Recomiendo:
0

Carta de Antonio Guerrero desde la prisión

Cumpleaños en Florence

Fuentes: Segunda Cita

Queridos amigos: Ha sido inquietud de muchos saber cómo pase el día de ayer. A modo de respuesta aquí les hare una narración breve. Me levante antes de las 6 a.m, como todos los días. A mi compañero de celda lo levantaron a las 5 a.m, para su trabajo en la cocina. En cuanto abrieron […]

Queridos amigos:

Ha sido inquietud de muchos saber cómo pase el día de ayer. A modo de respuesta aquí les hare una narración breve.

Me levante antes de las 6 a.m, como todos los días. A mi compañero de celda lo levantaron a las 5 a.m, para su trabajo en la cocina.

En cuanto abrieron las puertas fui directo a chequear los correos. Eran 13, algunos con varios pegados, así que el total llegaba casi a los 20 mensajes. Luego recibí otros durante la jornada. Desde hace varios días ya venían llegándome felicitaciones. Por escrito me han llegado muchas, hasta desde Nueva Zelanda.

Una nota especial de emoción y cariño me brindaron mis compañeros del Aeropuerto de Santiago de Cuba, que se volcaron a escribirme mensajes individuales y colectivos.

Mi plan era terminar una pintura en acuarela y lo logre ya pasado el mediodía, trabajando toda la mañana en ella.

Fue un día irregular. Ocurrió un incidente en horas tempranas y nos mantuvieron todo el día en las Unidades de Dormitorios.

Hice varias llamadas cortas.

Cuando llame a mi hijo Tony estaba en una actividad en la Habana Vieja, donde a coro me cantaron felicidades. Luego pude hablar con mi madre y hermana que estaban en Matanzas. Brevemente Arleen y Luis Octavio me contaron lo que había en plan y todo el entusiasmo y cariño que allí reinaba hacia mis familiares.

Por supuesto, hable con mi hijo Gabriel, y nos felicitamos mutuamente, estaba muy contento al arribar a sus 18.

Menos mal que a mis 52 el corazón está bastante fuerte para resistir tantas emociones una detrás de la otra.

No he podido responder todos los mensajes. Creo que merecía un «descansito».
Me retire temprano.

Cuando esta todo el mundo dentro de la Unidad de Dormitorios es casi como un manicomio, unos gritan por el futbol americano y otros por el otro futbol, el balompié. Los hay que se arrebatan con las «peleas callejeras» que no parecen cosas de humanos. Los mas pacíficos quizás ven una película o juegan a las cartas o al ajedrez, aunque las mesas son pocas y no alcanzan para todos los que quisieran pasar su tiempo en un juego de mesa.

El ambiente estaba algo tenso, pero yo le preste mas atención a mis asuntos.
Terminé el día haciendo una llamadita de dos minutos para saber que mi madre había regresado bien, y estaba contenta, ni me habló de cansancio.

Me puse a leer, como todas las noches, sobre las 9 p.m. Leí muchas informaciones de Cuba y del mundo, y algunas de las recientes Reflexiones de Fidel.

Hay muchas maneras de pasar un día feliz y de dormir tranquilo. Así me sucedió ayer.
Gracias una vez más por todas las muestras de hermandad y cariño.

Aquí les va un poema que encontré entre mis papeles y es de un 16 de octubre hace 10 años (con algunos arreglitos).

UN PEQUEÑO DELIRIO

Con marcas de la sombra
agoniza este día.
Con su última mirada
la noche lo contempla
y sigue andando, y gira.
Por su silencio trepan como yedras
lejanas ceremonias nunca extintas,
marañas de caricias nunca añejas.

No es que quiera quejarme
pero el tiempo lo va cubriendo todo
con un barro
que va sellando un pacto
con todas las variantes del olvido,
y van quedando solo
conjeturas, vestigios,
referencias dudosas
de todo lo cuidado
en días imprecisos.

No obstante, sabemos tu y yo
que esto no puede ser definitivo,
más bien es una dicha,
un mensajero sueño
de lento itinerario,
un pequeño delirio,
y que valdrá la pena
sucumbir a la vida
de estas horas maduras y sombrías.

Cinco abrazos.
Venceremos.
Tony

17 de octubre de 2010
FCI Florence.

Fuente: http://segundacita.blogspot.com/2010/10/cumpleanos-en-florence.html