La sociedad ecuatoriana ha sido bombardeada mediáticamente para dar mayor importancia al ser que al tener. Frases como: «Los bienes son limitados mientras el conocimiento es ilimitado; «Heredar una fortuna es nada, el talento humano es todo»; «El tener más dinero no garantiza tener más inteligencia»; «Debemos exportar conocimientos y no materia prima»; «No interesa […]
La sociedad ecuatoriana ha sido bombardeada mediáticamente para dar mayor importancia al ser que al tener. Frases como: «Los bienes son limitados mientras el conocimiento es ilimitado; «Heredar una fortuna es nada, el talento humano es todo»; «El tener más dinero no garantiza tener más inteligencia»; «Debemos exportar conocimientos y no materia prima»; «No interesa que ganemos, ante todo los principios»; «La maestría es el sueño, el tercer nivel es una pesadilla»; «La juventud es vida, la vejez muerte»; El ser humano está por sobre el capital. La regulación esta sobre el mercado. El interés social está por sobre el particular. El socialismo es lo moderno, el neoliberalismo es el pasado. La verdad es paradigmática la mentira estigma.
Los discursos con estos contenidos harían presumir la existencia de una nueva sociedad, lista a emprender nuevos retos y sacar de la estulticia en la que se arrastra. Pero, la realidad que es necia nos demuestra lo contrario.
Los políticos que mienten, agreden, perjudican, ignoran, empobrecen, son los preferidos por la sociedad. El Presidente de la Republica, Vicepresidente, alcaldes de Quito y Guayaquil, la función legislativa, tienen las más altas calificaciones de aceptación, lo que significa que el mundo está al revés o que la gente está demente.
¡La inteligencia no sirve sino para engañar a bobos! ¡el mundial de futbol ha copado toda la capacidad reflexiva!
Si preguntaríamos a la gente ¿Quién quiere que gane la guerra entre Israel y Palestina? con toda seguridad nos responderán Palestina, sin ruborizarse, sin entender que allí no existe guerra sino masacre.
Si le preguntan al Presidente ¿por qué no rompe relaciones diplomáticas con Israel?, contesta, porque no resolvemos el problema, contradiciendo sus respuestas a las pérdidas que ha tenido en la OEA a propuestas de cambio de la Comisión de Derechos Humanos, donde importaba supuestamente principios; en el caso sionista importa resultados.
¿Dónde quieren poner la estatua de Febres Cordero, aquí o allá? La gente respondería allá, sin entender que fue un genocida y que si estuviera con vida seria enjuiciado. ¡No todos los muertos son buenos!
¿Cuándo quieren que aprobemos el proyecto de ley monetario y financiero, el 27 o 28 de julio? La gente dirá el 27, sin reparar que las tasas de usura seguirán vigentes y que el lavado de activos ilícitos serán las principales funciones de la banca.
La sociedad está encantada con las comedias preparadas por el gobierno y la oposición. Una guerra incruenta se produjo entre Rivera y Pozo (ministro y banquero) donde la sangre brotó a raudales debido a las agresiones que con pañuelo blanco se hicieron los contendores. El uno le decía estatista, el otro neoliberal; el uno regulador el otro desregulador; el uno que ponía en riesgo a la banca, el otro que quería proteger a las víctimas. Al final los dos demostraron que están de acuerdo en no topar los problemas vitales de tasas de interés y lavado. ¡Viva la democracia representativa y el neoliberalismo!
En el Ecuador y en el mundo, el talento humano, la racionalidad y la lógica han desaparecido para dar paso a los intereses del capital y poder. El interés social, el buen vivir, el humanismo, la justicia, la verdad, están bien para discursos de barricada. El talento humano es utilizado para engañar.
Para aparentar algo de coherencia, este gobierno debería suspender los convenios de asesoramiento o transferencia de tecnología del estado sionista y genocida.
¡Rechacemos las relaciones diplomáticas mercantilizadas y rescatemos algo de nuestra dignidad!
Luis Torres Rodríguez. A utor del libro: «Fidel Egas Grijalva, quiebras y corrupción en el Ecuador».
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