Alberto Acosta, quien fue el primer presidente de la Asamblea Constituyente que sesionó en Montecristi del 2007 al 2008, reflexiona sobre las intenciones del presidente Daniel Noboa al plantear una consulta popular para que la gente decida si quiere una nueva que redacte otra constitución. Cree que busca concentrar el poder; eliminar derechos importantes, como los de los pueblos y nacionalidades indígenas y de la naturaleza; e implementar un modelo económico privatizador y “pro gran empresa”. Por eso, dice que impulsará el No en el plebiscito.
Daniel Noboa logró que la Corte Constitucional (CC) apruebe una consulta para decidir sobre la instalación de una asamblea constituyente, esto pese a que había dicho que la dejaba en “compás de espera” para aprobar reformas con su mayoría legislativa. ¿Qué piensa de este cambio de opinión?
Noboa como dice una cosa, dice otra. Ofreció respetar la no explotación del Yasuni, no cumplió. Prometió no subir el precio de los combustibles, los subió. Ahora, al no poder controlar totalmente a la Corte Constitucional, en medio de la caída de su popularidad, incluso presionado por la creciente y más que justificada protesta popular, opta por disparar lo que parece, por lo pronto, su último cartucho: la asamblea constituyente… tiro que bien le puede salir por la culata.
¿Cómo ve que la CC haya aprobado la convocatoria en un trámite flash?
Noboa se salió con la suya. Atropelló la Constitución con la complicidad del CNE. Luego, sin haber solicitado el dictamen constitucional previo, doblegó a la Corte Constitucional, que quedó simplemente como una oficina tramitadora de un par de cambios puntuales. La Corte, al menos en este punto, no pudo sostener su posición como bastión del Estado Constitucional de derechos y justicia.
¿Cuál cree que es el objetivo de Noboa con esta constituyente?
El gran objetivo está a la vista, Noboa intenta cristalizar una serie de pretensiones restauradoras, profundamente conservadoras, de las oligarquías, viejas y remozadas, que siempre estuvieron en contra de la Constitución de Montecristi. Esos grupos saben perfectamente que, si se aplica a cabalidad lo que el pueblo en las urnas aprobó en el 2008, las estructuras de dominación social y sus privilegios están en peligro. Noboa, además, lo ha demostrado hasta la saciedad, quiere concentrar todas las instancias del poder. Quienes creen que él va a revisar el presidencialismo o no va a buscar la reelección indefinida, se equivocan totalmente.
¿Hacia dónde apuntarían sus cambios constitucionales en la institucionalidad, los derechos, y el modelo económico?
En su mira está desmontar o al menos debilitar los avances conseguidos en el campo de los derechos humanos, colectivos, ambientales, de las mujeres y las minorías sexuales, de la resistencia, y de la Naturaleza, así como las garantías para su cumplimiento; han sido muy claros en decir que hay que eliminar las acciones de protección de derechos. También buscarán demoler los mecanismos de participación democrática, como son los diversos tipos de consultas, para así, por ejemplo, forzar los extractivismos, sobre todo el minero. Igualmente quieren instaurar una economía-pro-gran-empresa, abriendo la puerta a la privatización total de los sectores estratégicos, la salud, la educación, la seguridad social; en esa línea vendrá una mayor precarización laboral con el trabajo por horas. Volverán los arbitrajes internacionales. Intentaron golpear al cooperativismo al querer forzar a cooperativas de ahorro y crédito a que se transformen en bancos; así, estos grupos de poder, demuestran su incomodidad con la visión constitucional de un sistema económico social y solidario, con un creciente peso de la economía popular y solidaria. Estos cruzados restauradores borrarán la obligación, no cumplida, de normar el uso y acceso a la tierra que, como toda propiedad, deberá cumplir la función social y ambiental; obligación que prohíbe el latifundio y la concentración de la tierra, así como el acaparamiento o privatización del agua y sus fuentes. Entre otras muchísimas ambiciones conservadoras, estaría dar de baja el Estado Plurinacional e Intercultural, que, si bien no fue asumido en la práctica, constituye un avance muy importante para las nacionalidades y pueblos.
Noboa ha dicho, entre otras cosas, que la actual constitución no sirve para combatir a los grupos criminales. ¿Es así?
Esa es una de las tantas falsedades que se repiten hasta el cansancio. Con ese discurso el gobernante quiere confundir a la gente, cuando él ni siquiera ha sido capaz de controlar las cárceles peor disminuir los altos índices de muertes violentas. El combate a los grupos criminales se lo hace con políticas públicas integrales y no con reformas constitucionales.
¿Cómo fue el proceso de redacción de la actual carta magna?
Fue un proceso esencialmente democrático. La participación ciudadana dentro y fuera de la Asamblea fue la norma. Se elaboró artículo por artículo recibiendo aportes de todos los sectores de la sociedad. Fue la Asamblea Constituyente más participativa y ciudadanizada de toda la historia ecuatoriana; basta recordar que la anterior fue una asamblea acuartelada. De esta manera se elaboró un proyecto de vida en común, teniendo en la mira una sociedad igualitaria y libre, no un texto para normar y mantener el status quo.
De ganar el Sí e instalarse la constituyente, ¿qué cosas de la actual constitución no deberían quitarse o cambiarse?
En ese caso no consentido, no deben tocarse los derechos y las garantías reconocidos a pueblos, colectividades, individuos y a la Naturaleza. Para lograrlo sería necesario entrar al proceso constituyente para ampliar derechos y garantías, pero como eso se pinta difícil, también desde afuera, con asambleas constituyentes populares, se puede impedir cualquier retroceso de los logros plasmados en Montecristi, resultado de decididas luchas de la sociedad. Estamos conscientes de que la tarea es compleja, pasa por consolidar una gran unidad democrática nacional, sin caudillos. Y, de ser necesario, más adelante, habrá que volver a decir NO en el referéndum aprobatorio de la constitución de Noboa.
Hay instituciones que fracasaron, como el Consejo de Participación y el Consejo de la Judicatura. ¿Deberían eliminarse?
Aquí, para mencionar un solo punto, hay que ser creativos para construir opciones que no sea simplemente el retorno al pasado, como sucederá si le pasan las funciones de dicho Consejo a la Asamblea Nacional. En realidad, bien se podrían introducir cambios en el texto constitucional, siguiendo los lineamientos establecidos en la misma Constitución del 2008.
Rafael Correa decía que la actual constitución duraría 300 años, pero en el camino él mismo la reformó para meter las manos a la justicia, y luego hubo más cambios impulsados por los siguientes Gobiernos. ¿Se manoseó la carta magna?
Desde que el pueblo aprobó la Constitución en las urnas, hubo claras expresiones y acciones contrarias del gobernante que se sumó activamente a este proceso constituyente. Fueron múltiples los atropellos. Recordemos, por ejemplo, las regresivas reformas logradas con la consulta popular del año 2011, en el ámbito de la justicia. Luego vendrían las enmiendas constitucionales del 2015, que posteriormente fueron derogadas por la Corte Constitucional. Correa finalizó su gestión despotricando en contra de la Constitución de Montecristi, la que, según él, estaría llena de novelerías. Todo esto desmonta la narrativa de que la Constitución es la madre del correismo. Luego entrarían en escena los sucesores que no se destacaron por respetar la Constitución, sino todo lo contrario.
_*¿Usted hará campaña por el No?*_
Por supuesto. Seguiré defendiendo una democracia incluyente y respetuosa de lo diverso, que incluya la Naturaleza en tanto sujeto. Una democracia que no se quede en los “apellidos” -liberal, popular, socialista…-, sino que priorice los contenidos. Una democracia que, más que un sustantivo, sea un verbo: eso implica democratizar de forma permanente y radical la sociedad, como su gran motivo.
*Por lo tanto, VOTAR NO en la consulta popular que abriría la puerta a la Constitución de Noboa, será decir SI LA DEMOCRACIA.*
https://www.eluniverso.com/noticias/politica/alberto-acosta-expresidente-de-la-asamblea-constituyente-de-montecristi-daniel-noboa-quiere-concentrar-todas-las-instancias-del-poder-nota/
Entrevista a Alberto Acosta: expresidente de la Asamblea Constituyente de Montecristi
«Noboa quiere concentrar todas las instancias del poder»

Fuentes: El Universo