MH: La idea de entrevistarte tiene que ver con la reunión de ministros de Economía y Finanzas que integran la Unasur, que se hizo el pasado 12 de agosto en Buenos Aires. En ese marco se creó el Consejo Económico y Financiero de este organismo. ¿Qué significado tuvo este encuentro? JG: En principio se agiganta […]
MH: La idea de entrevistarte tiene que ver con la reunión de ministros de Economía y Finanzas que integran la Unasur, que se hizo el pasado 12 de agosto en Buenos Aires. En ese marco se creó el Consejo Económico y Financiero de este organismo. ¿Qué significado tuvo este encuentro?
JG: Incluso el tema se agiganta porque él estuvo reunido con la presidenta argentina ayer en nuestro país. Han firmado una cantidad de acuerdos y en general no había una buena relación entre la Colombia de Uribe y la Argentina gobernada por los Kirchner.
MH: ¿Leíste el artículo del sociólogo norteamericano James Petras donde plantea la conveniencia para el gobierno colombiano de alejarse de los EE. UU. y acercarse a América Latina para poder sortear esta situación de crisis mundial?
JG: Creo que los países se están manejando con realismo. La misma presidenta argentina en el discurso de celebración de su triunfo en las internas abiertas dijo: «nos genera mejores condiciones para enfrentar la situación de crisis mundial».
MH: O sea que no estamos blindados.
JG: Ese es el tema. No está blindada Colombia ni Argentina ni Venezuela ni Cuba. Este último país que no tiene nada que ver con el mercado financiero mundial, que es un país bloqueado, no tiene empresas que coticen en la Bolsa, lo más alejado del mercado mundial, no porque quiera sino porque lo bloquean y, sin embargo, el crecimiento de los precios de los alimentos a un país netamente importador como es Cuba, lo afecta. La factura de alimentos de Cuba crece muchísimo. Lo que quiero señalar es que todos los países que te mencioné están afectados porque es una crisis de la economía mundial. Tendrías que ser un marciano para no estar involucrado.
JG: En América Latina siguen pasando cosas. Incluso este «realismo» colombiano le permite a nuestro común amigo James Petras sugerirle que se reoriente hacia América Latina. El propio EE. UU., aunque es parte de la economía mundial, está en una situación de defender su propia economía en problemas. En EE. UU. crece el desempleo, hay dificultades para recuperar la economía que crece menos de lo esperado. A pesar de la gigantesca inyección de dinero estatal no logran tener resultados. Este es un momento donde los países buscan soluciones nacionales cuando los problemas son mundiales. Por eso que la región piense en términos más globales me parece interesante.
Ahora, yo señalo que la Unasur viene muy atrasada, por ejemplo, hace falta un Banco del Sur rápido y ampliado. No solo con los 7 países originarios sino con toda la Unasur. Esta formulación viene desde diciembre 2007; estamos casi a 4 años. Son los años del despliegue de la crisis, desde agosto 2007 cuando se presentó como crisis hipotecaria en EE. UU., en 2008 con la caída de Lehman Brothers, una banca de inversión muy poderosa, 2009 con la recesión. Mirá todo el tiempo que se ha perdido. Las explicaciones son diversas pero en realidad ha faltado voluntad política y esto siempre es responsabilidad de los países hegemónicos que en el sur de la región son Brasil y Argentina, son los 2 países que más tendrían que haber empujado para que el Banco del Sur estuviera funcionando. Lo mismo pasa con el uso de la reservas internacionales que es un tema muy serio. Solo Brasil tiene U$S 350.000 millones.
JG: Es mucho. Entre los dos países suman U$S 400.000 millones. ¿Dónde están invertidos esos recursos? Gran parte en bonos del Tesoro de EE. UU. que puede seguir siendo deficitario porque tiene quien le preste en el mundo.
MH: Sobre todo China.
JG: Es el primer prestamista mundial, pero junto a China todos los países que tienen reservas internacionales.
MH: Vos escribiste una nota importante el pasado 13 de agosto y allí señalás centralmente 2 temas: el debate sobre el modelo productivo y de desarrollo constituye una asignatura pendiente y más adelante: «La demanda apunta a considerar la opinión de los pueblos, más allá de la discusión entre los representantes de los gobiernos».
JG: La demanda se refiere a un conjunto de organizaciones que presentaron una nota a los presidentes de la Unasur pidiendo, entre otros puntos, una auditoría de la deuda externa.
MH: Adolfo Pérez Esquivel fue uno de los firmantes.
MH: También está el tema de la minería extractiva.
JG: Hay que ver que San Juan, La Rioja o Catamarca pueden ser «prósperas» desde el punto de vista macroeconómico por la explotación minera, pero en 25 años va a quedar un cráter donde antes había una montaña y ya va a ser tarde. Mientras tanto la coyuntura de dólares que vienen desde Canadá u otros países inversores, alimenta este crecimiento económico de la Argentina o de cualquier otro país latinoamericano, al 5, 7, 10% anual. Pero es un crecimiento que nos permite brindar en la coyuntura pero nos genera problemas a futuro. Ojalá que la Unasur, y esa sería la expectativa, escuche el reclamo de los movimientos sociales referido a un modelo productivo que atienda las necesidades sociales más extendidas.
MH: ¿Cómo ves la campaña «Argentina al Alba» que se ha iniciado recientemente en nuestro país?
* Julio es Doctor en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Es Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.
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