Los gobiernos neoliberales que se han sucedido en los últimos 16 años en Nicaragua, han encontrado en el desarrollo de la Zona Franca (maquila) el instrumento adecuado para crear los nuevos empleos prometidos en sus campañas electorales. Ese crecimiento ocupacional, sin embargo, ha provocado también la sistemática violación a los derechos humanos, laborales y sindicales […]
Los gobiernos neoliberales que se han sucedido en los últimos 16 años en Nicaragua, han encontrado en el desarrollo de la Zona Franca (maquila) el instrumento adecuado para crear los nuevos empleos prometidos en sus campañas electorales. Ese crecimiento ocupacional, sin embargo, ha provocado también la sistemática violación a los derechos humanos, laborales y sindicales de la mano de obra local, que sigue siendo la más barata de la región centroamericana.
Pedro Ortega es dirigente sindical de la Mesa Laboral de Sindicatos de la Maquila (MLSM), organización que reúne a diferentes federaciones sindicales que operan en el sector, y dialogó con Sirel para explicar los cambios registrados durante los últimos años en las maquilas nicaragüenses.
-¿Cuáles han sido las transformaciones de la maquila en los últimos años? -Hubo un aumento de las empresas que están trasladando su producción a Nicaragua. Actualmente son unas 70 compañías que emplean a más de 75 mil trabajadores y trabajadoras. Ha habido también un nuevo fenómeno que es la descentralización de estas empresas. La tendencia es a alejarse de la ciudad e instalar las nuevas empresas en las zonas rurales, privilegiando sobre todo las zonas de Rivas, Granada, Masaya y las zonas cercanas a Managua.
Esta nueva estrategia es parte de la política de desarrollo de este gobierno neoliberal, y también de lo previsto por el Plan Puebla-Panamá (PPP).
-¿A qué se debe esta nueva estrategia? -A que en la zona rural existen índices de desempleo y pobreza mucho más elevados que en la ciudad. Los empresarios consideran también que la mano de obra campesina es más «dócil» por tener niveles más bajos de escolaridad.
La presencia de una mano de obra muy barata, la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA), y la perspectiva de mayores ganancias, están atrayendo a nuevas empresas, muchas de las cuales están abandonando a los países vecinos como Honduras y El Salvador.
La mayoría de estas empresas sigue siendo de capital asiático (Taiwán y Corea del Sur), pero se está intensificando la presencia de empresas estadounidenses y se está desarrollando también un nuevo fenómeno, para tratar de crear en un sólo país todo el proceso productivo, comenzando de la siembra del algodón hasta llegar al producto textil terminado.
-¿Existen ya ejemplos de empresas que están instalando todo el proceso productivo? -El próximo año, una empresa estadounidense y el Consorcio Nien Hsing, dos de las más grandes empresas de maquila a nivel mundial, inaugurarán un nuevo complejo en la zona de Ciudad Sandino y Mateare, a pocas decenas de kilómetros de Managua, experimentando este nuevo método de producción completa. Si por un lado esta nueva fase de la maquila en Nicaragua podría subir en poco tiempo el número de trabajadores, hasta llegar a 100 mil personas, por el otro nos va a exigir una mayor atención a lo que ese fenómeno implicará en términos de contaminación ambiental.
No hay que olvidar que todavía son muy recientes los desastres ecológicos provocados por el uso de los pesticidas en la siembra de algodón, y las pésimas condiciones de trabajo que se les imponí