Dedicado a Immanuel Wallerstein que nos ha enseñado que la izquierda (por constricciones sistémicas) envejece, en la misma medida que (también por imperativos sistémicos) se renueva en el camino con nuevas fuerzas, asegurando con ello la continuación de la lucha. Éste artículo de opinión es, desde nuestro punto de vista, un ejemplo de ello. El […]
Dedicado a Immanuel Wallerstein que nos ha enseñado que la izquierda (por constricciones sistémicas) envejece, en la misma medida que (también por imperativos sistémicos) se renueva en el camino con nuevas fuerzas, asegurando con ello la continuación de la lucha. Éste artículo de opinión es, desde nuestro punto de vista, un ejemplo de ello.
El pasado 21 de agosto de 2013 el sitio web www.rebelion.org publicó una carta de la señora Aleida Guevara March (la hija del Che Guevara), en la cual ésta tomaba partido en la reclamación que la Editorial Ocean Sur hacía al colectivo Revolución o Muerte (www.revolucionomuerte.org) por la publicación en éste último del libro «Apuntes críticos a la economía política» del compañero Ernesto Guevara de la Serna. (1)
En la misma la señora Guevara March se molesta de «la ignorancia y la prepotencia que se utiliza en la respuesta brindada por ese sitio web» (2), el sitio Revolución o Muerte. Pero ¿cuál es la ignorancia y la prepotencia de este colectivo?, ¿llamar amenaza a la insinuación de los representantes de la Editorial Ocean Sur de que publicar gratis el libro del Che Apuntes críticos a la economía política en su sitio web «tiene penalización legal»?, ¿entonces qué es eso?
¿O es que la señora Guevara se siente agraviada porque sus socios en la Editorial Ocean Sur no sean considerados compañeros por los camaradas de Revolución o Muerte?, ¿a quién la señora Guevara considera compañeros y a quiénes les dispensa el calificativo de señores?, ¿son compañeros de la señora Guevara los empresarios privados, empleadores de mano de obra asalariada (explotadores por naturaleza), surgidos al calor de las nuevas transformaciones que «actualizan el modelo socialista cubano», y señores esa misma clase de propietarios privados, expropiados en Cuba durante la «ofensiva revolucionaria» de 1968?, ¿pudiera la señora Guevara explicarnos semejante contradicción?
Por otra parte, se lamenta la señora Guevara de haber llegado tarde a la disputa entre el Colectivo Revolución o Muerte y la Editorial Ocean Sur por la publicación de textos del Che Guevara, porque «como todos sabemos el internet no está disponible para todos y mucho menos de forma gratuita» (3), sin embargo se queja de que quien pueda acceder a él, consiga disponer sin cargo alguno, de manera regalada, de los libros con el pensamiento del guerrillero argentino, que tanto necesitamos los antisistemas de este mundo que nos resistimos a aceptar que todo en este planeta tenga necesariamente que adquirirse con dinero.
Al parecer la familia Guevara sentía preocupación «cuando nadie pensaba en ello, (…) por el futuro y la necesidad de que las próximas generaciones pudiesen conocer de primera mano» (4) la tan necesaria obra del Che, pero ¿se ha preguntado la señora Guevara y su familia de qué manera llegará a ese 99 % de excluidos o en post de la exclusión los trabajos del revolucionario argentino-cubano?, ¿con qué poder adquisitivo van a comprar dichas obras para que el Centro de Estudios del Che de la Habana pueda seguirse manteniendo en pie?, ¿podrán darse el lujo las depauperadas masas de América Latina u otras partes del mundo de comprar dicho libro a la empresa amazon.com del magnate Jeff Bezos?, ¿quién se lucrará más con el libro de su padre, los altruistas y desinteresados compañeros de Revolución o Muerte o el potentado director ejecutivo de amason.com, ahora también propietario del diario imperial Washington Post?, ¿de qué lado está la señora Guevara March?
En algo estamos de acuerdo con la señora Guevara: «la realidad en que vivimos nos golpeó fuertemente» (5), pero en lo que sí no podemos estar de acuerdo es que, mercantilizándolo todo (incluso hasta el pensamiento revolucionario), vayamos a poder transformar lo que según ella (más bien diríamos pese a personas como ella dentro de la izquierda) «no hemos logrado cambiar».
Y termina su carta la señora Guevara: «El respeto es elemental para cualquier entendimiento entre las personas, el que algunos tengan muchos recursos económicos a su alcance no le da derecho a olvidar que otros no los tenemos» (6) y aquí sí ya exaspera, ¿porque quién tiene más recursos económicos, una modesta web, que ofrece un libro con copyright de forma gratuita para aquellos que no se resignan a continuar viviendo en este mundo donde todo tiene un precio, o la Editorial Ocean Sur, que pese a enfocar su labor editorial hacia la publicación de textos de izquierda, es una empresa orientada hacia la obtención de beneficio?
¿Qué puede decirnos la señora Guevara March del libro del economista norteamericano Paul Anthony Samuelson «Curso de Economía Moderna», publicado por primera vez en 1945 y ampliado en 1983, y considerado uno de sus magnum opus, además de ser el libro de texto de Economía para estudiantes universitarios más vendido de la historia, que los cubanos han editado sin permiso alguno bajo el titulo ECONOMÍA en dos tomos (el primero con las partes I, II, III y IV y el segundo con las V, VI y VII correspondiente a la decimocuarta edición, que si lo revisa no tiene ni la editora cubana que lo imprimió ni el año de la misma, y por el cual estudian todos los estudiantes universitarios cubanos de las carreras de Economía, y Contabilidad y Finanzas; y de todos aquellos libros de medicina de autores norteamericanos que con fines docentes, sin ningún ánimo comercial han publicado los cubanos para erigirse en una potencia médica mundial como lo han hecho con el libro del Che «Apuntes críticos a la economía política» los camaradas del Colectivo Revolución o Muerte?, ¿o la señora Guevara utiliza un rasero para medir a los editores antisistémicos bolivarianos de Venezuela, otro para los editores cubanos de libros científicos con carácter docente, y otro (parece que con un listón mucho más alto) para sus socios de la Editorial Ocean Sur? Sería interesante para el autor de estas letras (y para la izquierda en general) conocer la opinión que al respecto tiene el compañero Roberto Regalado que tanto admiramos, cuyas sabias observaciones tanto seguimos, estudiamos y hemos citado tanto en anteriores trabajos dado que a los efectos es el redactor-jefe de la editorial Ocean Sur en cuestión.
Por otra parte, los compañeros de Revolución o Muerte, en su carta de respuesta a la amenaza de ser llevados a los tribunales (7) por los representantes de Ocean Sur dicen: «Sería bueno un juicio en un Tribunal cubano, dilucidar allí el tratamiento, la propiedad, el sentido del pensamiento del Che allí donde el Che se hizo Revolucionario. Sería bueno imaginar la posición del Che», en realidad, camaradas, ¿creen ustedes que dóciles jueces «asalariados del pensamiento oficial, «becarios» que viven al amparo del presupuesto», que gozan precisamente de aquello de lo que el Che alertaba de «una libertad entre comillas» (8) les darán la razón y fallarán contra la Editorial Ocean Sur, el Centro de Estudios Che Guevara de la Habana o la familia Guevara March? No creo que fallen a favor de ustedes como tampoco creo que se arriesguen a hacerlo, porque la verdad y la justicia, el decoro y la moral están de su parte, que es la de esa gran humanidad de la que el Che hablaba.
Independientemente de egoísmos o defensa de una renta monopólica por una empresa (y puede haber de todo ello y más) ¿qué está en el trasfondo de todo esto?, ¿qué es lo que hay detrás de la publicación de un único libro (por muy importante que éste sea, y de hecho lo es), pero no deja de ser uno en formato de descarga libre, por un sitio cuya propiedad reclama otro?, ¿por qué una editorial tan prestigiosa como Ocean Sur, sin pudor de ningún tipo, sale a enfrentar resueltamente a una web, que no sólo no es su enemiga por el signo editorial de lo que publica, sino que al reclamar un activo de lo que considera su propiedad (algo legítimamente dudoso para otros) haya llevado a la editorial australiana (pero cuyo redactor-jefe es un representante del Partido Comunista de Cuba) a perder con su reclamo una de las más valiosas divisas de la izquierda, la ética?
No hay otra respuesta que el hecho de que en el sistema-mundo, en el que vivimos desde hace unos 450-500 años, el móvil que mueve a los sujetos económicos (y la Editorial Ocean Sur, en cuya defensa ha salido la señora Guevara March lo es) es la incesante acumulación de capital, y aquellos que no lo hagan el mercado los castiga duramente (9); pero además una economía-mundo capitalista es una colección de muchas instituciones, cuya combinación da cuenta de sus procesos, todos los cuales están interrelacionados entre sí, y una de esas instituciones básicas es el mercado, o mejor dicho, los mercados, pero «…el mercado absolutamente libre funciona como una ideología, un mito y una influencia restrictiva, pero nunca como una realidad cotidiana. Una de las razones por las que un mercado totalmente libre no es una realidad cotidiana, si es que alguna vez fuera a existir, es que volvería imposible la acumulación incesante de capital. Esto puede parecer una paradoja, porque es cierto que el capitalismo no puede funcionar sin mercados, y también es cierto que los capitalistas dicen con regularidad que están a favor del libre mercado. Pero los capitalistas necesitan, de hecho, mercados no completamente libres sino mercados parcialmente libres… Lo que los vendedores prefieren siempre es un monopolio, porque entonces pueden crear un amplio margen relativo entre los costos de producción y los precios de venta, y por lo tanto obtener grandes porcentajes de ganancia. Por supuesto, los monopolios perfectos son extremadamente difíciles de crear, e infrecuentes, pero los cuasimonopolios no lo son» (10).
Y eso es, compañeros, lo que está defendiendo la Editorial Ocean Sur y su socio en el negocio, la señora Aleida Guevara March, su monopolio, la renta de monopolio que más o menos le pueden proporcionar sus mercancías (en este caso libros), no importa que sean de un signo u otro, es decir, la exclusividad sobre un bien que le depara un rédito, lo que han salido a defender ambos sujetos frente a los «intrusos» camaradas del Colectivo Revolución o Muerte, y nadie lo olvide ni lo pase por alto, lo van a defender hasta con los dientes; Lenin lo decía «en materia de negocios los sentimientos sobran».
En cuanto a la conversión en mercancía del pensamiento revolucionario unas palabras; el sistema-mundo moderno que es una economía capitalista tiende por su esencia y naturaleza a mercantilizarlo todo, es su forma de existencia y supervivencia, si no crece perece, y hoy ha ocupado ya casi todos los espacios disponibles, quedan sólo algunos sectores por convertir en mercancía, y no totalmente sino de forma parcial, no fundamentales sino secundarios, y una de esas parcelas incompletas que aún quedan por transformarse en valor de cambio es el pensamiento revolucionario, por eso no es de extrañar la disputa que se mantiene sobre este campo aún virgen para el proceso de valoración, en momentos en que el sistema muestra síntomas de agotamiento, y por consiguiente, no puede darse el lujo de que alguien pretenda agenciárselo, quedando por tanto fuera de la relación mercancía-dinero; y desde luego, la Editorial Ocena Sur (y su aliada la señora Guevara March) jamás permitirá que su nicho de mercado sea invadido, porque hoy son unos advenedizos e «ingenuos» los que publican un libro suyo por vocación revolucionaria, pero mañana será un pulpo de la imprenta, el papel y la tinta, y las reglas que en este sistema, si se quiere sobrevivir como actor económico, la marca la competencia por monopolizar para sí un espacio del mercado, deben quedar esclarecidas y que, hasta los de mi mismo bando (no digo ya mis compañeros) las tienen que tener claras.
Y termino aludiendo a aquello por donde mismo comenzó su carta la señora Aleida Guevara March, la que se dirigía a sus «leales lectores». No creo que con su actitud se gane muchos adeptos dentro de la izquierda antisistémica, que considera el legado revolucionario y antiimperialista de su padre, el Comandante Ernesto Guevara como patrimonio suyo (porque lo es, lo haya guardado quien lo haya guardado), al que siempre le será fiel tanto en la letra como en el espíritu.
Notas
1. Para una revisión del intercambio epistolario entre los mismos ver:
«¿Es el Che una mercancía? ¿Quién es «el dueño» y «el propietario» del pensamiento del Che Guevara?». Colectivo Revolución o Muerte / Escuela política El arado y el mar de Venezuela bolivariana. La Rosa Blindada. Sitio Web Rebelión. 14 agosto 2013. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172533&titular=%BFes-el-che-una-mercanc%EDa?-%BFqui%E9n-es-%22el-due%F1o%22-y-%22el-propietario%22-del-pensam
y «Carta respuesta sobre la publicación de textos del Che Guevara». Aleida Guevara March (hija del Che). Sitio Web Rebelión. 21 agosto 2013. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
2. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
3. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
4. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
5. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
6. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172757
7. Sería en extremo interesante saber a qué tribunales se dirigirían los representantes de la Editorial Ocean Sur en el supuesto de interponer una demanda legal contra los miembros del Colectivo Revolución o Muerte, por el «delito» de publicar para su descarga libre en la red el libro del Che Guevara «Apuntes críticos a la economía política»: un tribunal cubano, uno de la Organización Mundial del Comercio, el Tribunal Internacional de la Haya (donde sólo se juzgan a personas de la periferia del sistema-mundo capitalista) o a algún tribunal de Australia, Reino Unido o EE. UU., donde la Editorial tiene puntos de venta.
8. «El socialismo y el hombre en Cuba». Carta del Che a Carlos Quijano, editor del semanario uruguayo, Marcha, publicada en la edición del 12 de marzo de 1965.
Disponible en: http://www.marxists.org/espanol/guevara/65-socyh.htm
9. «…quienes actúan con alguna otra motivación son, de alguna manera, castigados, y son eliminados eventualmente de la escena social, mientras que quienes actúan con la motivación apropiada son recompensados y, de tener éxito, enriquecidos.» Libro «Análisis de sistemas-mundo. Una introducción». Immanuel Wallerstein. Disponible en:
http://es.scribd.com/users/Barricadas/document_collections
10. Wallerstein, Immanuel. Libro «Análisis de sistemas-mundo. Una introducción.» Disponible en: http://es.scribd.com/users/Barricadas/document_collections
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