He leído atentamente la réplica publicada en Rebelión (23/07/2010) a mi artículo «Mario Bunge» por parte del homónimo Doctor. Lamentablemente, debo observar que su lectura de mi crítica no ha sido tan atenta, por lo que su réplica incurre en errores debidos a malentendidos. El Dr. Bunge empieza diciendo que «la más seria de las […]
He leído atentamente la réplica publicada en Rebelión (23/07/2010) a mi artículo «Mario Bunge» por parte del homónimo Doctor. Lamentablemente, debo observar que su lectura de mi crítica no ha sido tan atenta, por lo que su réplica incurre en errores debidos a malentendidos.
El Dr. Bunge empieza diciendo que «la más seria de las acusaciones de mi crítico es que cometo la «falacia» de afirmar que algunos de los artículos que publicó el New York Daily Tribune con la firma de Karl Marx fueron escritos por su colaborador, amigo y benefactor Friedrich Engels». Pues bien, en ningún momento niego yo que eso sea cierto, la falacia que le adjudico al Dr. Bunge es tratar de deteriorar la imagen de Marx con esa aducción, al no especificar que fue el propio Engels quien le pidió a Marx realizar esas contribuciones, en un momento en que Marx tenía trabajos mucho más urgentes e importantes que llevar a cabo.
Comparto con el Dr. Bunge su visión de Althusser, y de la hagiografía marxista, pero estoy convencido, porque es lo que infiero de la naturaleza de sus comentarios sobre Marx (típicos de quienes no han profundizado en su pensamiento), de que no ha leído cabalmente el primer tomo de Das Kapital (especialmente el primer capítulo, en lo cual, a su pesar, coincidiría nada menos que con ¡Althusser!).
Mantengo, por otro lado, mi tesis de que el Dr. Bunge confunde a Marx con los marxistas; pues sus imputaciones a Marx de errores de otros (Engels, Lenin, etc.) no hace más que corroborarlo.
El concepto de alineación en Marx no tiene nada que ver con los alienistas: es, simplemente, la escisión de nuestra especie y la asunción de este hecho como lo natural, pasando a formar parte del contenido a priori de la ideología. Por otro lado, no sé qué tiene que ver la URSS con Marx (otro tópico en el que incurre el Dr. Bunge sistemáticamente).
El Dr. Bunge prosigue su réplica de modo indirecto, exponiendo sus 7 desacuerdos con Marx. El primero no es con Marx, sino con sus «seguidores», por lo tanto, ya son 6. El segundo es, simplemente, falso: Marx no era ningún devoto de Hegel; la prueba es que fue quien más aplaudió a Feuerbach cuando se atrevió a cuestionar al «gran maestro», además de que Marx ejerció una dura crítica y la llevó a cabo la negación de la dialéctica hegeliana. Quedan 5.
El tercero es sobre Engels (quedan 4).
Sobre el cuarto, cabe aducir la famosa cita de que una idea se transforma en una fuerza material cuando prende en las masas (quedan 3).
Add 5: efectivamente, Marx dijo que lo más urgente era transformar la realidad, pero también dijo que sin una buena teoría no puede haber una buena práctica (quedan 2).
Add 6: Marx bastante trabajo tuvo con gestionar la Internacional y diseccionar el capitalismo en su Das Kapital como para tener que diseñar la sociedad del futuro. Por lo que hace a las afirmaciones de Engels, no son imputables a Marx (queda 1).
Add 7: el típico tópico de confundir el concepto de dictadura del proletariado con las dictaduras unipersonales u oligárquicas (como la financiera que rige ahora el mundo entero) con lo que vigió, por ejemplo, durante el período de la Comuna de París: Francia nunca ha conocido mayor grado de democracia. «Dictadura del proletariado» simplemente significa que el proletariado (que no se trata de una camarilla o de un partido) debe tomar medidas para que la reacción no vuelva a tomar el poder, tal como trágicamente sucedió con la Comuna, puesto que la dictadura del proletariado fue demasiado blanda, y no actuó a tiempo para evitar el ataque de los versalleses ayudados por Bismark; mutatis mutandis, es lo que sucedió, también, en Chile o en España: las fuerzas progresistas no fueron lo suficientemente ágiles para actuar a tiempo contra la reacción (sin olvidar, por supuesto, que ni los fascistas chilenos ni los españoles estaban solos).
Quedan 0.
En consecuencia, el Dr. Bunge no discrepa de Karl Marx, sino quizás de su fantasma (que aún «recorre Europa»).
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