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¿La historia como comedia?

Fuentes: Rebelión

Cuando viajé a Ecuador para informar sobre el alzamiento militar-indígena del 2000, ya estaba claro para la historia que éste sería una frustración más del pueblo trabajador y fundamentalmente originario de ese país. En aquella época, todo militar que estornudara podría ser calificado como un nuevo Chavez, habida cuenta que el compañero bolivariano Hugo Chávez […]

Cuando viajé a Ecuador para informar sobre el alzamiento militar-indígena del 2000, ya estaba claro para la historia que éste sería una frustración más del pueblo trabajador y fundamentalmente originario de ese país. En aquella época, todo militar que estornudara podría ser calificado como un nuevo Chavez, habida cuenta que el compañero bolivariano Hugo Chávez ya había puesto el signo castrense a la revolución venezolana. Y Ecuador estaba ahicito nomás, y muchos creyeron que por ahí venía la cosa.
La crisis ecuatoriana se desató cuando la argentinidad al palo se desplazó hacia aquellas tierras de la mano de Domingo Cavallo, Mondino y Vasconcellos, todos ellos miembros de la Fundación Mediterránea con sede en Córdoba. «La convertibilidad monetaria en Ecuador volvió a escena, esta vez con una dosis mayor de polémica, alrededor del papel que cumplieron Guillermo Mondino y Jorge Vasconcelos, expertos argentinos de Fundación Mediterránea, orientada por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo»- se informó en aquellos tiempos (Clarin, 19 de abril de 1999). «Ambos estuvieron en tareas de asesoría en Quito y en Guayaquil a comienzos de marzo.
La crisis monetaria se desencandenó en febrero. La moneda se devaluó casi un 43%, se congelaron los depósitos bancarios, aumentó el IVA y hubo un alza considerable de los combustibles. Ello provocó disturbios, el cierre de bancos y rumores de autogolpe. La declaración de la ministra de Finanzas (Economía), Ana Lucía Armijos, al diario El Comercio, el 12 de este mes, abrió el cruce de fuego. Fueron los asesores contratados por las mismas cámaras empresariales de Guayaquil, los argentinos de la Fundación Mediterránea, los que vinieron con la idea del congelamiento de los depósitos y la convertibilidad.»- sostuvo.

Seis meses mas tarde, la agencia de noticias IPS informaba :»El presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, consultó hoy a técnicos de la Fundación dirigida por el ex ministro de Economía argentino Domingo Cavallo, para hacer los últimos ajustes a las leyes sobre la dolarización de la economía.En la reunión estuvieron presentes Guillermo Mondino y Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea, José Luis Moreno, del Banco de Panamá, y Eugenio Pendaz y Pablo Guidotti, ex superintendente de Bancos y ex viceministro de Finanzas de Argentina, respectivamente. Durante varias horas analizaron los efectos económicos de la dolarización, junto a ministros, técnicos del Banco Central y el superintendente de Bancos de Ecuador.
Mientras tanto, continúan las protestas contra la dolarización, organizadas por el movimiento indígena y organizaciones sociales, con cortes de carreteras y marchas en distintos puntos del país.» (IPS, 19 de enero del 2000) Esas protestas, luego transformada en rebelión, fueron las que quien ésto escribe pidió cubrir en ese momento para la revista sindical «En Marcha», de La Plata. Ya culminada en parte, aunque todavía el humo de las barricadas y el mal humor popular inundaba las calles y campos, la rebelión contaba con el apoyo de militares supuestamente opuestos al ecléctico mandamás de turno, Jamil Mahuad, quien había sucedido a su homólogo Abdalá Bucaram, luego de que este fuera defenestrado por planear la dolarización de la economía. Mahuad terminó sus días por llevar a cabo lo mismo que Bucaram planeaba.
En ese momento de inicios del nuevo siglo, este cronista llegó a Quito, centro de las marchas y acampadas, y se entrevistó con distintos personajes que de una u otra forma habían participado en esa rebelión todavía caliente. Uno de ellos, dirigente de un organismo de Derechos Humanos, sostuvo una conversación muy interesante con quien esto escribe. Sostenía que los militares ecuatorianos eran distintos a los de acá, que en muchos de ellos habían penetrado las ideas marxistas a través de un Instituto afín, que eran leales al pueblo… Mi respuesta fué tajante: ‘ Si es como tu dices, ¿porque no arman a las masas soliviantadas? Los militares no son dirigentes de masas, son técnicos, salvo que sean revolucionarios. Su misión es instruir y armar al pueblo trabajador para que, dada esta ocasión, tome el poder y construya una nueva sociedad… ¿no es así?. Mi interlocutor me observó con asombro, luego me indicó que si yo quería podría entrevistar al cabecilla de los militares alzados, coronel Lucio Gutiérrez, ‘serás el primer periodista que lo entreviste, nosotros te podemos acercar a él si tu quieres’, me dijo. Enseguida se produjo la siguiente conversación, que fué más o menos así:
JLU: ¿ donde está Lucio Gutiérrez?
Interlocutor: . esta preso…
JLU: ¿ en qué lugar? Interlocutor: en la dirección de Inteligencia.
JLU: ¿Y porqué está ahí?
Interlocutor: porque revista en Inteligencia Militar…
JLU: No gracias, no quiero entrevistarlo…los va a cagar, los va a cagar…
Y ahí terminó la conversación.
Solo quise entrevistar a su esposa de Gutiérrez y a la del coronel Cobo, también alzado, en esa oportunidad, junto a otros uniformados… Gutiérrez y Vargas, titular de la CONAIE en ese momento, aparecieron como los cabecillas del alzamiento civico-militar. La duplicidad de Vargas, a quien tampoco entrevisté- aunque sí lo hice con Blanca Chancoso, de la Comisión Ejecutiva de esa organización originaria- y la adscripción de Gutiérrez a la Inteligencia Militar me indicaron que eso iba a terminar mal.
Y así fue. El paladín Lucio Gutiérrez, luego liberado, auspiciado por la izquierda más confiable y más tarde candidato a la primera magistratura y Presidente de la República, una vez aupado en el gobierno entregó, entre otras cosas, el Amazonas ecuatoriano a la voracidad de empresas petrolíferas extranjeras, que no solo saquearon sino contaminaron el medio ambiente de esa región. Su administración, reaccionaria, culminó con otra rebelión popular…y de ella salió la candidatura y triunfo de Correa, hoy ‘traicionado’ por el entones delfín suyo, Lenin Moreno…
Es realmente curioso que en Ecuador se hallen nombres de personajes, y aún apellidos, emparentados con personajes como Lenin, Stalin, etc. Y también de Sandino, general de Hombres Libres en Nicaragua. Lo que significa, dadas las cosas, que los hábitos no hacen a los monjes, ni allí ni en ninguna parte…
Bueno, para culminar este relato, extraigo de todos estos hechos, los que presencié y los que ahora se suceden, lo siguiente: 1) Ningún militar de grado de un ejército burgués, hasta que demuestre lo contrario, debe ser confiable para los explotados. Solo ellos armados y organizados son garantía de triunfo. 2) Nadie, por el solo hecho de serlo o ‘dirigir una organización’- sea originario, obrero, campesino, etc.- debe ser confiable para sus representados, salvo que demuestre ser un recto delegado de sus intereses de clase. En la cancha se ven los pingos. 3) El último alzamiento popular de Ecuador demuestra que solo las masas en la calle, campos y ciudades, combatiendo contra los opresores, aún en condiciones desfavorables, hacen retroceder a los cipayos y hambreadores, estén donde estén. 4) Para concluir el emprendimiento de terminar con todos los explotadores, saqueadores y entregadores del país, sus recursos, su población, hace falta construir una organización política que dirija, organice e instruya a las masas en el arte de la insurrección, que implica armamento y autodefensa, hasta derivar en la toma del Poder y la instauración de un Poder Popular.
Una vez Marx, polemizando con su ‘maestro’, Federico Hegel, sostuvo que la historia, en sus hechos, se presenta una vez como tragedia y luego como comedia. Esperamos que la insurrección ecuatoriana siga su curso ante la segura traición de sus interlocutores oficiales y sus dirigentes vendidos, y alcance el horizonte del Poder para el Pueblo. Sus enseñanzas pasadas y presentes están, para todos nosotros, a la orden del día.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.