En Venezuela resurge la necesidad de discutir a fondo los grandes temas de la revolución, más allá de opiniones de fracciones: se trata de retomar el rumbo socialista trazado por Hugo Chávez, ante un gobierno acosado por agresiones y sanciones externas que no traza líneas políticas ni económicas claras para zafar de la grave crisis. […]
En Venezuela resurge la necesidad de discutir a fondo los grandes temas de la revolución, más allá de opiniones de fracciones: se trata de retomar el rumbo socialista trazado por Hugo Chávez, ante un gobierno acosado por agresiones y sanciones externas que no traza líneas políticas ni económicas claras para zafar de la grave crisis.
Una interesante controversia se dio en el seno del chavismo, a raíz de la denuncia del exministro Elías Jaua sobre la privatización de la empresa estatal Arroz del Alba y el encarcelamiento de los comuneros que se opusieron a la privatización. La lucha ideológica surge en las redes: las etiquetas #PrivatizarEsTraicionar y #LibertadParaLosComuneros estuvieron en los primeros lugares de las tendencias en twitter, señal de la necesidad de discutir temas que el gobierno insiste en ignorar.
Para morigerar el debate, el gobierno nacional mostró su esquema de alianzas con los privados, y en respuesta al movimiento campesino, el Presidente ratifica que no van a rectificar su pol{itica de privatizaciones. Tampoco hubo explicación sobre la desaparición de Pdval y la entrega a particulares de sus locales que ahora son negocios privados (tiendas CLAP) ni sobre Mercal, Abastos Bicentenario.
Uno de los máximos exponentes de esta política, el ministro Castro Soteldo, señaló que «esa burguesía nacional está llamada a asumir el papel histórico, no de gananciero con estrechez de visión (…) sino como un elemento de la sociedad transformador, productivo, aglutinador, que eleve los estadios de vida de nuestra sociedad a otros niveles, junto al gobierno, junto al pueblo. Allí puede estar la fórmula mágica.»
La gente recuerda que hace un mes el presidente Nicolás Maduro anunció el cambio total del gabinete y a la fecha solo fueron relevados y sustituidos tres de los 26 ministros.
El jurista Hermann Escarrá, en la Comisión de Comunas y Movimientos Sociales de la Asamblea Nacional Constituyente, alertó que «sería extremadamente grave terminar este proceso constituyente sin las comunas, sería un fraude a la soberanía nacional» y señaló que las Comunas, una cuestión de orden estructural para la nación, deben trasversalizar todo el texto constitucional.
Indicó que la etapa del Estado Social de Derecho (una evolución del estado liberal), establcido hace 20 años, debe terminar para pasar a Estado Socialista, que incluya la solidaridad, el bien común, la ayuda mutua…
Mientras, un documento firmado por «la clase trabajadora venezolana», ivulgado por las redes digitales, exhorta al presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, a regresar antes del primero de mayo al camino del Socialismo Bolivariano que legó Hugo Chávez y propone diversas medidas a tomarse inmediatamente: «golpe de volante o nos bajamos del bus», amenaza.
Si bien el documento no lleva firmas, se divulgó en nombre de sindicatos petroleros, petroquímicos, gasíferos, mineros, gremios profesionales, movimientos de profesionales y técnicos, movimientos de campesinos, pescadores, artesanos, Nudes y Comunas productivas y demás motores de la fuerza laboral venezolana que desde 1992 acompañaron el proceso revolucionario que lideró Hugo Chávez Frías, hace un recuento de la actualidad y propone acciones.
Advierte al gobierno que, en lo económico, no existe rumbo claro ni un plan para salir de la hiperinflación que azota al pueblo, y en lo político, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se convirtió en un gran elefante blanco, inútil para todo excepto como maquinaria electorera, lejos de ser la plataforma de asistencia política conectada al pueblo que soñó el presidente Hugo Chávez.
Señalan, asimismo, que en lo social, los Consejos Comunales y Comunas se encuentran abandonados, sin acompañamiento institucional, sin norte, sin incorporación real a Estado, y que en lo laboral, han sido irrespetadas todas las convenciones y contrataciones colectivas, además de violentadas la la Ley Orgánica del Trabajo y la Constitución Bolivariana.
Añaden que se han cercenando todos los derechos y reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras, entregando los recursos minerales «estratégicos» (petróleo, oro, coltán, carbón) a empresas capitalistas que en aras de aumentar la productividad, han reinstaurado todas las perversiones que erradicó Chávez: privatización, tercerización, explotación y corrupción.
En lo cultural, indica el documento, vivimos la más grande pérdida de valores y conciencia; las instituciones públicas prestadoras de servicios cobran comisiones en dólares por hacer su trabajo; y las empresas privadas abusan sin coto de un pueblo humillado, sin nadie que lo defienda, mientras que los cuerpos de seguridad hoy son agencias de custodia y resguardo de comerciantes, y extorsionadores de oficio, dejando de lado sus funciones oficiales.
El escrito señala que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es hoy la dueña del país, e indica que los militares se han amparado en el ideal de unión cívico-militar que esbozó el Comandante Chávez para apoderarse de todos los espacios, en especial económicos, bajo la amenaza de un golpe latente de Estado.
La exigencia a Maduro
Entre las exigencias al presidente, figura en primer término la destitución inmediata de todos los actuales ministros y ministras, sin posibilidad de enroques maliciosos, así como instituciones y organismos públicos, con énfasis en las carteras de Petróleo, Aguas, Comunas, Industrias y Producción, Planificación, Finanzas, Salud, Educación, y Comercio.
Asimismo le exigen atacar inmediatamente la crisis institucional, sacando a estos organismos a luchar junto al pueblo diariamente contra les flagelos que quiebran la moral del venezolano: especulación, corrupción, dolarización, acaparamiento, hiperinflación, anarquía y falta de autoridad.
Los firmantes piden un sacudón real en las instituciones de quinta columnas y saboteadores en cargos gerenciales y claves y también en el PSUV, de oportunistas y lideres cometas que solo aparecen en elecciones
Exigen, además, a Maduro hacer valer la Constitución y el Plan de la Patria, colocándose de lado del trabajador, no del empleador, del pueblo no de la oligarquía, mucho menos de los nuevos burgueses bolivarianos, y advierten que «si no nos escucha, se convertirá en un enemigo más de la revolución y traidor del legado del Comandante Chávez».
Preocupa a los venezolanos, incluyendo a los chavistas, los incumplimientos del gobierno. Por ejemplo, que Maduro se comprometiera a firmar y cumplir convenios colectivos y poner al día las retrasadas tablas salariales de la administración pública, lo que no ha sucedido.
Las redes sociales registran los reclamos: que el estado Lara está sin gasolina porque se le sigan llevando de contrabando a Colombia; que los trabajadores jubilados de Pdvsa están indignados porque el Fondo de Jubilaciones sigue sin activarse.
Cría incondicionales: te sacarán los ojos, escribe el intelectual Luis Britto García en plena Pascua y quema de Judas en las calles y caminos de Venezuela.
Victoria Korn: Periodista venezolana asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )