El sufrimiento duele pero hace crecer. Sin buscarlo sufrimos y sufrimos mucho. La Guerra Fría se libró en nuestros países, luchas fratricidas que aún se reflejan en la vida social de nuestras naciones. Experimentos maléficos con las delirantes teorías neoliberales se apropiaron de nuestra realidad. Nos impusieron una deuda externa innecesaria, perversa e impagable que engrosó los bolsillos de los que no necesitan y esclavizó al pueblo.

Pero hoy gracias a la conciencia del pueblo y al influjo de nuevos próceres, próceres de nuestro tiempo, los pueblos de América Latina y el Caribe se han puesto de pie.

Nosotros crecimos, nosotros aprendimos que la felicidad no está en la patología tan generalizada en el Norte rico, riqueza y poder. Aprendimos que la felicidad es algo más cercano al pueblo, es la solidaridad, es el afecto, es la ayuda desinteresada a los que nada tienen. Sabemos que los explotados han sido deshumanizados y que al tenderles las manos nos pueden agredir, pero esa agresión ha sido creada por la explotación de siglos y sabemos manejarla.

Hoy América Latina y el Caribe son la esperanza de la humanidad porque han emprendido otro camino revolucionario.

Los propulsores del ALCA, los imitadores de la Unión Europea deben avergonzarse ante la clara idea del ALBA. No son inteligentes, son dogmáticos, nunca la Unión se logrará con la competencia, con la obsoleta mentalidad de Mercado. El ALBA surge como algo nuevo, que rompe con los dogmatismos económicos. El ALBA une con complementación, con solidaridad, con concertación para definir políticas comunes. El ALBA ha proclamado el fracaso del Mercado como regidor de nuestras vidas. Pero el ALBA es solo una muestra de algo más grande, es la muestra de la voluntad de que nuestra América sea el sueño de Bolívar, la Patria Grande.

Por eso hoy levantamos la voz y decimos. No nos interesan, es más, nos indignan, las ofertas con la que Bush y su camarilla vienen a engañarnos. Nada tienen que hacer en nuestra América. Es patético comprobar que pese a los adelantos tecnológicos sean tontos, sean cretinos intelectuales y morales.

No nos interesa su Libre Comercio, no nos interesan sus migajas manchadas de sangre, no nos interesa la estúpida idea de que ponen a nuestra disposición el mercado USAmericano. Ya no somos tontos, crecimos, el Libre Comercio, si algo les quedara de inteligencia, es un absurdo que solo sirve a los poderosos. Sus ventajas para todos los actores es una mentira colosal que lanzó el Imperio inglés para su conveniencia y que hoy sigue usando el Imperio USAmericano.

No queremos ser como ustedes, consumistas, individualistas, con los solos valores del poder y el dinero. No los queremos. Son una visita no grata.

No hay ingenuidad en nuestras mentes. Las guerras siempre fueron desvaríos de las mentes humanas. Sabemos que siempre se torturó. Sabemos que siempre se mintió. Lo que hoy nos saca de quicio es que ustedes no tengan vergüenza que lo que siempre se hizo calladamente y en secreto, hoy sea conocido por los medios de comunicación que todavía hacen negocios con las macabras noticias e imágenes del sufrimiento humano. Nos sorprende y nos indigna la soberbia de mostrar al mundo que no les importa que sepamos que han torturado niños de 12 años en Guantánamo, que hayan invadido y que mantengan prisioneros a pueblos inocentes como Afganistán e Irak. Qué tengan la prepotencia y la soberbia de proclamar a todos los vientos que para nada sirven y que ellos no cumplen los Convenios de Ginebra.

Nada tenemos en común. Sabemos que vienen por nuestro Acuífero Guaraní. Sabemos que nuestras vidas no les importan.

¡Fuera Bush y su comitiva de nuestra América! Váyanse con el agua, comida y coches con los que viajan porque en última instancia solo tienen miedo.

(*) Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística.