(Carta a los aspirantes al seminario: Introducción a la Filosofía de la Imagen y la Comunicación) Fundación Federico Engels
«Cuando se lee a los filósofos burgueses de los últimos cien años, es difícil decidir qué es peor: la aridez del contenido o la manera intolerablemente pretenciosa con la que se expresan. El contenido es vano y trivial, tan superficial como un crucigrama, aún así, hacen los más amplios aspavientos, pavoneándose y ridiculizando el pensamiento de los grandes filósofos del pasado, con la más pasmosa insolencia».Alan Woods.
¿Qué es la Filosofía?: La filosofía1 es un trabajo (también)
Todos saben que la Filosofía es un amor2. Pero ¿de qué clase3? ¡Cuidado! hay «amores que matan«.
Pocas cosas son más sabrosas, divertidas y (a veces) movilizadoras como echarse, frecuentemente, con amigos o no tanto, una buena filosofada. A caso en las sobremesas o las asambleas, mientras se viaja, antes de dormir, en una cantina, en un café… Filosofar al fragor de las relaciones sociales para entender, para entenderse, para explicar y explicarse, para avanzar, para interrogar y especialmente para inaugurar pensamientos, para organizarnos mejor, para mejorar los debates, abrir brechas, para recuperar nuestro desarrollo, para pegar saltos cualitativos y tomar (ganar) conciencia. Y, ojalá, para entrar en acción. Y aunque hay quienes hablan de «muchas filosofías», acaso sólo se trate de ese filosofar practicado por la humanidad bajo acechanzas y expresiones múltiples de época, clase social y conflicto humano… con extensión, profundidad e intereses diversos y, no pocas veces, en conflicto; un filosofar cambiante siempre con muchas derivaciones que, no todas y no siempre, ayudan a salir del bache. Señoras y señores, Filosofar además de ser, a veces, motor de para la acción, implica elegir, también. Elegir es una forma activa de filosofar. Actuar, bien puede ser, expresión concreta de lo filosofado. Buen lío.
13 recomendaciones (provisionales y temerarias) para Filosofar a estas horas.
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Eludir toda solución Extraterrestre.
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Eludir toda filosofía deprimente. Eludir toda idea que nos defina como «inútiles», «solitarios», «incapaces», «malos» o «explotadores» por «naturaleza». Eludir todo «empirismo a-crítico».
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Eludir toda exageración de los «poderes» humanos y toda atribución de «poderes» a cualquier objeto, natural o artificial. Combatir el «misticismo lógico»
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Asegurarse de la lengua esté conectada con el pensamiento y con el corazón, sin individualismos.
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Asegurarse de que el pensamiento sirva para construir caminos para todos.
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Asegurarse de que lo filosofado nunca será definitivo, que siempre será mejorable y que eso sale mejor en colectivo.
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Asegurarse de que debatir no es lo mismo que pelear.
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Asegurarse de que uno siempre filosofa para organizarse mejor y no para desorganizarse, por lo tanto eludir todo lo que desorganiza.
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Asegurarse de que lo filosofado no esconda, niegue, sepulte ni ayude a negar, sepultar o esconder el filosofar de otros. De lo que se trata es de mejóralos.
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Asegurase de filosofar sin rendir pleitesía a dogmas, sectas ni burocracias.
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Asegurarse de filosofar para cambiar al mundo no para hermosearlo no para contemplarlo.
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Combatir toda propiedad privada del pensamiento. Filosofar con sentido del humor.
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Asegurarse un filosofar que nos lleve a la acción, a la acción revolucionaria.
Filosofar es muy importante pero más importante es filosofar correctamente. No creamos que el mundo cambiará sólo porque nos guste filosofar, (producir filosofía), hace falta más que eso hace falta que ese filosofar tenga base y búsqueda de la verdad, que ese filosofar incluya ideas movilizadoras, que no nos detenga y que si, a cambio, nos de fuerzas para pensar, con otros, qué medios y modos nos hacen falta para organizarnos y superar lo que nos oprime, aliena, explota y amarga la existencia4. Por si sola ninguna «filosofía» cambiará al mundo. Es necesario darle vida y que tenga vida bajo la energía misma de la energía colectiva. Y es tan importante esto de filosofar correctamente porque tiene que ver con nuestros pensamientos y nuestras conductas, porque tiene que ver con qué ideales y que realidades, incluso confrontadas, nos impulsan a la acción organizada, profunda y permanente. «Filosofar» no es cosa reservada a genios o a especialistas, todos filosofamos aunque no nos demos cuenta… el chiste es, insistamos, filosofar para la acción, no para el miedo, no para la soledad, no para silencio… filosofar para la transformación (no mesiánica) del mundo y si entre todos.
Uno bien puede construir su filosofar sin sectarismos, sin burocracias y sin «académicos»aburridos. Suele ser que eso que muchos académicos llaman «Filosofía» es en realidad su teoría (o debate) sobre o contra alguien o sobre la filosofía de otros… también suele ser que se hace pasar por «filosofía» cierto oficio de historiador del pensamiento y no faltan los taxidermistas de las ideas, los etiquetadores y los enciclopedistas ilustrados… vaya uno a saber. Pero lo que en realidad necesitamos, es decir, la parte sabrosa que uno aprecia y goza del filosofar, está en otra parte y esa parte bien pueden ser las fábricas, los campos, las calles… donde ocurre la vida real, concreta, donde se la estudia y se la vive al mismo tiempo. Filosofía con sentido del humor y sentido del amor para algo tangible y útil, por ejemplo, hacernos concientes de los problemas y solidarios con las soluciones. Filosofar pues, para entender e intervenir en el ascenso individual y colectivo de la humanidad, para que se pertenezca a sí, que Trabaje para sí, que estudie y produzca tecnología, vivienda, educación, salud, artes… poesía para sí. Sin amos, sin explotación, sin alienación. Nos hace falta mucho filosofar en ascenso, creativo, lúdico y comprometido en manos de los actores del cambio histórico más hondo… de la revolución permanente. Sin pedirle permiso a ninguna academia y sin pedirle permiso a ninguna «vaca sagrada». Filosofía con método crítico, auto-crítico, incluyente y revolucionario, que cambie la vida y que transforme al mundo. Sabroso. ¿No?
Filosofar no debe servirnos sólo para explicar o contemplar.
«¿No es el primer deber del que busca la verdad dirigirse directamente a la verdad sin mirar a diestra o siniestra?» Marx
Es que es imposible comprender cualquier cosa sin ideas y método filosófico dinámico que nos aproxime sucesiva y permanentemente a la vida, a la naturaleza, al universo, a la materia… a lo que compartimos con millones de seres humanos con expresiones a veces contradictorias, a veces odiosas y otras veces asombrosas. Filosofar sobre el movimiento incesante y magnífico del macro-universo y el micro-universo. La filosofía es también trabajo para el pensamiento, de la razón, según ciertos principios (y fines) generales, con la obligación de interrogar tales principios y a qué necesidades e intereses concretos responden.
«La naturaleza existe independientemente de toda filosofía; es la base sobre la que crecieron y se desarrollaron los hombres, que son también, de suyo, productos naturales; fuera de la naturaleza y de los hombres, no existe nada, y los seres superiores que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que otros tantos reflejos fantásticos de nuestro propio ser». F. Engels.
Hay quienes creen que no requieren de filosofar para vivir, que pueden ir por la vida sin una filosofía con que tramitar su concepción del mundo pero la práctica demuestra lo contrario. La humanidad filosofa incluso sin conciencia de hacerlo. Suele imperar el «sentido común» no es otra cosa que el sentido de la que de la ideología dominante. Las ideas dominantes son las de la clase dominante. Y tal dominación de la clase dominante se sirve de cuanto recurso se ponga a modo para expandir y afianzar sus valores de clase… especialmente contra la clase trabajadora que es su antagónico principal y es la clase llamada a producir su auto-superación dialéctica tan pronto logre ser dueña de su fuerza y consciente de su capacidad transformadora del mundo.
Pero los filósofos son también personas que habitan el mundo al igual que todos, que reciben las ideas, filosofías, políticas y prejuicios dominantes, y que tienen ente ellos responsabilidades concretas, como todos nosotros. Incluso por razones económicas no despreciables. ¿Y qué deciden hacer ante las calamidades, las ideas hegemónicas y la barbarie imperante? ¿Se avergüenzan, los acongoja la degradación humana, se disponen a luchar contra la opresión en todas sus formas? No siempre y no muchos.
Es imposible conquistar formas mejores de organización humana plena, digna, sin alienación, sin explotación… si carecemos de ideas justas y consensuadas en beneficio de todos. Es imposible intentar mejorías o cambios profundos en nuestras vidas, colectivas y particulares, mejorías en un mundo más exigente a cada minuto, sin un conjunto de conocimientos e ideas ordenados que nos ayuden a reconocer qué hacemos bien, qué hacemos mal, qué urge corregir y qué urge conservar. Incluso, sin filosofar, es imposible reconocer qué ideas equivocadas conviene cambiar, cómo saber qué tan equivocadas son, en qué partes si y dónde no y con qué ideas nuevas hemos de sustituir las que ya no corresponden a nuestro modo de ser y pensar actual.
Es imposible vivir sin filosofar, es imposible filosofar siempre de la misma manera y es indispensable mantener nuestra producción filosófica vigorosa y creativa. Filosofar debe servirnos como una ciencia para transformar el mundo, en el sentido de la tesis XI de Marx. Debería ser una práctica cotidiana del pensar y el hacer libres. Filosofar debería servirnos (sin utilitarismos) para poner (proponer) orden, crear orden nuevo consensuado… incluso para organizarse (ordenarse), para terminar con el conjunto de los atrasos y las calamidades históricas más odiosas. Filosofar debería servirnos para crear proyectos de vida nueva, mejor, con justicia, respeto a las diferencias y poesía en la vida práctica.
Filosofar como trabajo científico.
«El poder de la ciencia reside en su capacidad de generalizar a partir de observaciones y hacer predicciones, su capacidad de desarrollar la teoría estudiando los procesos en funcionamiento y después utilizar esa teoría como una guía para la acción«5.
Uno puede filosofar de maneras muy diversas y según el método que elige. Uno a veces elige y no sabe qué eligió, elige por imitación, por inducción o por asimilación. Unas veces elegimos concientemente y otras no. Hay generaciones enteras de «filósofos» que recorren el mundo sin saber que hay opciones, ideas distintas, pensamientos divergentes y en debate. Hay también filósofos que no encuentran empleo para su «ciencia» y andan errantes sometidos a los jaloneos del mercado6. Hay quienes filosofan por hoby, los hay que filosofan por curiosidad, también hay quienes filosofan con disciplina y compromiso esporádicamente…y, desde luego, hay quienes filosofan como militancia ejemplar a la que entregan lo mejor de sí, su talento integro y la vida misma. Y no piden licencia para pensar y actuar, con la Filosofía y para la filosofía. No necesariamente están en las escuelas o las universidades y se impulsan con la fuerza de la verdad para cambiar al mundo. Hacen de la filosofía una herramienta de lucha diaria. Esos son los indispensables.
En contraste, hay «filósofos» que se encargan de callar o esconder el pensamiento, las diferencias y las controversias. Hay «filósofos» que de plano niegan todo menos lo suyo. Las Universidades suelen estar infestadas por especimenes de esos y hay, como en todo, excepciones de honra. Pero en las «Alma Mater» también hay grandes trabajadores de la filosofía. Estudiosos permanentes que enseñan y aprenden los medios y los modos de producir pensamientos que, bajo cierto orden y sistema, son búsqueda apasionada de la verdad. Trabajadores de la filosofía que, a como pueden, se agencian libros, artículos, revistas… acuden a reuniones congresos y debates para actualizase y superar conocimientos y acciones, propias o ajenas. Trabajadores que se empeñan en producir filosofía, profunda y ancha, al alcance de todos y para que la usen todos. Hay trabajadores de la filosofía que por su calidad humana y su militancia en la teoría y la práctica son verdaderos revolucionarios necesarios en el filosofar contemporáneo.
Y justamente en ellos se descarga, con frecuencia perversa, la ira de los burócratas, los sectarios y los «académicos» de la filosofía. Que los hay, los hay… y muchos. Andan amos y dueños de oficinas, secretarias, teléfonos y expedientes… andan a vuelo raso entre favores y/o entre sábanas con sus séquitos de lacayos trepadores, en jauría de presupuestos, a la caza de becas o cargos. Andan agachaditos y silenciosos tras las togas de los «patrones» en espera de un sueldito, de un punto, una publicación o una cita en el libro de alguien, a como de lugar y a cualquier costo. Mercenarios de las cátedras que ensalivan con erudición circense los atrios y los ábsides donde colocan sus palabras fetiche, su logos tomista, kantiano… inmaculado y transustanciado.
No pocos estudiantes de filosofía, y no pocos profesores, son victimados (contra su voluntad) bajo modalidades de extorsión y chantaje muy refinados y «civilizados»: Trabajan gratis. Y es preciso aclarar que es contra su voluntad porque, inaceptablemente, hay quienes se inmolan con placer masoquista de genero cuasi inexpugnable. En el mejor de los casos quienes no son bendecidos por alguna mano celestial desde los cargos dirigentes más altos, están condenados a un sistema de besamanos piramidal y escarpado, por unos cuantos pesos, y de donde se puede resbalar y caer al primer intento de rebeldía. Mandan las «vacas sagradas» y sus mugidos son palabra inequívoca. Es una historia que se repite por todas partes. Vendrá el día en que esos trabajadores de la filosofía, sometidos a extorsiones y miserias sin fin, tomarán la voz y gritaran verdades calladas larga y amargamente. Por ahora muchos sufren, también, el castigo de la falta de conciencia sobre su propia fuerza, como trabajadores, y la no poca desconfianza que genera su desorganización, también. ¿Tendrán conciencia de su grado de alienación? ¿Eligieron esto?
Trabajadores de la filosofía con la vida hecha añicos bajo el martillo de las contradicciones más odiosas. Trabajadores victimados por el manoseo de sus necesidades más elementales. Sometidos a sobredosis de humillación que envenena cada día las fuerzas y las esperanzas. Gota agota. Como si una fiebre negra avanzara contra los días que nos quedan por vivir y nosotros nada pudiéramos hacer mientras soportamos el secuestro de la alegría, el secuestro de las libertades más urgentes y el secuestro del pensamiento todo.
Basta con recorrer los pasillos de algunas universidades públicas o privadas, mirar los apuntes, los pizarrones y las bibliotecas, para obtener el santoral teórico y las formas de inquisición académica. Basta con ver los rostros y los resultados. Basta con mirar los coches y los excusados. Basta con mirar las nominas y la encíclicas. Los trabajadores de la filosofía con coberturas médicas mínimas, viviendas precarias, rentas altas, comen mal, apenas pagan el teléfono, la luz, el gas, la escuela de los hijos… un librito cada tanto y listo. Los meses se alargan y se acortan al ritmo de las deudas. Heideger no sirve a la hora de comprar leche o pan. Tampoco el «círculo de Viena», ni el «giro lingüístico», las teorías no se mezclan con la realidad y luchar por lo mínimo indispensable, luchar como trabajadores por la dignidad del trabajador de la filosofía «está mal visto», «queda mal»… desluce el affaire filosófico, el aura mística del saber en sus formas lógicas más puras, tan puras que de tan puras se hacen etéreas y alcanzan al ser absoluto en una imaginería plena de malabares y equilibrismos silogísticos frecuentemente inútiles, oscuros, odiosos e inexpugnables. Y hay que tragárselos para pasar los exámenes… para cobrar los sueldos. Vaya si hay filósofos amargados.
Nada está perdido. Casi imperceptiblemente andan, poco a poco, acarreándose las fuerzas necesarias para juntarlas en el punto enigmático y agraciado donde lo cuantitativo pega un salto y se cambia todo7. Muchos profesores y estudiantes de filosofía trabajadores en sus sentidos mejores, del pensamiento y la acción, van y vienen convencidos de que ya se acerca la hora. Hay datos concretos, movilizaciones, acuerdos y conquistas concretas. Unas más secretas que las demás, pero todas a tiempo con la hora de la hora… o sea la hora de los grandes cambios. Y no andan estos camaradas desnudos de ideas. Andan con sus propuestas y sus debates resistiendo y expandiendo tácticas y estrategias para que, más temprano que tarde, sin esperar a que les den permiso, los trabadores de todo el mundo se unan, como se debe, de una vez por todas. Bajo la filosofía de todos, la unidad de todos los explotados8, la huelga general, por ejemplo. «La vida enseña».
«la idea del desarrollo, de la evolución, ha penetrado actualmente casi en su integridad en la conciencia social, pero no a través de la filosofía de Hegel, sino por otros caminos. Sin embargo, esta idea, tal como la formularon Marx y Engels, arrancando de Hegel, es mucho más vasta, más rica de contenido que la teoría de la evolución al uso. Es un desarrollo que parece repetir las etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alta (la ‘negación de la negación’); un desarrollo que no discurre en línea recta, sino en espiral, por decirlo así; un desarrollo a saltos, a través de catástrofes y de revoluciones, que son otras tantas ‘interrupciones en el proceso gradual’, otras tantas transformaciones de la cantidad en calidad; impulsos internos del desarrollo originados por la contradicción, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias que actúan sobre un determinado cuerpo o en los límites de un fenómeno en concreto, o en el seno de una sociedad dada; interdependencia e íntima e inseparable concatenación de todos los aspectos de cada fenómeno (con la particularidad de que la historia pone constantemente de manifiesto aspectos nuevos), concatenación que ofrece un proceso único y mundial del movimiento, con sus leyes; tales son algunos rasgos de la dialéctica, doctrina del desarrollo mucho más compleja y rica que la teoría corriente.» Lenin, Carlos Marx.
Por cierto, uno puede imaginar qué sería de este mundo si las «categorías» más valiosas del pensamiento, es decir, si los conceptos y generalizaciones más valiosas de la humanidad, fuesen enseñadas en las escuelas y las universidades, por ejemplo: el respeto a la dignidad humana a toda costa, la solidaridad para luchar contra toda alienación, la abolición de la propiedad privada, el castigo a toda explotación y usura… si esos fuesen los valores dominantes con que miles de profesores en todas las escuelas y desde los primeros años, acompañaran sus enseñanzas matemáticas, cívicas, sociales, biológicas… la cosa pintaría muy diferente. Un puede imaginar así la importancia de la filosofía en las aulas diariamente. Es un ejemplo simple pero es un ejemplo.
¿Consumatum est9?
¿Ha muerto la Filosofía? ¿Cómo murió, de qué murió…? ¿La mató alguien?
Unos dicen que murió otros dicen que no10. Aunque hay quienes disfrutan fabricando calumnias y tergiversaciones contra la filosofía y hay enterradores oficiales del pensamiento, es importante mantener presente que la Filosofía «debe ser hecha por todos».
¿Acaso este es el fin de la historia, su finalidad? ¿Acaso este era el fin programado? ¿El nacimiento del «pensamiento único»… bajo el manto del «Consenso de Washington»? ¿El pensamiento único como mortaja de la filosofía? Decretar la muerte de la filosofía implica decretar la inutilidad del pensamiento. Pero, nadie se confunda, las tendencias generales del capitalismo reflejan sus ideas reaccionarias en todo lo que tocan. Por eso se expresan en la ciencia y en las teorías reaccionarias de cualquier índole. La ideología burguesa atraviesa una crisis cuya derivación general avanza hacia el idealismo, el misticismo y la superstición cada día más cincos11. ¿No será esta la hora de que nos organicemos para combatir semejante tendencia y desfachatez?
Pero esta vez la filosofía burguesa en su crisis necesita devaluar el pensamiento y suponer que con eso suprime de sus funciones e intuiciones más rebeldes. ¿Para qué pensar? si ya está todo dicho, si está todo resuelto… pensará el burgués. ¿Para qué pensar? si esto «es lo que siempre quisimos», si esta realidad que nos rodea es «lo mejor que se puede querer y alcanzar». ¿Para qué pensar? si tenemos las guerras rentables, muerte de millones de personas, destrucción paulatina de las fuerzas productivas y devastación de civilización misma. Si tenemos el fascismo actualizado en la Casa Blanca, los campos de concentración en aviones y galpones clandestinos por todo el mundo. ¿Para qué pensar? si tenemos los mass media, las baratijas de la farándula globalizada, la paz universal de los sepulcros, la tortura y el saqueo pertinaz de materias primas y mano de obra explotada hasta la ignominia. ¿En qué hay que pensar? Si todo se ha logrado. Las fuerzas productivas estancadas, el campo está arruinado hay pobreza y desempleo. ¿Para qué pensar? ¿Para quién? Si una economía planificada de tipo socialista puede movilizar las fuerzas productivas de todo el mundo, es decir, las fuerzas productivas de las ideas y los actos para trabajar en tierra fértil, industria, ciencia y tecnología con potencial creativo para transformar la sociedad. ¡Mejor ni pensarlo! Pensaron, y piensan, los filósofos burgueses que para eso les pagan y muy bien. Y habrá que luchar contra sus ideas y contra ellos12… por cierto, filosofar también implica lucha. La lucha de clases y la lucha de las ideas.
La filosofía que no queremos.
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«En los años recientes, la crisis de la ideología burguesa se ha expresado entre otras cosas, por un desplazamiento general hacia el idealismo, el misticismo y la superstición13«. Allan Woods
No sabemos cómo debe ser, milimétricamente, la filosofía en el futuro pero si sabemos que es inexcusable primero destruir, superar, al capitalismo, de inmediato, para eso es necesario un filosofar actualizado que nos asombre y movilice para siempre. Por cierto, sabemos cómo no queremos que sea la filosofía. Por ejemplo:
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No queremos un filosofar exclusivo de recintos para iluminados (o ilustrados déspotas) empeñados en ostentar la propiedad privada del conocimiento, sus instituciones y financiamientos.
No queremos un filosofar como escapatoria ni como flagelo.
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No queremos filósofos explotados, aislados en mazmorras académicas o en sepulturas de silencio forzado.
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No queremos filosofar en la explotación, la miseria y la muerte para siempre. Resignados y mansos.
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No queremos filosofías simplistas ni palabrería de ocasión.
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No queremos gurus, santurrones ni medicuhos de almas.
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No queremos verdades sublimes iluminadas con el fulgor de una lógica prístina y bajo los efluvios de la contemplación mística que hermosea al capitalismo con «enciclopedias de la inutilidad».
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No queremos más circos de silogismos acróbatas.
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No más esnobismo de palabrería autocomplaciente.
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No más filósofos «asesores» de señores ministros, señores presidentes, señores gerentes… no más fauna servil dadora de ideas para maquillar el saqueo y la barbarie.
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No más «investigaciones» y «tesis» complacientes o por encargo para lisonjear amigos y enemigos bajo promesa de canonjías y prebendas.
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No más conferencias para llenar las nóminas y santiguar al jefe.
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No más congresos para el torneo degenerado de los halagos, el tráfico de influencias, el gasto frívolo, el turismo sexual y las cornamentas.
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No más coloquios, encuentros, simposio… para la vanidad de los enanos con «publicaciones» incontables en el circo de salivas que serán suministradas a estudiantes rehenes de burócratas.
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No más filósofos pastores de almas, empeñados en conducir rebaños a la tumba rentable de sus templos.
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No más sacrifico de inocentes en las hogueras del fanatismo posmoderno que levanta catedrales de ipsofacto según las temperaturas políticas de la zona. Y salen en la tele.
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No más filosofía de auto ayuda, no más redentores a salivazos.
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No más pornografía eclesiástica con remates trans-terrenales.
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No más filosofías de hippies tardíos.
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No más filosofías de rebeldes renegados.
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No más moralina de insurrectos arrepentidos.
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No queremos filósofos de la resignación, la mansedumbre y el servilismo. Ni en las aulas ni en las calles.
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No queremos más filosofía sin «efecto mariposa». Como lo entendemos nosotros.
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No queremos más filosofía decorativa, libresca y sectaria.
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No queremos más filósofos inútiles profesionales de la amargura y la frustración.
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No queremos más filósofos apologistas de sí con un sentido de autopromoción descontrolado.
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No queremos más filósofos de la memoria y de diccionario especializado.
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No queremos más filósofos del streap tease existencialista en la aulas.
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No queremos más filósofos de la desorganización y del derrotismo.
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No más filósofos posmodernos, neoliberales y neo lebreles.
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No más filósofos costumbristas o conservadores acostumbrados sólo a conservar sus sueldos.
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No más filósofos ensalivando papeles de burócrata en palestras de vanidades serviles.
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No más filósofos de espaldas a las luchas sociales y a los movimientos revolucionarios desde abajo.
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No más filósofos de espaldas a los estudiantes, a los campesinos y a los obreros.
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No más filósofos de espaldas a las mejores luchas revolucionarias de sus pares.
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No más de lo mismo.
El objeto del deseo.
«La humanidad saltará del reino de la necesidad al reino de la libertad». F. Engels.
La verdad que apasionadamente ha de buscar la filosofía no es una colección de tesis dogmáticas fijas que, una vez encontradas, sólo haya que aprenderse de memoria. El proceso mismo del conocer, por sí no tiene sentido sin un compromiso absoluto con la verdad y hacia la transformación definitiva de la sociedad. Insistamos si es preciso. De nada sirve filosofar si se pretende encontrar una verdad absoluta, un punto en que ya no permita avanzar, un punto que frene el desarrollo. De nada sirven las ideas que nos hacen cruzar los brazos para contemplar la verdad absoluta. La Filosofía no puede tener ni admitir una final, un punto de llegada definitivo: la perfección. La filosofía que requerimos ha de obra de un proceso de fases transitorias en desarrollo infinito como es el desarrollo de la sociedad humana, desde lo inferior a lo superior. Proceso que cumpla con todas las fases necesarias que la engendren y caduquen hasta alcanzar condiciones nuevas y superiores. «Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan, o por lo menos se están gestando las condiciones materiales para su realización» Marx, prefacio de la Contribución a la Critica de la Economía Política.
Necesitamos una filosofía con bases firmes donde pararnos sin sentirnos carne de cañón ni rata de laboratorio, una filosofía sin dogmas prefabricados…sin conclusiones prefabricadas. Una filosofía que nos ayude a pensar con libertad el mundo que nos rodea y el mundo que quisiéramos a cambio. Una filosofía que nos ayude a mejorar nuestras ideas y nuestras acciones, una filosofía de la praxis para el espíritu y para la panza, para la humanidad toda, para recuperar su desarrollo todos y entre todos… seria bueno ¿No?
Necesitamos una filosofía que poco a poco ceda el paso a fases más altas permanentemente gracias a la dialéctica misma que atraviesa todo. La burguesía, los Estados absolutos congruentes con ella. Esta filosofía que invocamos no admite lo «definitivo, absoluto, consagrado; en todo pone de relieve lo que tiene de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y del perecer, un ascenso sin fin de lo inferior a lo superior, cuyo mero reflejo en el cerebro pensante es esta misma filosofía. Cierto es que tiene también un lado conservador, en cuanto que reconoce la legitimidad de determinadas fases sociales y de conocimiento, para su época y bajo sus circunstancias; pero nada más. El conservadurismo de este modo de concebir es relativo; su carácter revolucionario es absoluto, es lo único absoluto que deja en pie.» La filosofía que invocamos es una filosofía de la praxis, de la acción.
«En los años recientes, la crisis de la ideología burguesa se ha expresado entre otras cosas, por un desplazamiento general hacia el idealismo, el misticismo y la superstición«. Allan Woods
Todo problema laboral de los filósofos es un político y un problema filosófico (también)
No aceptaremos por Filosofía eso enmarañado, oscuro e inaccesible que algunos exhiben como presa de sectas. La Filosofía es un trabajo determinado por las mismas condiciones generales y alienantes que determinan el estado actual del Trabajo. La producción Filosófica es cara e inabordable con el salario común de un investigador o un docente. Los filósofos han de reconocerse como trabajadores científicos sometidos a reglas de alienación, abuso y explotación. Las mismas reglas que someten mundialmente a los trabajadores para que la riqueza que producen sea ajena y sirva para esclavizarlos más. Los filósofos, no son inmunes a la miseria, también son victimados por el capitalismo y sometidos al manoseo indecente de sus necesidades más elementales. Los filósofos son trabajadores que también producen y piensan de una manera determinada por su realidad de clase.
Es relativamente falso que no exista, en Latinoamérica, una «política» en materia de Filosofía porque existe una política de exclusión y desigualdad. A eso se debe la disminución de los salarios y de los recursos reales destinados a investigación y desarrollo. A eso se debe el deterioro de las condiciones generales para el desempeño del trabajo filosófico. Los filósofos complacientes tienen de todo. No es que haya falta de ideas para la investigación filosófica en temas medulares de las sociedades y los individuos, lo que hay es una administración degenerada que dilapida los recursos que son escasos y al mismo tiempo malversados. Ejemplos hay y muy claros en la adjudicación de becas y proyectos, el recorte selectivo de las asignaciones para investigación y el retraso irritante para su cobro. La burocracia se ha adueñado de todo y el campo de la filosofía no es una excepción.
Nada en materia de producción y desarrollo filosófico en México puede ser analizado al margen del contexto mundial: Está detenido el desarrollo de las fuerzas productivas desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Hace 60 años la Investigación filosófica vive, agudizada, la contradicción de tener que producir ciencia filosófica (es decir, entre otras cosas, solución de problemas) en un sistema económico, que no sólo no invierte para el desarrollo digno de todos sino que sus gastos mayores son gastos para la destrucción de sus fuerzas más valiosas: la naturaleza y el trabajo. En términos generales la Investigación filosófica sufre las mismas calamidades mundiales impuestas por las privatizaciones indiscriminadas y la monopolización14 globalizada15. Al rezago en materia de Investigación filosófica, que se verifica en países centrales tanto como en países coloniales o semi-coloniales, se agrega el imperio odioso de los sectarismos burocráticos, los clientelismos y los sistemas de premio-castigo según los intereses que se halaguen u ofendan a quien autoriza presupuestos. La Investigación filosófica vive desde finales de la Segunda Guerra Mundial una crisis ética, económica y política basada en la infiltración ideológica del capitalismo en los espacios morales más sensibles, la danza de los millones para crear un espejismo de desarrollo que destruye el Trabajo, que crea servidumbre al imperio bélico16 y la ilusión de la humanidad alcanzará, una parte de ella, una mejor calidad de vida expresada, no exclusivamente, en su duración.
Investigar en Filosofía es un trabajo caro que exige muchos recursos. Cada vez son menos los investigadores que, por su cuenta, pueden abordar un objeto de estudio y dedicarle tiempo y fondos suficientes para encontrar descripciones, hipótesis y tesis pertinentes al estado y sentido de sus búsquedas. Y problemas no faltan. Y cada día son menos porque hay un «mercado» de la investigación que crece e impone reglas de adaptación permanente al más fuerte. Proliferan las sectas que imponen proyectos de investigación complacientes, mediocres y empirocriticistas. Fabrican «investigaciones» ad hoc, con mano de obra a-critica y barata. Con excepciones relativas.
Bajo regímenes «legales» diversos, se modelan, con impunidad casi total, estrategias de baja intensidad para sacar de circulación ideas y teorías incómodas, movimientos y denuncias peligrosas y especialmente vinculaciones de la filosofía con la transformación efectiva de las calamidades sociales. No se estudia cómo crear y enriquecer la tarea de la crítica. No se estudia el cuadro completo de las catástrofes socio-culturales producidas por la devastación de la naturaleza y los seres humanos. Sí se financian proyectos de investigación atomistas, relativistas, utilitaristas, solipsistas… que sirven para ganar apoyo político en burocracias y empresas de turno o moda, donde participan los fundamentalismos, las teorías neo-religiosas17, el tráfico de influencias, la seducción de estudiantes para la prostitución laboral en un mercadeo de cerebros, inteligencias y creatividades… mientras, en no pocas bibliotecas, persiste la desaparición de autores , secuestrados para siempre en las mazmorras de la censura más reaccionaria. ¿Quién audita?
Más de un episodio bochornoso exhibe sin pudor el estado de la miseria filosófica, aunque algunos investigadores obtengan menciones y títulos brillantes. Algunas universidades y no pocos grupos empresariales premian con cargos a los más dóciles y reprimen las luchas más avanzadas de los trabajadores de la investigación filosófica dispuestos a transformar el mundo. No debería ser necesario recordar que la Filosofía es una reserva extraordinaria de conocimientos acumulados por la Humanidad. Y que es indecente ocultar, tergiversar o perseguir esos conocimientos para beneficio privado de quien posee, fábricas o universidades. Tenemos que reconocer el hecho de que los intereses de clase han introducido falsificaciones especialmente en las ciencias sociales y las «humanidades». Y no se quedan afuera las «ciencias duras». Frenan el desarrollo del pensamiento libre, imponen «escuelas» a cada paso, vulgares y contradictorias, cuyo fin no excluye imponer un «pensamiento único» ciego y sordo. El mercado de la Investigación Filosófica se transformó en un medio para oprimir conciencias. Canceló la formación de personas independientes. La ideología dominante es la ideología de la clase dominante incluso en las universidades o centros de investigación donde extiende sus tentáculos paradigmáticos: valores y representaciones, objetos, hábitos de consumo, ademanes y modales, sentido común, indumentarias y giros léxicos, fetichismos… Se trata de operaciones basadas en la degeneración de muchas organizaciones científicas o universitarias, que cancelan toda vinculación con los intereses y las necesidades elementales de las sociedades como si fuese pensable invocar a la ciencia sin participar de las mejores luchas sociales.
Es cierto que existen casos honrosos por excepcionales. La poca, excepcional y escasa investigación y producción filosófica en países colonizados o semi coloniales posee márgenes de maniobra sepultados (y sepultables) bajo el peso de la indiferencia cuando no de la competencia.
La Investigación Filosófica es un trabajo altamente especializado y de prioridad estratégica que define incluso el ser mismo de la sociedad. Quien produce investigación filosófica desempeña un trabajo determinado, no siempre favorablemente, por un conjunto de factores, propios y ajenos, inseparables de los paradigmas políticos, económicos, culturales predominantes en cada época. El trabajo del investigador en filosofía no sólo no está al margen de la realidad concreta que lo envuelve y define sino que está en tensión crítica con ella y con todos los factores generales o particulares de la alienación que aquejan históricamente al trabajo humano.
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Consideramos que la investigación filosófica debe ejercer fundamentalmente:
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Libertad relativa y determinada por la problemática mundial y local.
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Crítica dialéctica, concreta y plural.
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Integralidad pluridisciplinaria.
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Diversidad Igualitaria.
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Intervención co-responsable y transformadora.
Hay que poner sobre la mesa todos los elementos para analizar qué pasa con la filosofía hoy la docencia y la investigación, ante esa pauta mercantil que se ha interpuesto quehacer teórico práctico del filósofo. Hay que interrogar todo la dignidad de la disciplina y el derecho a su autonomía relativa ante las crisis sociales. Hay que poner bajo la lupa de la crítica la idea de que la Filosofía debe «modernizarse» para «responder» mejor a los «retos y desafíos» que le plantea la «sociedad del conocimiento». Es decir la sociedad de mercado. Filosofía para la competitividad económica en el mercado que trata de subordinarlo todo al éxito del pensamiento único. La Filosofía tiene un lugar historio y contradictorio en la sociedad. Representa, no cabe duda, uno de los componentes necesarios para componer el tipo de sociedad y verdad colectiva que domina en un tiempo concreto. La Filosofía no es sede del conocimiento por antonomasia sino un modo de producción de ideas sistematizadas para alcanzar la «verdad» en colectivo. Paro la historia de la filosofía demuestra que el pensamiento humano se encuentra dividido por convicciones contrapuestas en relación directa con a contraposición de clases sociales y que el pensamiento no puede ser indiferente a este hecho.
He aquí que contamos con el materialismo dialéctico.
- El materialismo dialéctico es la filosofía del presente y del futuro.
He aquí un método para filosofar y para intervenir prácticamente, o sea en acción consciente, en la naturaleza, la sociedad y el desarrollo humano: el materialismo dialéctico. Método para filosofar activamente sobre las leyes del movimiento más generales en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano. Ideas científicas bajo un método revolucionario de transformación de la realidad que posibilita el análisis y la reflexión sobre los hechos más diversos y sobre lo acontecimientos relacionados con la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano. El materialismo dialéctico como herramienta para un filosofar, sabroso y movilizador, aparece en la actualidad como un método perfectible por exigencia propia que, además de facilitarnos el trabajo de entender crítica y coherentemente el pasado, permite comprender el presente a escala mundial y además, esto es una de sus fuerzas más poderosas, permite elaborar pronósticos críticos, adelantar hipótesis sobre el futuro sin determinismos, sin fatalismos. Es una herramienta magnífica para poner en claro cuánto depende el futuro de nuestra capacidad de acción organizada y revolucionaria. Como ningún otro método.
Contamos con el materialismo dialéctico como praxis, que en sí comporta la exigencia de su propia crítica y desarrollo, que implica también, elección crítica de método, praxis y desarrollo del método. No es un método cerrado, no es un método intocable y esa es una de sus riquezas y rigores. Es en el «campo» de la filosofía donde se concitan los nervios teórico-metodológicos de muchas ciencias o disciplinas que no le temen al «rigor» científico, que entienden por «rigor» la búsqueda infatigable y colectiva de la verdad, que no acepta ideas monolíticas, que no tiene santuarios a la «forma» lógica por la «forma» misma, que no dota a la razón de poder demiúrgico y que no rinde pleitesía a ninguna entidad o voluntad extraterrestre. Pero rigor implica rigor ético, también. No sólo rigor con las «formas» lógicas, con los razonamientos abstractos, con los datos aislados. Rigor implica exigencia al máximo del entendimiento y de la responsabilidad que produce entender los hechos, responsabilidad que invariablemente nos conduce a la práctica a la acción y en rigor, si se es coherente, intervenir rigurosamente.
Si pudiésemos ofrecernos el materialismo dialéctico como herramienta de nuestro trabajo cotidiano como parte de la clase trabajadora, como trabajadores de la filosofía, hacia un programa socialista, daríamos un paso decisivo en la lucha por la transformación social. Nos daríamos la oportunidad de combatir toda indiferencia contra el pensamiento y el sentimiento de los trabajadores. Podríamos romper muchos aislamientos y hacer más poderosas y confiables nuestras ideas que deben tener por base lo que piensan los trabajadores más insurrectos, más avanzados, cuáles son sus simpatías y su estado de ánimo. Ahí el materialismo dialéctico es una herramienta de trabajo concreto y práctico, ahí está su fuerza mejor y es imprescindible adaptar el método a las condiciones concretas de los trabajadores sin abandonar los principios más rigurosos del materialismo dialéctico. Haríamos filosofía de verdad.
Contamos con materialismo dialéctico para forjar confianza en nuestras ideas, no porque haya que aprenderlas de los libros sino porque habrá que madurarlas desde nuestras luchas, ayudados, si se ponen a modo, por los aportes teóricos y prácticos más aventajados que sean capaces de caminar codo a codo y no como «gurues» ni Mesías. El materialismo dialéctico es un método dúctil y adaptable a problemas muy diversos, es una combinación de ideas muy precisas y rigurosas con aplicaciones muy accesibles y participativas. Todos pueden colaborar a su desarrollo bajo condiciones muy diversas según las exigencias de la hora. Es el método de la revolución socialista que la ayuda a ser victoriosa, no un estorbo formal que se adapta sólo a sus «presupuestos» abstractos. Debemos probarlo.
He aquí que contamos con el materialismo dialéctico para la toma de conciencia como trabajadores de la filosofía en el seno de organizaciones donde tenemos depositadas nuestras mejores esperanzas y esfuerzos. Ese es nuestro mejor territorio, crisol magnífico, no los «laboratorios» de saliva silogística, no los pasillos donde se besa la mano de las «vacas sagradas», no los anaqueles de las bibliotecas. Si hay algo que une a la humanidad, a lo largo de su historia, son nuestras luchas constantes para liberarnos de las opresiones y tomar control sobre nuestras vidas, la lucha para ser libres en el sentido concreto y colectivo de la palabra. Para contribuir a perfeccionar esa lucha el materialismo dialéctico se presenta como una herramienta no acabada, capaz de permitir, y exigir, su perfeccionamiento paulatino, probado y provisional siempre. Como ningún otro. Método que no opera fuera de la realidad, método para la superación del capitalismo decrépito y la construcción del socialismo en manos de los trabajadores, (incluidos los trabajadores de la filosofía) por sus propias manos, como parte de su hacer y de su hacerse a sí mismos, como logro de los trabajadores que posibilitarán un desarrollo mucho mayor de la ciencia, la cultura, la educación… que harán avanzar a la humanidad mucho más rápidamente. Y eso nos urge. ¿Tomamos un cafecito?
1 filosofía. En la primera acepción del Diccionario de la Lengua Española se define limitadamente: (Del lat. philosophĭa, y este del gr. φιλοσοφία). 1. f. Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano. http://www.rae.es/
2 La palabra «filosofía» proviene de las raíces griegas: philos (amor) sofos (sabiduría). Colegimos que filosofía significa «Amor a la Sabiduría»: http://etimologias.dechile.net/?filosofi.a
3 «Algunos filósofos están preparados para hacer frente a grandes novedades de la cultura, y otros no. Los primeros intentan mantenerse al día con algunas disciplinas, mientras que los segundos prefieren refugiarse en el pasado. Siempre ha ocurrido así, y es presumible que así seguirá ocurriendo. Lo que importa es la calidad de los innovadores y las oportunidades que tengan para investigar libremente. En la Revolución Científica (y Filosófica) del siglo XVII participaron solamente unas 200 personas, entre ellas Galileo, Descartes, Kepler, Harvey, Gilbert, Boyle, y sus discípulos. Los filósofos puros que vinieron después, en particular Berkeley, Hume y Kant, fueron contrarrevolucionarios, puesto que volvieron a poner al sujeto cognoscente en el centro. Es triste constatar que, salvo excepciones (como Aristóteles y Descartes), los filósofos han ido contra el progreso.»
4 La declaración de los científicos: Restaurar la integridad de la ciencia A principios del año pasado, 62 científicos de Estados Unidos, alarmados por la naturaleza, amplitud y alcance de los ataques a la ciencia, circularon y publicaron la declaración conjunta Restaurar la integridad de la ciencia al proceso político . Condenaron aspectos claves de los ataques a las ciencias y pidieron parar inmediatamente » la distorsión del conocimiento científico por fines políticos partidarios» Hasta la fecha, unas 6,000 personas de todos los campos científicos han firmado la declaración: 48 premios Nóbel, 62 ganadores de la Medalla de Ciencias, 135 miembros de la Academia Nacional de Ciencias e incluso asesores científicos de varios ex presidentes republicanos. Para apoyar la declaración, la Unión de Científicos Preocupados (UCS, siglas en inglés) publicó un informe detallado. La UCS se dio cuenta de la naturaleza sistemática y extensa de los ataques en todas las esferas de política oficial cuando contrató a un experimentado periodista para examinar y verificar unas acusaciones. El informe saca a la luz muchísimos casos de «enorme indiferencia al estudio científico… censura y distorsión del análisis científico y manipulación del proceso científico… [y] distorsión del conocimiento científico». También, ofrece «nuevas pruebas del uso de criterios políticos para seleccionar a miembros de grupos de asesoría científica».Los científicos se han visto obligados a aceptar los intereses de las corporaciones y un proyecto cristiano fundamentalista… Como se vio en Kansas, la naturaleza misma de la ciencia está en tela de juicio: ¿aceptaremos «explicaciones naturales» o narrativa bíblica? ¿El método científico de basarnos en la realidad o basarnos en preceptos metafísicos y dogma religioso? El debate evoca los tiempos de Galileo, cuando a los científicos los torturaron y los asesinaron por llegar a verdades opuestas a la doctrina de la iglesia… Muchas veces, cuando los resultados han entrado en conflicto con metas políticas, la administración ha manipulado el proceso de llegar a conclusiones científicas. Hace esto colocando en puestos oficiales o en comités científicos de asesoría a personas sin calificaciones profesionales o que tienen un conflicto de intereses evidente; disolviendo los comités de asesoría existentes; haciendo censura y suprimiendo los informes de científicos del gobierno mismo; o simplemente negándose a buscar asesoría científica independiente. Otras administraciones han llevado a cabo este tipo de prácticas en alguna ocasión, pero no de una forma tan sistemática ni tan amplia. Lo que es más, al abogar por políticas que no son sólidas científicamente, a veces la administración ha tergiversado el conocimiento científico y ha engañado a la opinión pública sobre las implicaciones de sus políticas… En varias esferas de política, la administración ha minado la calidad y la independencia del sistema de asesoría científica y la moral del excelente personal científico que tiene a su disposición. http://www.ucsusa.org/
5Crisis de la cosmología Autor: Harry Nielsen Fecha : (10-Enero-2006 ) http://www.elmilitante.org/index.asp?id=muestra&id_art=2441
6 La Jornada: Jueves 31 de marzo de 2005 CAROLINA GOMEZ MENA: Desde la década de los 90 ha crecido la fuga de cerebros, revela estudio de la OIT Científicos y universitarios de países pobres emigran al primer mundo Esta movilidad frena el avance tecnológico de estos Estados y crea «círculos viciosos» Releva que 47% de los extranjeros que logran un doctorado en EU se queda allá Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que la cantidad de científicos e ingenieros que han abandonado sus países de origen hacia naciones industrializadas en busca de mejores opciones de trabajo, de ascenso y de remuneración, equivale a cerca de un tercio del número de los que se quedan en sus países de origen, lo cual provoca una merma importante del capital humano para estos rubros, el cual es «indispensable para la productividad y el crecimiento económico» de las naciones pobres. En su estudio En busca de un compromiso equitativo para los trabajadores migrantes en la economía globalizada, la OIT plantea que por lo menos hay «400 mil científicos e ingenieros de naciones en desarrollo» que trabajan en actividades de investigación y desarrollo en las naciones del primer mundo, y 1.2 millones siguen laborando en su país. En el apartado «Emigración de personas calificadas: fuga de cerebros», este organismo internacional expone que desde principio de la década de los 90 la movilidad de trabajadores muy calificados está aumentando de manera constante, ante la creciente demanda mundial de especialistas, del avance de la globalización y del espectacular desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. Advierte que la fuga de cerebros no sólo puede frenar el avance tecnológico de un país en ciertas circunstancias y dependiendo de la magnitud, sino que también puede «engendrar círculos viciosos», por ejemplo, en la atención de aspectos tan importantes como la salud, y cita que la emigración de médicos y enfermeras africanos está «menoscabando el nivel de la atención de salud» en ese continente, justo en el momento en que es más acuciante la necesidad de disponer de esa atención en razón del avance del VIH/sida. Subraya que en Ghana y en Jamaica los médicos formados en el propio país que trabajan en el exterior «son más numerosos que los que siguen ejerciendo en su país». En el análisis también se sostiene que la migración de estudiantes es un fenómeno precursor de la fuga de cerebros, y alude que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a principios del actual milenio poco más de «1.5 millones de estudiantes extranjeros cursaban estudios superiores en los estados miembros, y que de ellos más de la mitad eran procedentes de países ajenos a la OCDE, de este total casi medio millón estaba en Estados Unidos, un cuarto de millón en el Reino Unido y en Alemania alrededor de 200 mil». Tras acotar que una proporción importante de los estudiantes acaba siendo inmigrante permanente, alude que aproximadamente «47 por ciento de las personas nacidas en el extranjero que completan un doctorado en Estados Unidos se quedan en este país». Aspectos positivos Pero la OIT destaca que cuando el éxodo tiene retorno se «desencadenan diversas fuerzas que pueden promover el crecimiento económico por un efecto de retroacción, pues los migrantes al regresar traen sus calificaciones y su experiencia laboral del extranjero impulsando con ello el aumento de la productividad». De igual forma, refiere que «por sí sola la perspectiva de conseguir ingresos más altos gracias a la migración puede incitar a invertir más de lo previsto en educación, tanto pública como privada», pero ello realmente depende de las condiciones de cada país. Al citar que también las naciones desarrolladas «promueven la inmigración de profesionales mediante mecanismos de contratación y sistemas de selección que facilitan su entrada», y que esos sistemas de selección consiguen «atraer a los más brillantes y competentes de los países en desarrollo», la OIT señala que en el decenio pasado las personas que habían inmigrado a Estados Unidos procedentes de países en desarrollo tenían en promedio un nivel de educación «dos veces superior al de sus compatriotas que seguían viviendo en su país», un ejemplo de ello lo fueron los jamaicanos, ya que a principios de esta década había «3.7 veces más jamaicanos de nivel universitario en Estados Unidos que en su propio país». http://www.jornada.unam.mx/2005/mar05/050331/a02n1cie.php
7 La jornada de Huelga General que se ha llevado a cabo el 8 de noviembre en los institutos de todo el Estado ha sido un rotundo éxito. A pesar de la actitud boicoteadora de Juntas Directivas reaccionarias de decenas de institutos y del escandaloso silencio mediático en el que varios medios de comunicación han sumergido a la Huelga, el 98% de los estudiantes hemos secundado la Huelga General en los institutos públicos. Se han celebrado más de 40 manifestaciones en todo el Estado. Las más importantes se han dado en Barcelona, con 15.000 estudiantes; en Madrid, con más de 12.000 estudiantes; en Sevilla, con 2.500; en Valencia y en Cádiz, con 2.000; en Tarragona, con 1.200 estudiantes; en Salamanca, con 1.000 estudiantes… Además se han sucedido decenas de manifestaciones y concentraciones en ciudades de todo el Estado con cientos de estudiantes: Málaga, Iruña, Palma de Mallorca, Gijón… y así hasta más de 40 ciudades y pueblos. Madrid, a 8 de noviembre de 2005. http://militante.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=275&Itemid=145
8 «Los estudiantes hemos luchado ante cada ataque que la burguesía pretende imponer en la educación, lo demostraron las luchas de 1968, de la década de los ochentas, y más reciente la huelga de la UNAM 1999 – 2000; los estudiantes no somos una clase social, el movimiento estudiantil luchar por la defensa de la educación, pública, gratuita, científica y de calidad y a su vez debe de servir para fortalecer e impulsar el movimiento de los trabajadores, pues estos son los que son los destinados a transformar la sociedad… Por la construcción de una organización estudiantil a nivel nacional, que sea estable, democrática, combativa y con carácter de clase…. Que un porcentaje de dinero que se destina al pago de la deuda externa y al IPAB (Fobaproa) sea invertido en la educación. 10% del Producto Interno Bruto a la Educación. Participación directa de los estudiantes, padres de familia, profesores y trabajadores en la toma de decisiones al interior de las escuelas y Universidades. Eliminación de los exámenes de selección en todos los niveles escolares. No a las cuotas y por el aumento de matrícula. Un puesto digno al terminar los estudios. Nacionalización de la banca, la Tierra, y las grandes compañías, sin indemnización y puestas bajo control obrero, como única posibilidad de llevar acabo una campaña de creación de nuevos puestos escolares, escuelas infantiles, de educación básica, media y superior para satisfacer las necesidades básicas. ¡En este 2006 no basta con votar es necesario organizarnos y luchar!¡Este 2006 ni un voto al PRI, ni un voto al PAN, por un programa socialista! http://militante.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=29&Itemid=37
9 Son las palabras de Jesucristo en la cruz poco antes de morir. Se suele traducir por «Todo se ha cumplido». http://inicia.es/de/aforismos/aforismos_2_religion.htm
10 «Mario Bunge: la filosofía no ha muerto, pero está gravemente enferma»: Revista electrónica Tendencias.
11 Los filósofos burgueses modernos se imaginan que han liquidado la vieja filosofía (o metafísica, como suelen llamarla desdeñosamente), pero su victoria imaginaria es como la de aquel sastrecillo valiente de los hermanos Grimm, quien mató a siete de un golpe. Las siete víctimas del sastrecillo fueron de hecho, moscas, no hombres. Nuestros filósofos modernos son, para usar una expresión alemana, simples flohknackers. («Aplasta pulgas», hasta donde sé, parece que es un término acuñado por Lenin, refiriéndose a un papanatas profesor universitario en Materialismo y Empirocriticismo. N. del T.) Actualmente, se han reducido a atrincherarse en la retaguardia, peleando con una táctica desesperada, la cual consiste en la disolución total de la filosofía, reduciéndola enteramente a la semántica (estudio del significado de las palabras). Mientras las reglas formales fueran obedecidas, el contenido podría ser tan absurdo como se quisiese. El hecho de que a todo este jaleo, este fraude y todo este juego de palabras pueda dársele el nombre de filosofía es a todas luces, una prueba de qué tanto ha decaído el pensamiento burgués moderno. Para el intelectual burgués, la única realidad sólo consiste en las palabras. Para él, realmente sucede que «en el principio fue la Palabra y la Palabra fue con Dios y la Palabra era Dios».Allan Woods: Prólogo a la edición mexicana de Razón y Revolución http://argentina.elmilitante.org/index.asp?id=muestra&id_art=1454
12 «Pero para liquidar una filosofía no basta, pura y simplemente, con proclamar que es falsa. Y una obra tan gigantesca como era la filosofía hegeliana, que había ejercido una influencia tan enorme sobre el desarrollo espiritual de la nación, no se eliminaba por el solo hecho de hacer caso omiso de ella. Había que «suprimirla» en el sentido que ella misma emplea, es decir, destruir críticamente su forma, pero salvando el nuevo contenido logrado por ella».F.Engels.
13 Prólogo a la edición mexicana de Razón y Revolución http://argentina.elmilitante.org/index.asp?id=muestra&id_art=1454
14 Universidad Nacional del Litoral: Alternativa al monopolio Los científicos que impulsan la organización de la Public Library of Science sostienen que se trata, fundamentalmente, de un repositorio público que pretende evitar cualquier tipo de monopolio sobre la información científica -ya sea de una revista, de un cartel de revistas, de una asociación científica o gubernamental- y que en consecuencia intenta garantizar que no se incurra en censura o abuso de poder. Luego de aclarar que no se espera que las propias revistas financien el costo de la digitalización de su material impreso, el artículo termina sosteniendo que en 10 años, la habilidad de hacer ciencia habrá sido enormemente enriquecida, y todos nos maravillaremos al pensar cómo fue posible hacer ciencia sin tales archivos… ya que la posibilidad de disponer de toda la literatura científica en un formato común estimula el desarrollo de alternativas más sofisticadas de empleo de la información. Finalmente, y como desarrollo operativo para consolidar la alternativa ante el poder editorial vigente, los científicos rebeldes -entre los que se incluyen muchos Premios Nobel- invitan a que, a partir de setiembre de 2001, los científicos envíen sus artículos y compren suscripciones únicamente a aquellas publicaciones que hayan garantizado la liberación irrestricta de los derechos de todos los reportes de resultados científicos originales, publicados dentro de los seis meses de la fecha de su publicación. Puede parecer una puja o discusión meramente comunicacional, centrada sobre la tenencia y administración informativa, pero en el fondo constituye un debate sobre el poder y su proyección en un mundo signado por el conocimiento, pero también, paradójicamente, jalonado por la injusticia, la pobreza, el hambre y la exclusión. http://www.unl.edu.ar/artcyt/280401.htm
15 Científicos contra el ataque bushista a la ciencia… El gobierno de Bush está en una ofensiva contra la ciencia y no es una exageración decir que la Tierra corre peligro. Miremos el calentamiento global: el impacto de esto puede ser catastrófico para el planeta, con inundaciones de costas y una drástica escasez de agua potable para miles de millones de personas. Sin embargo, el gobierno de Bush suprime y distorsiona la evidencia científica sobre su naturaleza y sus causas porque no ve más allá de las ganancias a corto plazo de la industria energética. El gobierno de Bush está redefiniendo especies de peces, fauna y flora para afirmar que las especies en peligro de extinción han mejorado y que no hay que protegerlas. Los científicos del ambiente y biólogos gubernamentales que publican o apoyan investigaciones que protegen la ecología, contra los intereses corporativos, sufren represalias. Por otra parte, la moral tradicional y el proyecto de «fe» fascista-cristiano fomentados por Bush están delimitando el alcance de la investigación científica. Por ejemplo, la investigación de células tronco ofrece la posibilidad de curar enfermedades degenerativas y mortales como Alzheimer y Parkinson. Sin embargo, Bush eliminó los fondos destinados a dicha investigación por la doctrina cristiana fundamentalista de que un embrión, la fuente de células tronco, es una vida humana completa. En cuanto al SIDA y el VIH, bloquean los estudios de prevención que mencionan palabras como «relaciones sexuales anales», lo que podría llevar a un genocidio debido a la propagación epidémica del SIDA y VIH en África y otras partes del mundo. En varias ocasiones, los bushistas han impuesto ideas fundamentalistas cristianas en las páginas web de organismos oficiales de salud, ante oposición científica. Por ejemplo, en la página web del Instituto Nacional de Cáncer se publicó que el aborto puede causar cáncer del seno, lo que no es cierto. La afirmación suscitó grandes protestas de parte de científicos y del público y, a la larga, el Instituto se vio obligado a quitarla. La administración de Bush excluye de importantes grupos oficiales de asesoría científica a investigadores que no están de acuerdo con sus políticas. La afiliación política está reemplazando la trayectoria científica como criterio para obtener un puesto oficial en las ciencias. Los fundamentalistas cristianos están infiltrando cada vez más los equipos científicos que supervisan asuntos de salud reproductiva, donde fomentan el proyecto teocrático a expensas de la salud de la mujer. La industria tiene representantes en los equipos científicos que asesoran al gobierno sobre temas como el nivel de plomo aceptable en las pinturas comerciales y el impacto ambiental de la minería de tajo abierto… http://rwor.org/a/005/cientificos-contra-ataque-bushista-s.htm
16 BARCELONA.- Un total de 2.050 científicos han firmado un manifiesto contra la militarización de la investigación científica española y que solicita al Gobierno que los recursos destinados a Investigación y Desarrollo militar se transfieran a programas de I+D con finalidades sociales y civiles. El manifiesto, impulsada por la Fundación por la Paz, la Federación Española de Ingenieros sin Fronteras y más de 40 ONG y diversos colectivos de todo el país, reclama al Gobierno un cambio de orientación y que se dé prioridad a la investigación civil, según ha anunciado la campaña «Por la Paz: Basta de investigación militar», que se encarga de la recogida de firmas. Las mismas fuentes han destacado que el número de científicos objetores a la investigación militar se ha duplicado en un año, «lo que pone de manifiesto el gran malestar existente entre la comunidad científica por la situación en la que se encuentra la investigación en España». Los firmantes, que trabajan en 43 universidades, 38 de ellas españolas, en 18 centros e institutos de investigación y en tres departamentos de I+D de empresas privadas, se han comprometido además a no participar en ninguna investigación de carácter armamentística o militar. España, el que más invierte tras EEUU Según la OCDE, España es el segundo Estado desarrollado que más invierte en I+D militar, sólo superado por EEUU, y, además, desde 1995 la investigación con fines militares se ha incrementado en un 475%. También asegura que en el año 2004 el Gobierno dedicará el 32% del presupuesto público para I+D a programas militares, y esta inversión supone tres veces más que el gasto dedicado a programas de financiación de I+D para universitarios y centros públicos de investigación. Entre los 1.047 nuevos científicos que están en contra de la investigación militar figuran Santiago Dexeus, director del Institut Dexeus y de la cátedra de Investigación en Obstetricia y Ginecología de la UAB; Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria de la URL y director del programa de Atapuerca; y Angel Pellicer, catedrático del Departamento de Patología y del New York University Cancer Institute. También se han sumado Manuel Guzmán, profesor de la facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid; Pedro Arrojo, doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Zaragoza y director de la Fundación Nueva Cultura del Agua. Entre el primer grupo de firmantes que el año pasado se posicionaron en contra de la investigación militar destacaron Carles Solá, catedrático de Ingeniería Química; Josep Egozcue, catedrático de Biología Celular, Xavier Rubert de Ventós, catedrático de Estética; y Jordi Camí, catedrático de Farmacología. También está en contra de la investigación militar Federico Mayor Zaragoza, bioquímico y ex director general de la Unesco, que fue el primer firmante del manifiesto. http://www.elmundo.es/elmundo/2004/02/18/ciencia/1077107850.html
17 Chau Darwin: Julio Algañaraz. (Artículo publicado originalmente en el diario «Clarín») ROMA. CORRESPONSAL.. Aunque parezca increíble, y lo es, el gran científico inglés y su teoría de la evolución de las especies, considerada una de las bases de la ciencia, han sido expulsados de las aulas italianas. Sin aviso ni explicaciones, el Ministerio de la Instrucción Pública quitó la enseñanza del evolucionismo y de la figura e importancia de Charles Darwin del plan de estudios para los alumnos de 13 y 14 años. Los adolescentes recibirán lecciones sobre la historia humana de acuerdo a la única teoría considerada «correcta» por los ultramontanos: la historia bíblica de la Creación. «No lo puedo creer, estamos dando un salto hacia atrás impresionante», afirma desconsolado el profesor Renato Dulbecco, premio Nobel de Medicina. Lo mismo dice Rita Levi Montalcini, otro premio Nobel de Medicina italiano, que con científicos de la talla de la astrofísica Margherita Hack, el genetista Bruno Dallapiccola y otros, publicaron una protesta en los medios de comunicación. La decisión de cancelar la teoría de la evolución de Darwin de las escuelas medias es «estúpida y antihistórica», afirma Dallapiccola. http://www.clarin.com/diario/2004/04/28/i-02301.htm