Los países de América Latina y el Caribe marchan rezagados en general en el logro de varios Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio (ODM), alertó el director general de Unicef para esta región, Nils Kastberg, quien finalizó el 6 de octubre una visita de cuatro días a Cuba. En ese sentido, el […]
Los países de América Latina y el Caribe marchan rezagados en general en el logro de varios Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio (ODM), alertó el director general de Unicef para esta región, Nils Kastberg, quien finalizó el 6 de octubre una visita de cuatro días a Cuba.
En ese sentido, el funcionario de Unicef (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) consideró «fundamental» que en los próximos siete años se aceleren los esfuerzos para alcanzar los ODM, especialmente en las áreas de salud.
Los ocho grandes objetivos, aprobados en 2000 por la (ONU) Organización de las Naciones Unidas con base en los indicadores de 1990, son reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.
Las también llamada Metas del Milenio, a cumplir antes de 2015, incluyen además combatir la propagación del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y crear una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
Kastberg dijo que la región debe esforzarse por frenar la expansión del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida, así como disminuir la mortalidad infantil, la desnutrición infantil crónica y la mortalidad materna, entre otros aspectos.
«A veces se habla de que hay muy pocos casos de VIH/ sida en la región, pero en los últimos 15 años pasaron de dos a 14 los países que tienen una prevalencia de más de uno por ciento, ante todo concentrado en el Caribe», indicó ante una pregunta de IPS en la rueda de prensa brindada en La Habana.
Según el informe anual titulado «Situación de la epidemia de sida», publicado en diciembre de 2006 por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (Onusida) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 24.000 personas murieron a causa de esta pandemia en el área caribeña el pasado año y otras 300.000 son portadoras del VIH.
El director regional de Unicef afirmó que, en el Caribe de habla inglesa, hasta 37 por ciento de de los niños y 44 por ciento de las niñas tuvieron su iniciación sexual antes de los 12 años. «A eso le llamamos abuso sexual cometido por el hombre adulto y es lo que está generando aumento del VIH/sida en la zona caribeña», aseguró.
Kastberg responsabilizó de esa expansión al silencio que rodea esa situación. «Por eso estamos hablando tanto sobre el tema de la violencia y su interconexión con el VIH/sida», sostuvo.
El Onusida y la OMS subrayan en su informe que el sida se ha convertido en la región caribeña en la primera causa de muerte en la franja etaria que va de los 15 años a los 44 y la transmisión se vincula fundamentalmente a la relación heterosexual, la prostitución, la pobreza y las desigualdades sexuales.
El Caribe es la segunda región más afectada del mundo por este mal, después de África subsahariana, aunque hay diferencias entre los países, pues va de una prevalencia promedio en la población adulta de más de uno por ciento en Barbados, República Dominicana y Jamaica, hasta tres por ciento en Haití.
Según estudios sobre el tema, las mujeres de la zona caribeña sufren la infección cada vez con más frecuencia y son más de la mitad de quienes viven con VIH/sida. En Trinidad y Tobago, por ejemplo, la infección de VIH es seis veces más alta entre las mujeres de entre 15 y 19 años que entre hombres de la misma edad.
Como parte de su agenda en Cuba, iniciada el miércoles, Kastberg visitó en Holguín, 689 kilómetros al este de La Habana, proyectos de prevención y control de las ITS (Infecciones de Trasmisión Sexual) y VIH/sida, que incluyen campañas educativas para promover comportamientos y prácticas sexuales saludables, especialmente en la juventud.
Al cierre de 2006, en Cuba vivían 6.541 personas con VIH, la amplia mayoría de las cuales eran hombres. Fuentes oficiales calculan que el tratamiento con retrovirales de cada paciente cuesta entre 14.000 y 17.000 dólares, aunque en esta isla caribeña esa atención es totalmente gratuita.
A juicio del representante de Unicef, también el objetivo de abatir la mortalidad materna está en rezago. «Entre 20.000 y 23.000 mujeres, muchas de ellas adolescentes mueren cada año desangradas», advirtió, para añadir que en numerosas ocasiones esas jóvenes fueron violadas, abusadas sexualmente y mueren bajo el silencio, porque han sido víctimas de incesto.
Pero el retraso es mayor en el tema de la desnutrición crónica, un problema que en países como Guatemala sufren casi la mitad de los niños y las niñas, debido a los altos niveles de anemia de la madre. «Hay que tratar de erradicar esta situación antes de 2015 y será difícil, a no ser que veamos el caso como una gran emergencia de desarrollo humano», indicó.
Al respecto, Kastberg desafió a otros gobiernos de la región a buscar en sus países una provincia que tenga un nivel tan bajo de mortalidad infantil como el 3,8 por mil que registró Holguín el pasado año. A nivel nacional, la tasa fue de 5,3 por mil nacidos vivos, lo que sitúa a Cuba entre las 30 naciones con menos probabilidad de muerte para sus niños en el mundo.
En Holguín se desarrollan varios proyectos de cooperación apoyados por Unicef y otras agencias del Sistema de Naciones Unidas, Un informe sobre los ODM de la ONU señala que el porcentaje de población viviendo con menos de un dólar por día en la región bajó de 10,3 a 8,7 por ciento entre 1990 y 2004, lo cual se considera un descenso insuficiente.
En cuando a la distribución del ingreso, la participación de la quinta parte más pobre de la población en el consumo nacional cayó de 2,8 a 2,7 por ciento. El director regional de Unicef dijo haber explorado con sus anfitriones cubanos las posibilidades de colaboración Sur-Sur en áreas de la salud y ante situaciones de emergencia por desastres naturales.
Asimismo, durante su estancia asistió a un concierto en el cual se oficializó la designación de la compañía infantil cubana de teatro «La Colmenita» como «Embajadora de Buena Voluntad de Unicef en Cuba».