Ben Bernanke sostuvo que Estados Unidos va a crecer poco a raíz de la crisis generada en el sector financiero. Argentina ya padeció esta frase ¿El ajuste es para todos?
La admisión que se aguardaba se concretó el jueves de San Valentín: el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, afirmó que las perspectivas económicas de su país se habían deteriorado debido a los problemas en el mercado financiero y que existe la posibilidad de un empeoramiento mayor al esperado.
Bernanke preside el equivalente al banco central en la mayor potencia mundial. En agosto de 2007, estalló una crisis en el sector financiero estadounidense originada en el otorgamiento gracioso de préstamos a familias y empresas con mal historial de pagos. Desde entonces, la pregunta del millón es en qué grado va a afectar a la economía real, la que crea bienes y servicios.
El titular de la Fed advirtió a los estadounidenses que «deberán ajustarse los cinturones» en los próximos meses para encarar los problemas que enfrenta la economía de su país, aunque descartó que se llegue a una recesión. Esta frase es conocida por los argentinos que vivieron el gobierno del presidente Arturo Frondizi (1958-62).
Frondizi había accedido a la presidencia de la Nación en 1958 gracias al apoyo del ex presidente Juan Domingo Perón (1946-55, 1974). Cuando las fuerzas ultraconservadoras derrocaron a este último en 1955, prohibieron la participación política de su partido, el Partido Justicialista (PJ). Ambos políticos llegaron al siguiente acuerdo: Frondizi debía permitir la participación del PJ en las elecciones posteriores, y Perón ordenaba a sus seguidores votar por el político originario del radicalismo.
Las presiones de los militares y la falta de decisión del propio Frondizi llevaron a que, una vez en el Poder, abandone el acuerdo con el líder peronista, y nombre como ministro de Economía y Trabajo a un acérrimo enemigo: Alvaro Alsogaray. El país sufría una alta inflación, y el flamante funcionario lanzó un programa económico de raíz neoclásica o neoliberal consistente en enfriar la economía hasta que todo pase. La frase con la que se dirigió a los argentinos fue «hay que ajustarse el cinturón para pasar el invierno». De más está decir que el ajuste lo pagó la mayoría de la población, en tanto los sectores más acomodados continuaron con sus negocios como si nada hubiese pasado.
Ahora es el propio presidente de la Fed quien en una presentación ante el Comité de Banca del Senado repitió esta frase. Junto con el secretario del Tesoro, Henry Paulson, el jefe del banco central estadounidense dijo prever un período de «crecimiento lento», seguido por un repunte en la segunda parte del año. Dicho esto, se comprometió a actuar para «apoyar el crecimiento».
«La perspectiva de la economía ha empeorado en los meses recientes, y la baja de su crecimiento ha aumentado», dijo Bernanke ante la comisión de la Cámara Alta en Washington.
El responsable de la política monetaria estadounidense anticipó que preveía un período de «crecimiento lento», seguido por un repunte en la segunda parte del año, tal como lo había afirmado el presidente George Bush en varias oportunidades. La información aportada por las agencias de noticias completa que no obstante, alertó de «la posibilidad de que el mercado inmobiliario o laboral se deterioren más que lo anticipado, o que las condiciones de crédito se endurezcan sustancialmente más».
Todo parece indicar que el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal está inclinado a bajar de nuevo las tasas de interés en su próxima reunión, el 18 de marzo, como prevé la mayoría de los analistas. Al respecto, Bernanke dijo que el Comité «actuará a tiempo en la forma en la que sea necesario para apoyar el crecimiento y proporcionar una cobertura adecuada frente a los riesgos».
La Fed ya había recortado las tasas de interés en un 1,25 por ciento el mes pasado y los mercados de futuros cuentan con un recorte adicional de al menos medio punto porcentual en marzo. En el sector de la vivienda -un sector de la economía real- Bernanke alertó de que es probable de que se registren reducciones adicionales en la construcción.
«En parte como resultado de los acontecimientos en los mercados financieros, las perspectivas económicas han empeorado en los últimos meses y han aumentado los riesgos a la baja para el crecimiento», afirmó Bernanke.
La experiencia argentina (muy distinta a la de Estados Unidos) indicó que, tras ajustarse los cinturones, los argentinos la pasaron mal. Hasta podríamos afirmar que desde entonces tenemos los cinturones ajustados y a la espera de tiempos más venturosos. Pero si los resultados son similares, en su condición de superpotencia económica global, las consecuencias van a ser muy duras para todos.
Aunque las ideas de Alsogaray no tienen asidero en Estados Unidos -se trata de un liberalismo para naciones dependientes- el oír esa frase asusta a unos cuantos memoriosos y lectores de historia argentina.