Traducido para Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens
En 2003 escribí lo siguiente: «Si de verdad nos preocupa la paz del mundo debemos alcanzar un equilibrio de poder y, para ello, los pueblos oprimidos han de tener acceso al armamento más avanzado… El equilibrio de poder es la única vía para la paz.»
Hoy, cuando Israel y los grupos de presión que lo apoyan están haciendo todo lo posible por arrastrarnos a una tercera guerra mundial, creo necesario repetirlo. La única manera de librar al Oriente Próximo y al mundo entero de otro ciclo sangriento es dejar que los iraníes obtengan su juguete nuclear. Pero la cosa va incluso más lejos, pues la única manera de salvar al Estado judío de su feroz exhibición de omnipotencia beligerante es permitir que Irán entre lo más pronto posible en el club nuclear. Lo único que puede enfriar el genocida entusiasmo sionista es un abrumador poder de disuasión iraní.
Y no sólo de Irán. La única manera de traer la paz a la región es proporcionar a Siria, a Hezbolá y a Hamas el armamento necesario para que los israelíes se lo piensen dos veces. Los israelíes adoran castigar a sus enemigos, pero detestan que les paguen con la misma moneda. En cuanto sepan que se exponen a su propia destrucción, no tardarán en hacer un trato y buscar la paz.
Pero Israel no es el único contrincante en este juego letal. Según el Sunday Times de Londres, «el presidente George W. Bush ha comunicado al gobierno israelí que puede estar preparado para aprobar un futuro ataque militar contra una planta nuclear iraní. […] A pesar de la oposición de sus propios generales y del escepticismo general ante la posibilidad de que USA esté dispuesto a correr el riesgo de las consecuencias militares, políticas y económicas de un ataque aéreo sobre Irán, el presidente ha dado ‘luz ámbar’ a un plan israelí de atacar las principales plantas nucleares de Irán con bombarderos de largo alcance.»
Desde luego, no son dementes lo que falta. Hace ya tiempo que sabíamos que el camino de Jerusalén a Washington está empapado de sangre, pero el argumento occidental para una guerra es bastante extraño, incluso divertido. Según nuestros analistas, el presidente Ahmadineyad es muy impopular entre su pueblo y no tardará en perder el poder. El editorial del Sunday Times nos informó ayer de que «el año pasado una encuesta realizada por un sitio web de Teherán entre 20.000 iraníes encontró que el 62,5% de quienes votaron por Ahmadineyad en 2005 no lo harán en las elecciones presidenciales del año próximo.» Me he quedado perplejo. Si esto es verdad, si el presidente iraní es un cadáver político, ¿para qué vamos a iniciar otra guerra mundial? ¿No sería mejor esperar varios meses y dejar que a Ahmadineyad lo eche su propio pueblo? Yo diría que el Sunday Times y nuestros muchos neocons no se creen sus propias mentiras.
En su editorial, el Sunday Times trata de dar la impresión de que Ahmadineyad está llevando a su pueblo a la guerra para desviar la atención de su propia incompetencia. «Con una inflación galopante cercana al 14% y un tercio de la población desempleada, el objetivo de Ahmadineyad de ‘poner las ganancias del petróleo en los platos de las familias iraníes’ es tan inalcanzable como siempre.»
La lectura que hace ahora el Sunday Times de los asuntos internos iraníes me parece tan increíble como la que hizo cuando el asunto de las armas de destrucción masiva de Iraq. Dicho lo cual, he de admitir que no vivo en Irán. De hecho, vivo en Occidente, en Londres para ser preciso. Y es en Londres donde percibo una angustia cada vez más grande ante las sombrías previsiones económicas. Es en Londres donde me entero de la quiebra de instituciones financieras occidentales muy importantes. Es en Londres donde detecto una recesión cada vez mayor y la amenaza de un colapso financiero.
Me pregunto si el erróneo análisis que hace el Sunday Times sobre Ahmadineyad no será más que una banal proyección [*]. Supongo que lo es y creo que sucede justamente lo contrario: son nuestros dirigentes occidentales quienes están cayendo en desgracia ante su electorado y sus ciudadanos. Son ellos quienes nos están metiendo en guerras para ocultar su desastrosa incompetencia, quienes están a punto de iniciar una guerra mundial sólo para encubrir el fracaso del sueño capitalista occidental.
Hay que ser ciego para no verlo.
Nota del traductor
[*] Para una descripción del mecanismo psicoanalítico denominado proyección, véase http://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Proyeccion.htm.
Artículo original publicado el 15 de julio de 2008
El escritor y traductor español Manuel Talens es miembro de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Su novela más reciente es La cinta de Moebius. El pasado mes de mayo apareció su libro de ensayos Cuba en el corazón.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.