No cabe duda de que la categoría valor es el centro del sistema teórico de Marx en El Capital. Esta, sirve para dar cuerpo a todo ese aparato desplegado en ese libro. Sin embargo como todo trabajo humano, está vulnerable a -desde determinados puntos de vista- tener ciertos errores o imprecisiones. El cuerpo lógico que […]
No cabe duda de que la categoría valor es el centro del sistema teórico de Marx en El Capital. Esta, sirve para dar cuerpo a todo ese aparato desplegado en ese libro. Sin embargo como todo trabajo humano, está vulnerable a -desde determinados puntos de vista- tener ciertos errores o imprecisiones.
El cuerpo lógico que Marx utiliza, la dialéctica, como cualquier otro esquema de razonamiento, está sujeto a limitaciones, tanto desde los límites del lenguaje, como desde el propio método expositivo. Es por eso, que no sería nada alocado hacer alguna revisión crítica sobre cómo se desarrolla la categoría, y buscar, no precisamente un error, pero sí elementos que puedan reforzar o enriquecer la comprensión de la economía política de Marx.
Dada la ponderación que adquiere la lucha de clases dentro del pensamiento marxista, propongo pensar en algunas de las implicaciones que puede tener la forma en que Marx explica el valor, y cierta relación con la lucha de clases, o algún otro elemento de las ciencias sociales modernas tales como la hegemonía.
La categoría valor que asumo aquí -tal y como la he expuesto en algunos artículos-, no trata de media de horas materializadas, sino de relaciones intersubjetivas de reconocimiento a la capacidad de eso a lo que se le atribuye valor, es decir, el valor como esencia, es esa abstracción del papel que ocupa en la estructura social aquello designado; y este valor se figura, toma cuerpo, en la forma equivalencial. De una manera u otra, es un reconocimiento social.
Con esta categoría, Marx puede explicar las relaciones que se establecen entre individuos y grupos de individuos en sociedades. Así, las interacciones entre los hombres, no tienen un carácter mecanicista, sino que parten de una concepción de sujeto bastante certera: el hombre es un ser consciente, racional, por lo que sus relaciones son conscientes y racionales.
Con esto, Marx daba el principal elemento para explicar el movimiento mercantil :cómo se relacionaban los hombres. Con esa explicación, a través de la categoría valor, se podía expresar un sistema que representaba una cosmovisión de la interacción de los hombres.
Con toda la lógica del valor establecida, era cuestión de tiempo continuar el camino para explicar la mercancía, tal y como ocurre en El Capital. Como esta es la célula económica fundamental del capitalismo; el valor, permitía comprender el reconocimiento social alrededor de esta, y cómo se realiza el movimiento de dicha mercancía.
Sin embargo, todo esa sección primera de El Capital, que expone la mercancía, el valor y sus formas, y aunque sea el mercado algo del capitalismo, debe aclararse que no es exclusivo de esta sociedad, por tanto, tal lógica mercantil, es para cada sociedad mercanti, incluyendo las no-capitalistas. Por eso, tal generalización a partir del valor que construye Marx inicialmente, pudiera estar desprovista de un sentido capitalista de la palabra.¿ A qué me refiero con esto?
Para exponer esta idea hay que regresar al concepto: es un reconocimiento social el valor. Es decir, habla del reconocimiento que la sociedad le da. ¿Es la categoría sociedad la más apropiada para explicar los movimientos o fenómenos internos de esta?
Al hablar de sociedad, de sus movimientos -no se pueden cometer ciertos errores sociológicos-, se debe reconocer que estos son producto de las contradicciones de las clases o grupos sociales a lo interno de esta. Es por eso, que cuando se dice reconocimiento social, hay que tener presente que este concepto está ocultando las contradicciones y lucha de clases no visibles en ese proceso en el que se genera dicho reconocimiento, que si bien esa lucha está presente en la obra de Marx, no es precisamente un elemento que está incluido explícitamente en esa definición inicial del valor. Es decir, se habla de reconocimiento social, pero no se menciona el carácter de lucha de ese reconocimiento.
De seguro, ante tal necesaria acotación al valor, cabría hacerse la pregunta de por qué Marx lo expone de esta forma. Soy del criterio, que a pesar de las numerosas contradicciones que puedan encontraser en la exposición de El Capital, la forma en que él lo hace, es una de las mejores variantes.
Hay que recordar que no es hasta que Marx llega al proceso de producción, que no puede exponer la categoría plusvalor y definir su papel, y afirmar que: «…la producción de plusvalor es el objetivo fundamental de la producción capitalista…», de ahí que se entienda esta como el fin del sistema, que su ley fundamental es la producción de ese plusvalor, elemento este que juega un papel clave en el intercambio merantil capitalista. Sin embargo, había que hacer el recorrido del valor antes de hablar de plusvalor.
Imagínese por un momento que Marx hubiese empezado El Capital definiendo ese ley del plusvalor. ¿Qué ocurriría? Primero habría que tener en cuenta que hubiese sido más difícil llegar a la teoria del valor, porque partir del fin del sistema para explicar su movimiento, era caer en una especie de metafísica del plusvalor sin sustento teórico. Digo esto, porque sería así un punto de partida no demostrado-el hecho del plusvalor- que al desplegarlo teóricamente no permite establecer una lógica de intercambio mercantil como la define Marx.
Es decir, empezar explicando el plusvalor, puede terminar en pensar el excedente como un mero deferencia entre precios o sustancias, ya que no se posee una teoría del intercambio. Habría que recordar para reafirmar esta idea, una vez más, que la principal diferencia entre Marx y los clásicos ingleses y franceses, era su concepción de valor. Solo la de Marx, conduciría a tener una teoría certera del excedente, y solo explicando el comportamiento del excedente de forma aceptada, se podía explicar el capitalismo.
Prueba de ello es que muchos, Ricardo, Smith, e incluso Sismondi-quien acuñó el término plusvalie- estuvieron cerca de la concepción de excedente, pero no pensado precisamente desde una noción de intercambio correcta. Por eso, la mejor forma que podía seguir Marx, era construyendo su teoría del intercambio, y desde ahí llegar al excedente.
Con el despliegue de esta, comprendiendo que en ese intercambio se reconocen los resultados de la actividad humana, y que de esa objetivación del trabajo depende el hombre, y que las propias condiciones de intercambio en los marcos del capitalismo, hacen obligatorio que los productores deban intentar obtener niveles crecientes de excedente (plusvalor) para a partir de este realizar su reproducción ampliada y ser devorado en ese medio de competencia.
Por otro lado, habría que entender algunas de las cosas propias de la dialéctica como método, y es que Marx, está construyendo un sistema de determinaciones abstractas, y para que el lector de su obra entienda y su propio método sea certero, debe comprender cómo se construyen esas las relaciones reales que el va a reflejar en su modelo. El mejor camino para construir un sistema dialéctico, era hacerlo sobre la generalidad de las relaciones intersubjetivas humanas: el valor.
A diferencia de otras cosmovisiones del capitalismo que construían las relaciones humanas de este basadas en la maldad, o en elementos de poder per se, o cualquier moralismo o principio metafísico, Marx monta el sistema solo basado en relaciones conscientes e intersubjetivas, las cuales van adquiriendo características en dependencia de las condiciones. La condiciones propias de esas relaciones en el capitalismo, le dan ese contenido que es la búsqueda del plusvalor. Es por eso, que esa búsqueda del plusvalor, es solo el contenido de esa forma mercantil, que las relaciones humanas adquieren en determinado contexto.
En lo adelante del capital, Marx cuando expone el desenvolvimiento mercantil, ya lo hace plasmado ese contenido y sobre todo mostrando la lucha de clases, todo el tiempo presente en el desarrollo del hombre como ser social. Y es esta misma lucha clases, la que está haciendo que tenga ese contenido de que el fin sea el excedente, de la forma mercantil.
Si bien Marx no podía definir ningún contenido para la forma mercantil al iniciar su texto, porque hubiese incurrido atribuir una especie de contenido universal al intercambio, y ya que después le atribuye un contenido a este, sin acachar ningún error al Moro, podríamos entonces agregar esa regla de la lucha de clases. Esto es, que ese reconocimiento, no será nunca espontáneo, sino que estará sujeto siempre a la lucha de clases, a la hegemonía de grupos sobre otros para imponer sus condiciones de reproducción.
Así, el valor, -enriqueciendo el concepto-será ese reconocimiento social producto de la hegemonía de clases sobre otras, y en el marco del capitalismo, de las burguesías sobre los obreros. Entonces, el tiempo de trabajo socialmente necesario, será entonces el tiempo de trabajo socialmente necesario impuesto por los poderosos.
Considero que pensarlo así, es parte de esa necesidad de los marxistas de enriquecer y fortalecer a Marx.
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