Las ecuatorianas y ecuatorianos soportamos una crisis económica, energética y de inseguridad profundizada por la negligencia, incapacidad y mentiras del gobierno. Los apagones de 12 horas y de 24 horas en el sector industrial ordenados por el régimen aceleran el desempleo. Alrededor de 12 millones de dólares se pierden por cada hora de apagón.
Paralelamente se generan burdas vulneraciones a la Constitución desde el Ministerio de Trabajo y el Tribunal Contencioso Electoral, TCE, controlados por el régimen, esta última institución donde 2 de los 5 cuestionados jueces debieron ser cambiados por el Consejo de Participación Ciudadana, acorde al Art. 220 de la Constitución. Dos jueces no deben estar en el TCE y los otros tres tienen que salir en 2025.
Varios sectores señalan a Noboa por su ineptitud, otros por su autoritarismo y persecución, también por las irregularidades en la administración pública y el atropello a la Ley.
Las prácticas de concentración, abuso de poder y corrupción que vivimos en el pasado se replican, a todo esto, hoy se suma la incompetencia gubernamental. Lo que nos lleva a reflexionar sobre el rumbo dictatorial que va tomando el desgastado gobierno.
¡La indignación popular va creciendo, sí las luces se apagan la lucha social se enciende!
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