Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El último informe del Buró de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS) muestra 114.000 nuevos puestos de trabajo en septiembre y una bajada en la tasa de desempleo de 8,1% a 7,8%. Como 114.000 nuevos empleos ni siquiera bastan para corresponder al crecimiento de la población, la baja en la tasa de desempleo es el resultado de que no se haya contado a trabajadores desmoralizados, definidos como «no participantes en la fuerza laboral».
Según el BLS, «en septiembre 2,5 millones de personas estuvieron marginalmente incluidas en la fuerza laboral». Esos individuos «querían y estaban disponibles para trabajar» pero se les contó como desempleados porque no buscaron trabajo en las 4 semanas precedentes al estudio».
En otras palabras, 2,5 millones de estadounidenses desempleados no se han contado como tales.
El mercado bursátil subió debido a las falsas buenas noticias. Titular de Bloomberg: «ALas acciones estadounidenses suben debido a la inesperada bajada de la tasa de desempleo».
Un cuadro más verídico de la calamitosa situación del empleo es suministrado por el aumento de 600.000 sobre el mes anterior en la cantidad de trabajadores involuntarios a tiempo parcial. Según el BLS: «Estos individuos estaban trabajando a tiempo parcial porque recortaron sus horas o porque no pudieron encontrar un trabajo a tiempo completo».
Volviendo a los 114.000 nuevos empleos, una vez más los puestos se concentraron en empleos de servicio doméstico mal pagados que no pueden deslocalizarse. Los puestos en la manufactura bajaron en 16.000.
Como ha sido el caso durante una década, dos categorías, la atención sanitaria y asistencia social (primordialmente servicios ambulatorios de atención sanitaria) y el personal de hostelería representan el 53% de los nuevos puestos de trabajo. El BLS nunca cesa de encontrar un crecimiento continuo del empleo de gente en restaurantes y bares a pesar de la creciente dependencia de la población de EE.UU. de cupones alimentarios. Los ancianos aumentan como porcentaje de la población estadounidense, pero a veces me pregunto si el empleo en los servicios ambulatorios de atención sanitaria aumenta más rápido que la población de la tercera edad. No sé si los puestos de trabajo de los que se informa son reales.
Los demás empleos nuevos tienen lugar en el comercio minorista, el transporte y el almacenaje, actividades financieras (primordialmente intermediación de créditos), servicios profesionales y empresariales (sobre todo servicios administrativos y de residuos) y educación gubernamental estatal, donde los 13.600 puestos de trabajo de los que se habla parecen extraños a la luz de los despidos de maestros y el aumento de tamaño de las aulas.
Los trabajos de alta tecnología que los economistas nos prometieron como recompensa por deslocalizar puestos manufactureros estadounidenses y servicios profesionales comercializables, como ingeniería de software y tecnología de la información, nunca se materializaron. «La Nueva Economía» solo fue otro engaño, como «las armas iraquíes de destrucción masiva» y «las bombas nucleares iraníes».
Mientras los empleos se tambalean, el índice de precios al consumidor (CPI-U) aumentó en agosto 0,6%, el mayor aumento desde junio de 2009. Si la tasa de agosto marca la anual, significa malas noticias en el frente de la inflación. ¿En lugar de traernos trabajos de alta tecnología, nos devuelve «la Nueva Economía» la estanflación de finales de los años setenta? El tiempo lo dirá.
Paul Craig Roberts fue editor de The Wall Street Journal y secretario asistente del Secretario del Tesoro estadounidense. Es autor de HOW THE ECONOMY WAS LOST , publicado por CounterPunch/AK Press. Su último libro publicado es Economies in Collapse: The Failure of Globalism , publicado en Europa en junio de 2012.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article32665.htm
rCR