Las últimas proyecciones de Naciones Unidas auguran un descenso de la población mundial a finales de siglo, por primera vez en setecientos años. Un reto para las sociedades y economías contemporáneas, con importantes riesgos políticos.
«El mayor desafío al que se enfrenta nuestro mundo». Como suele ocurrir, el columnista del Financial Times Martin Wolf resumió a la perfección, en un texto publicado el 28 de mayo, el sentimiento que domina las salas de contratación, los despachos de las grandes organizaciones internacionales y las redacciones de los diarios económicos. Desde hace algunos meses, el temor a un «invierno demográfico » generalizado, es decir, a una disminución de la población mundial más rápida de lo previsto, agita a políticos, economistas y observadores.