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¡A deshacerse del dólar! Cómo el mundo puede detener a Bush

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

¿Cuáles serían las consecuencias de un ataque de USA o Israel contra las instalaciones de energía nuclear de Irán?

En el Foro Global Perdana de la Paz, la científica australiana de la salud, doctora Helen Caldicott presentó un bien documentado análisis del devastador impacto sobre la vida humana que resultaría de la liberación de radiación en un tal ataque.

La doctora Caldicott describió las muertes catastróficas que resultarían de un ataque convencional contra las instalaciones nucleares y el aumento a largo plazo de las muertes por cáncer resultantes de la liberación de radiación.

Si el ataque fuera realizado con armas nucleares – como lo propugnan algunos de los consejeros neoconservadores criminalmente insanos de Bush – las poblaciones de numerosos países sufrirían por generaciones de partículas radioactivas en el aire, el agua y la cadena alimentaria. Las muertes sumarían muchos millones.

Un tal ataque, justificado en nombre de la «seguridad de USA» y de la «hegemonía de USA,» constituiría la forma más brutal del mal que el mundo haya jamás visto, sobrepasando en maldad las atrocidades de los regímenes nazi y comunista.

La doctora Caldicott detalló las horribles consecuencias a largo plazo para la población iraquí del actual uso por los militares de USA de uranio empobrecido en munición explosiva utilizada en Iraq. Caldicott explicó que «empobrecido» no significa empobrecido de radiación. Explicó que cada vez que se usa una munición semejante, se liberan en el aire partículas radioactivas y son absorbidas por los pulmones humanos. Tenemos que ver todavía la horripilante cantidad de víctimas civiles de la invasión USamericana – o la verdadera tasa de pérdidas en las tropas de USA.

La doctora Caldicott expresó su consternación por el hecho de que el resto del mundo no se oponga a USA e imponga la detención de sus crímenes contra la humanidad.

Un hombre la escuchó: Vladimir Putin, presidente de Rusia.

El 10 de febrero en la 43 Conferencia de Seguridad de Munich, el presidente Putin dijo a los dirigentes políticos del mundo reunidos, que USA trata de establecer un «mundo unipolar,» el que definió como «un solo centro del poder, un solo centro de fuerza y un solo amo.»

Este objetivo, dijo Putin, es una «fórmula para el desastre.»

«USA,» dijo Putin verazmente, «ha ido más allá de sus fronteras en todas las esferas» y se «ha impuesto a otros Estados.»

El dirigente ruso declaró: «No vemos ningún tipo de moderación – un uso híper-inflado de la fuerza.»

Para evitar la catástrofe, Putin dijo que es necesaria una reconsideración de toda la arquitectura existente de la seguridad global.

La verdad expresada por Putin se topó con muchos oídos sordos. El senador de USA, John McCain, el más estúpido y peligroso «líder» de USA, después de Bush y Cheney, equiparó la legítima crítica de Putin con «confrontación» con USA.

Los nuevos títeres de USA – los Estados de Europa central y oriental y el secretario general de la OTAN – que ya no es un tratado para la defensa de Europa sino una fuerza militar alistada en la cruzada por un imperio de USA – se alinearon con el argumento de McCain de que Rusia está en un conflicto fundamental «con los valores centrales de las democracias euro-atlánticas.»

Incluso el corresponsal de defensa y seguridad de la BBC, Rob Watson, saltó sobre el carro propagandístico de USA, motejando el discurso de Putin de renacimiento de la guerra fría.

Ningún delegado a la conferencia de seguridad se alzó para señalar el hecho obvio de que no es Rusia quien invade países con pretextos tan falsos como los de Hitler y que establece sistemas de armas en suelos extranjeros para lograr la hegemonía militar.

La recepción dada a las palabras de Putin dejó en claro a Rusia, China, y a todo otro país que no esté sobornado, amenazado o comprado para que participe en el impulso de USA por la hegemonía en el mundo, que USA no tiene ningún interés en la paz. La gente inteligente se da cuenta de que las afirmaciones USamericanas de que USA sea una fuerza moral y democrática no otra cosa que pretensiones, tras las cuales se oculta una política de agresión militar.

USA, dijo Putin, ha ido «de un conflicto a otro sin lograr una solución integral de ninguno de ellos.»

Putin ha subrayado repetidamente las intenciones pacíficas de Rusia y su deseo de concentrarse en su economía y de evitar una nueva carrera armamentista. En su discurso en el 60 aniversario de la victoria sobre Alemania nazi, Putin dijo: «Estoy convencido de que no hay alternativa alguna a nuestra amistad y a nuestra fraternidad. Con nuestros vecinos más cercanos y todos los países del mundo, Rusia está dispuesta a edificar una especie de relación que no sólo se basa en las lecciones del pasado, sino que también se dirige hacia un futuro compartido.»

En su discurso de 2006 sobre el estado de la nación, Putin señaló que el presupuesto militar de USA es 25 veces mayor que el de Rusia. Comparó el régimen de Bush con un lobo que se come sin escuchar al que le da la gana. Putin es satanizado por los propagandistas de USA, porque insiste en que Rusia es un Estado política y económicamente independiente.

El régimen de Bush ha llevado a USA fuera de las fronteras del derecho internacional y actúa unilateralmente, declarando falsamente que la agresión militar USamericana es «defensiva» y en función de los intereses de la paz. Gran parte del mundo se da cuenta de la hipocresía y del peligro de la justificación del régimen de Bush en el uso descontrolado del poder militar de USA, pero ningún país fuera de las potencias nucleares puede desafiar la agresión USamericana, y eso sólo si arriesga toda la vida sobre la tierra.

La solución es el desafío no-militar.

La capacidad del régimen de Bush de ir a la guerra depende del financiamiento extranjero. Las guerras de ese régimen son financiados con números rojos, lo que significa que tiene que pedir prestados cientos de miles de millones de dólares. Como los consumidores USamericanos gastan más de lo que ganan en consumo, no pueden pedir prestado ese dinero a los USamericanos.

USA depende enteramente de extranjeros para financiar su déficit presupuestario y comercial. Al financiar esos déficit, los gobiernos extranjeros se hacen cómplices de las agresiones y crímenes de guerra del régimen de Bush. Los dos mayores prestamistas del régimen de Bush son China y Japón. Es irónico que Japón, la única nación que ha experimentado ataques nucleares de USA, sea el banquero del régimen de Bush cuando se prepara para un posible ataque nuclear contra Irán.

Si el resto del mundo dejara simplemente de comprar valores del Tesoro de USA, y en lugar de hacerlo se deshiciera de sus excedentes en dólares en el mercado de cambio internacional, el régimen de Bush se vería abrumado por la crisis económica e incapaz de iniciar guerras. El arrogante hibris asociado con el mito de la «única superpotencia reventaría como la burbuja que representa.

El colapso del dólar también terminaría con la capacidad del gobierno de USA de subvertir a otros países comprando a sus dirigentes para que cumplan con su voluntad.

El fin del dólar de USA es sólo cosa de tiempo. El mundo se salvaría de la guerra y la devastación si el dólar fuera llevado a su fin antes de que el régimen de Bush lance su ataque planificado contra Irán.

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Paul Craig Roberts fue Subsecretario del Tesoro en el gobierno de Reagan. Fue editor asociado de la página editorial del Wall Street Journal y editor colaborador de National Review. Es coautor de «The Tyranny of Good Intentions.» Para contactos, escriba a: [email protected]

.http://www.counterpunch.org/roberts02122007.html