimos años como condiciones previas.
Otros países que experimentan situaciones de gran crisis humanitaria, como es el caso de Haití en nuestro hemisferio, no solamente siguen siendo excluídos de estas propuestas sino que las Instituciones Financieras Internacionales continúan! cobrando como sí nada. En enero de este año, el gobierno haitiano pagó $53 millones en intereses atrasados, para lograr que los mismos bancos le represtara el mismo monto – para preparar la privatización de su sistema de telecomunicaciones».
DECLARACIÓN DEL GRUPO SUR/NORTE DE DEUDA DE LA SOCIEDAD CIVIL
El grupo de trabajo de deuda del grupo de la sociedad civil Sur/Norte, está compuesto por redes y organizaciones alrededor del mundo, que trabajan por la justicia social y por una solución sólida para la crisis de la deuda. Fue establecido en la reunión de estrategia del Global IFI en Accra, Ghana, Febrero 2005.
Entre los miembros se encuentran: Jubilee South (www.jubileesouth.org ), Afrodad, Kairos Canada, Halifax Initiative Canada, 50 Years is Enough (USA), Jubilee USA (www.jubileeusa.org , Campagna per la Riforma de la Banca Mondiale (CRBM – Italy – www.crbm.org ), Comité pour l’ Annulation de la Dette du Tiers Monde (CADTM – www.cadtm.org ), Slug (Norway)
Esta red de la sociedad civil internacional declara que «ve con agrado el tardío reconocimiento oficial respecto de los actuales esfuerzos de alivio de la deuda, que han manifiestamente fallado en asegurar la prometida salida «vigorosa» de la carga de la deuda insostenible. Solo US$ 54 billones han sido cancelados hasta ahora, mientras que 61 países de bajos ingresos todavía deben alrededor de US$ 600 billones.[xi] El total de la deuda de los países en desarrollo asciende, aproximadamente a US$ 2.4 trillones.[xii]
Es hoy ampliamente aceptado que bajo las condiciones actuales las Metas de Desarrollo del Milenio, no serán alcanzadas hasta dentro de otros 100 años. Este es en particular el caso para los países del Africa Sub-Sahariana. Los elevados servicios de pago de deuda de muchos países constituyen un gran obstáculo a los esfuerzos para alcanzar las metas acordadas y lograr así, justicia social en países donde un elevado número de personas están sufriendo. Los servicios de deuda restructuran economías y desvían los fondos necesarios para inversiones sociales. Por cierto, al presente hay un flujo neto de dinero de Sur a Norte, con repagos de deuda y beneficios de repatriación mayores que la ayuda misma. Por ejemplo, en el 2002, hubo una transferencia neta de US$ 95 billones de Sur a Norte.[xiii]
Los gobiernos del Norte han hecho recientemente una serie de compromisos para asistir a los países del Sur. No solamente están fallando en cumplir con sus promesas, sino que tampoco aceptan responsabilidad moral y financiera para préstamos otorgados por razones comerciales o geo-políticas. El Banco Mundial tampoco acepta responsabilidad por endeudamiento exacerbado de los países pobres, mediante el otorgamiento de nuevos préstamos simplemente para postergar los viejos.
Propuestas actuales: extremadamente limitadas
Son bienvenidos todos los esfuerzos serios para asegurar mayores cancelaciones de la deuda, pero los compromisos concretos hasta están lejos de lo que los grupos de la sociedad civil demandan. El reclamo de que estas propuestas representan «más del 100% de la cancelación de la deuda multilateral», es extremadamente engaňoso.
Hemos estudiado cuidadosamente las diferentes propuestas planteadas en la cumbre del G8. Consideramos que todas:
1) Abarcan un número muy limitado de países (entre 5 en los peores casos y 24 en los mejores). Por ejemplo, muchos países que están enfrentando crisis de deuda están completamente excluidos.
2) Excluye deudas para acreedores importantes como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo y el FMI.
3) Están estrechamente ligadas a supuestos buenos desempeños bajo condiciones dañosas establecidas así por el Banco Mundial y el FMI. Esto normalmente incluye privatización, liberalización y recortes del gasto público.
4) Solo incluye un número muy limitado de nuevas promesas de fondos de un pequeño número de países acreedores.
5) Fracasan en el reconocimiento de la co-responsabilidad de los acreedores para las crisis de deuda o el llamado a deudores y acreedores a que se sitúen en una posición equitativa, tanto en el diseño como en la implementación de soluciones para las crisis de deuda.
Demandas de la sociedad civil.
Es bienvenido cualquier progreso tendiente a la cancelación de la deuda, pero igualmente continuaremos apuntando a la necesidad de dar mayores pasos hacia terminar con la dominación de la deuda. Esta es una cuestión de justicia fundamental y un paso esencial si consideramos que los acuerdos internacionales están hechos para ser respetados.
Nosotros, las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes, por lo tanto reiteramos nuestros reclamos para:
· La cancelación total de las deudas de todos los países del Sur, comenzando por los países más empobrecidos y países en crisis. El servicio de cancelación de deuda por 10 años no es suficiente, teniendo en cuenta que para el 2015, alrededor del 70% de la deuda de los países pobres permanecerá todavía asentada en los libros.[xiv]
· Esta cancelación debe ser llevada adelante de tal manera que los gobiernos tengan mayor dinero para invertir en el bienestar de su gente. Esto implica que las instituciones multilaterales y los gobiernos del Norte necesitan hacer contribuciones extras.[xv]
· Esta cancelación tiene que ser de tipo incondicional.
· Los acreedores reconocen su co-responsabilidad por deudas odiosas.
· La arquitectura internacional de gobierno y finanzas de la deuda debe ser revisada en profundidad de manera tal que tanto deudores como acreedores se sitúen en una posición de equidad».
Eric Toussaint, coordinador del Comité pour l’ Annulation de la Dette du Tiers Monde (CADTM – www.cadtm.org ), agrega que «CADTM, de común acuerdo con numerosos movimientos que luchan, tanto en el Sur como en el Norte del planeta, por la anulación de la deuda, exige el abandono de las condicionalidades neoliberales. La anulación de la deuda debe ser INCONDICIONAL. Las poblaciones del Sur y sus movimientos sociales, los parlamentos de los países concernidos están en condiciones de ejercer un control de la aplicación de medidas de anulación a fin de que ésta beneficie realm! ente a los que la necesiten.
El CADTM reclama la anulación total e inmediata de la deuda externa pública de todos los países en desarrollo, la cual es el principal obstáculo para la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales. La iniciativa de Londres no puede resolver ni el problema de la deuda ni el de la pobreza, puesto que no afecta más que al 2 % de la deuda externa de los países en desarrollo.
El CADTM convoca a la movilización masiva en Edimburgo y Gleaneagles, Escocia, del 1 al 6 de julio. En el marco de la campaña «Make G8 history» (Convirtamos el G8 en historia), y del 6 al 9 de julio en Fana, Malí, en el marco del 4º Foro de los Pueblos» – concluye el economista Eric Toussaint.