1. Introducción
Una de las principales actividades económicas que ha hecho Japón en los últimos veinte años corresponde a distintas inversiones en países de la región latinoamericana. Esto siempre ha tenido una repercusión positiva tanto para América Latina como para el país del sol naciente.
Para estas relaciones de inversión y colaboración con América Latina, hay varias instituciones participantes, como lo son el Ministerio de Finanzas de Japón (MOF) y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA)1.También está implicado, contribuyendo con estas instituciones, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que apoya la alianza entre Japón y los países de América Latina.
El objetivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)2 y estas otras instituciones de Japón, es estimular el financiamiento para infraestructura de la región, ayudar en la salud sobre todo en estos momentos de pandemia del Covid 19, y también para combatir los riesgos de desastres naturales.
Debido al temor de futuras pandemias, desastres naturales, entre otros fenómenos de consecuencias negativas para los pobladores de la región, el país asiático acepta con mucho gusto el acuerdo con el BID, sobre todo para el tema de la salud, que como sabemos, la población mundial ha sufrido de manera grave.
El gobierno de Japón y el BID han fortalecido su alianza. El enfoque está fundamentado en cooperar para la recuperación socioeconómica de América Latina y el Caribe (ALC). También hay que tener en cuenta que JICA y el BID vienen trabajando juntos desde la década de los años ochenta. Ahora con la notable diferencia que estamos viviendo, que corresponde a otra realidad socioeconómica y sobre todo pandémica por el Covid 19 con su doble impacto sobre la salud y la economía de la región (BID, 2021).
Se debe señalar que Japón tiene un compromiso histórico debido sobre todo para con la inmigración japonesa en la región latinoamericana que tiene décadas de vínculos y su propio devenir.
La colaboración entre Japón y el BID ha financiado más de 650 proyectos por unos US$400 millones. Por ejemplo, desde el año 2011 el financiamiento aportado por JICA ha estado en una cifra de US$1.5 mil millones para proyectos de energía, agua y saneamiento en Costa Rica, Ecuador, Honduras, Jamaica, Nicaragua y Paraguay. Estos son algunos de los países de América Latina que han sido beneficiados por estos proyectos, también se han ampliado en los últimos años estos financiamientos a estudios conjuntos y otras actividades más socioeducativas (BID, 2021).
2. Vínculo entre Japón y América Latina en las primeras décadas de posguerra
Hay que tener en cuenta que los países de Latinoamérica ayudaron en alguna medida al país del sol naciente a recuperar su independencia después de la Segunda Guerra Mundial, pues cuando en 1951 los gobiernos firmaron el Tratado de Paz con Japón, y dándose por concluida la guerra, la gran mayoría de los países de América Latina hizo posible que tuviera efecto este tratado, además que estos países influyeron, en gran medida, para que Japón se integrara a las Naciones Unidas en 1956.
Lo interesante es que, debido a la gran crisis económica de los primeros años de posguerra, el gobierno japonés estimuló su política de migración y envió alrededor de 80.000 personas para América Latina entre 1952 y 1970, también otros japoneses, aproximadamente 20.000 individuos, lo hicieron de forma espontánea hacia América Latina (Agustina, 2016).
Brasil fue uno de los países que más nipones aceptó con una cantidad de 70.000, seguido de 12.000 en Argentina, Paraguay con 9.600 y Bolivia con 6.000. Estos datos históricos y estadísticos comprueban todo el apoyo y ayuda que le dio Latinoamérica a Japón. Por esta razón la diplomacia japonesa ha dado ayuda a los inmigrantes japoneses desde entonces.
Un aspecto importante es que Japón no hizo ninguna distinción entre los gobiernos de izquierdas y de derechas, su interés siempre fue enfatizar las relaciones económicas con los países independientemente de sus sistemas políticos.
Una de las empresas comerciales famosas niponas, la Sogo Shosha,3 tendió su red comercial en toda América Latina, con el objetivo principal de comprar materia prima y vender productos manufacturados de Japón. Un dato a destacar, es que desde el año 1980 los países latinoamericanos contaron con un 7% como promedio de las exportaciones niponas, el nivel más alto desde antes de la Segunda Guerra Mundial (Agustina, 2016).
Otras de las ramas destacadas en las inversiones japonesas es en el sector minero e industrial. América Latina ocupó un 15,7% de todas las inversiones niponas en el mundo. Progresivamente, las inversiones japonesas siguieron creciendo en la región desde 1970 llegando a contar con el 17% del total de 1980.
Lo que ha convenido mucho a Japón ha sido el hecho de que la región latinoamericana posea abundantes recursos, que ha llamado la atención a los nipones para sus inversiones.
En la llamada “década perdida” de los años noventa en Japón, cuando reventó la burbuja económica y financiera, la inversión japonesa en la región latinoamericana perdió 4,5 puntos, índice menor que en los años ochenta. Esto debido a la crisis económica y financiera que atravesaba Japón en la década de los noventa; simultáneamente, también hubo varias crisis en las economías latinoamericanas en esos años, que afectó la relación entre ellas y la economía nipona. Durante esa década se pudo observar una gran caída en algunos sectores de inversión como son los servicios del turismo, transporte y bienes inmuebles.
En cuanto al comercio internacional, para América Latina, Japón es muy importante como fuente para las importaciones, y no solo Japón sino también los demás países asiáticos donde el comercio entre estos y la región se hace cada vez más importante.
Hay que tener en cuenta que Japón ha perdido competitividad frente a Estados Unidos en América Latina, influenciado principalmente por la fortaleza del yen. Un ejemplo de ello es Argentina, que con respecto a Japón era exitosa hace unos años atrás, pero fue perdiendo ese auge posteriormente debido no solo a la fortaleza del yen, sino a la política de Argentina con respecto a la industria automotriz.
Con excepción de algunos países como México, entre otros, Japón importa más de lo que exporta hacia América Latina, contribuyendo de esa forma a la balanza comercial de los países latinoamericanos. Los productos que mayormente exportan los japoneses para Latinoamérica son maquinarias que incluyen también automóviles.
Otro aspecto importante es la relación de Japón con América Latina a través de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), pues esta institución japonesa hace préstamos con bajo interés que ofrece a los países con ingresos bajos(CEPAL, 2010).
Enel caso de los países con mayores ingresos, solo se entregarían préstamos para proyectos que tengan que ver con el medio ambiente principalmente. Sin embargo, la cooperación técnica impulsada sobre todo por JICA es para todos los países incluyendo los de mayores ingresos.
Durante la década de los años ochenta, en el ámbito internacional, la mayor contribución fue en el área económica. Hacia 1990 se hizo palpable la fortaleza del proceso de democratización en América Latina. Enel aspecto económico, también en esta década de los noventa, la mayoría de los países latinoamericanos abandonaron el modelo de sustitución de importaciones con grandes protecciones estatales y adoptaron el modelo liberal que asume más importancia al funcionamiento del mercado.
El país que más comercia con Japón y tiene sus principales inversiones es Estados Unidos y esto viene desde la Segunda Guerra Mundial. Los dos países firmaron un acuerdo no solo económico-comercial sino también militar con el famoso artículo 9.4También Japón ha mantenido estrechas relaciones con Asia, desde vínculos políticos hasta relaciones económicas con los países de esa región(Ross, 2012).
Sin embargo, es bueno señalar que la mayor parte de las empresas niponas se han destinado hacia los países asiáticos, pero con la crisis se demostró que ningún país o región es invulnerable ya que la intensa competencia mundial puede hacer caer a cualquier economía.
Los japoneses necesitan cada vez más expandirse con nuevos mercados para sus inversiones y mercancías industriales, y como es lógico, América Latina es una región codiciada por Asia. Particularmente, los nipones tienen muy pocos recursos naturales y la región latinoamericana si los tiene, sobre todo hidrocarburos, alimentos, materias primas entre otros.
De allí que Japón precise iniciar sus esfuerzos de profundizar sus relaciones con los países latinoamericanos y con una estrategia a largo plazo, para lograr sus metas en cuanto a su desarrollo comercial y económico.
3. Japón está apoyando a la región latinoamericana en la lucha contra el Covid 19 y el cambio climático
Japón se está destacando entre los diferentes socios de la región de América Latina en la lucha contra el Covid 19. En el primer semestre del año 2020 el gobierno de Japón aportó 2,7 millones de dólares a la Organización Panamericana de la Salud para ayudar a la región a enfrentar problemas relacionados con la pandemia(Myers, García y Quinn, 2021).
Además de ello, unos meses después el gobierno nipón extendió una ayuda de emergencia de 8,8 millones de dólares a América Central, sobre todo para aliviar los efectos de una devastadora temporada de huracanes.
El gobierno japonés continua con un compromiso muy fuerte con la región de América Latina y el Caribe, duplicando el porciento de financiación en el extranjero para iniciativas vinculadas con la salud, de esta forma esto podría crear nuevas posibilidades de colaboración con la región, esto es de vital importancia para nuestros países pues fortalece el período de recuperación prolongada de los efectos de la pandemia.
La seguridad humana que ofrece Japón a América Latina también es sumamente valiosa, sobre todo porque la región se enfrenta a una gran conmoción social y económica. Japón ha apoyado en seguridad humana en la región incluyendo participación en programas multilaterales sobre todo enel control y la prevención del VIH/SIDA en Cuba, también en apoyo a las poblaciones internacionalmente desplazadas en Colombia y la asistencia en salud materna en Perú, entre otros ejemplos.
Otra oportunidad importante de la cooperación entre Japón y América Latina y el Caribe es el tema del cambio climático. No solo se trata de asistencia internacional para el desarrollo, la inversión extranjera directa de Japón, sino también para hacer frente a la crisis climática, por ejemplo, promoviendo la utilización de la electricidad de fuentes de energía renovable.
Hay que tener en cuenta el “Programa de Promoción Cool Earth”5 cuya traducción sería “tierra fresca”, cuyo objetivo sería reducir a la mitad la emisión global de gases de efecto invernadero para el año 2050. Esta iniciativa de cuenta con el fuerte apoyo de muchos países latinoamericano y caribeños (Hosono, 2008).
Japón hace grandes esfuerzos para consolidarlas relaciones de cooperación con los países de la región con el establecimiento del marco Post Kioto6, fortaleciendo la colaboración entre el sector público y el privado, especialmente en las áreas de energía, recursos naturales y medio ambiente, consolidando de manera efectiva y eficaz los esfuerzos realizados por América Latina y el Caribe hacia un desarrollo sostenible (Hosono, 2008).
4. ¡¡Juntos!!, la clave de la política de compromiso entre Japón y América Latina
Algo interesante entre Japón y América Latina es el compromiso de la política de ¡¡Juntos!!,que había sido anunciada por aquel entonces por el exprimer ministro Abe en São Paulo en 2014 en un discurso titulado ¡¡Juntos!! que significaba una profundidad y estrechamiento en las relaciones de cooperación entre América Latina y el Caribe y Japón que consiste fundamentalmente en “liderar juntos”, “inspirar juntos” y “progresar juntos” sobre todo para mejorar el compromiso económico entre las partes y fortalecer los asuntos regionales e internacionales, el intercambio cultural y el desarrollo económico-social.
Abe había expresado el primer principio: “progresar juntos”, buscando profundizar en las relaciones económicas, haciendo hincapié en el papel de las empresas para lograrlo. En el segundo principio “liderar juntos” se propone enfrentar los retos globales, facilitado como vía del diálogo; y el tercer principio estimula “inspirar juntos” a través del apoyo del intercambio (Myers, García y Quinn, 2021).
En el 2018, se presentó una iniciativa para fortalecer la conectividad con ALC en tres esferas:
1. conectividad económica,
2. conectividad de valores,
3. conectividad de la sabiduría.
Esta política de cooperación entre Japón y ALC, ha sido continuada y fortalecida por el actual primer ministro Suga Yoshihide, se ha estado adaptando al nuevo y actual escenario de la pandemia internacional, contribuyendo Japón en la región para afrontar la compleja situación sanitaria (De María, 2021).
Entre las diferentes acciones, Japón proveyó a veinte países latinoamericanos de equipos médicos por valor de US$ 73 millones, también otorgó US$ 8 millones para promover el desarrollo de capacidades médicas a través de instituciones como el Fondo Fiduciario de Japón, un fondo especial del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y brindó una contribución de US$ 2,7 millones a la Organización Panamericana de la Salud (Chadha, 2021).
En el año 2021, el Banco de Japón otorgó un crédito a largo plazo de 90 millones de dólares al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), con el objetivo fundamental de apoyar los sistemas de salud pública de la región en el contexto de la pandemia (CAF, 2021).Este crédito del Banco de Japón va dirigido a prevenir y mitigar los efectos negativos de los problemas de salud pública para la población más vulnerable de la región.
5. Japón ha tenido una estrategia de internacionalización con sus empresas niponas
Existen en la actualidad cerca de 3.000 empresas niponas que han expandido sus negocios en América Latina, con socios locales, estimulando el desarrollo mutuo. Las empresas más reconocidas o destacadas son:
- Tohsiba
- Panasonic
- Mitsubishi
- Mitsui
- Itochu
- Sumitomo
- Toyota
En América Latina hay inversiones de estas famosas empresas japonesas, en unos países más que en otros. Las características generales de algunas de ellas son:
Toshiba
Esta gran empresa, líder mundial, está basada en la innovación y desarrollo enfocado al cliente. Es una empresa con tecnología de punta sobre todo de productos eléctricos y electrónicos con un gran valor agregado.
Actualmente es la séptima productora mundial del sector, con aproximadamente 160.000 trabajadores en todo el mundo, con una cifra de negocios de más de cuarenta billones de dólares.
Mitsubishi Corporation
Es la compañía nipona más importante. Trabajan alrededor de más de 40.000 personas. Está centrada en la inversión y las necesidades de los clientes. Sus líneas principales están en las ramas de los metales, maquinarias, energías y alimentación.
Mitsui Corporation
Esta gran empresa es muy importante, con un desarrollo industrial fuerte y alto valor añadido. Tiene mucha fortaleza a nivel internacional y es muy flexible a los cambios en el mercado global.
Itochu Corporation
Itochu es una de las gigantes niponas comerciales. Tiene representación en más de 80 países, accionando en diversos sectores. Es una de las que más factura en Japón y otros países donde tiene filiales.
Sumitomo
Esta gran corporación se enfoca principalmente en la comercialización de diferentes materias primas en todo tipo de industrias, usando sus conexiones internacionales que sirven para proveer servicios de alto valor agregado (financiación, información, modelos de negocios, etc.).
Toyota
Toyota Motor Corporation es uno de los principales productores mundiales de coches, desde minivehículos hasta grandes camiones. Sus marcas se comercializan en más de 140 países. Toyota está diversificando su cartera y cuenta también con empresas en los sectores de embarcaciones y telecomunicaciones.
El país del sol naciente aprecia a América Latina como un mercado en aumento de expansión, donde se prioriza los aspectos económicos por encima de los asuntos de seguridad.
Para los nipones la región latinoamericana es una fuente de resguardo para alguna contingencia de seguridad ya que Japón se puede encontrar constantemente en una situación de elevada vulnerabilidad en cuanto a necesidades de materias primas, donde América Latina podría ser fuente favorable de las mismas para Japón.
Además, a los países de América Latina les es necesario diversificar las inversiones externas en el mundo y Japón es un aliado fuerte en este aspecto. Japón seguirá cooperando con el Grupo BID7 y contribuyendo activamente a promover el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.
6. Japón como mayor inversionista en el extranjero
Los japoneses volvieron a ser los mayores inversionistas en la economía mundial entre los años 2018 y 2019, con un apreciable aumento de sus flujos de salida en aproximadamente 227.000 millones de dólares; aumentando un 57% debido fundamentalmente a las transacciones de las fusiones y adquisiciones (FAS) transfronterizas, de 36.000 millones de dólares hasta alcanzar la cifra de 104.000 millones de dólares, sobre todo por las mega operaciones.
Antes del Covid 19, o sea en el año 2019, el ritmo de expansión a nivel internacional de China disminuyó por tercer año consecutivo, cayendo también lo flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia otros países en un 18%, en comparación con el año anterior. Por lo que China se ubicó en el cuarto lugar como inversionista extranjero detrás de Japón, los Países Bajos y Estados Unidos, perdiendo el gigante asiático el segundo lugar de inversor mundial en 2018(CEPAL, 2020).
Esto reafirma, en comparación con China, que Japón y sus empresas son los responsables de la mayoría de las operaciones originadas en Asia y el Pacífico (según algunas cifras relativas un 35% en cantidad y un 56 % en valor). No solo las empresas japonesas han sido las más activas en los últimos años, sino también las empresas de Estados Unidos y Alemania han sido las más dinámicas a nivel mundial en las inversiones en el exterior.
7. Las inversiones extranjeras directas en Japón
Es bueno conocer no solamente las inversiones extranjeras de Japón en América Latina y en el mundo, sino también saber cuáles son las características y los requisitos fundamentales para poder invertir en Japón, pues esto serviría de experiencia para las empresas de Latinoamérica a la hora de invertir en el país asiático.
Se debe conocer que las inversiones extranjeras directas en Japón están sujetas a las disposiciones de dos leyes:
– Ley del Control de Cambios y de Comercio Exterior
– Ley sobre Inversiones Extranjeras
La primera ley regula todas las transacciones del comercio exterior y también las transacciones de divisas, incluyendo los movimientos de capital; la segunda, promulgada en 1950, regula más directamente las inversiones extranjeras a largo plazo y es una disposición complementaria de la primera. La Ley sobre Inversiones Extranjeras se aplica a las inversiones de capital realizadas en Japón por un inversionista extranjero y dispone que, una vez que la inversión ha sido aprobada, queda garantizada la repatriación del capital y los beneficios que componen los intereses, dividendos, utilidades, etc. (Bank of Japan, 2022).
8. Ventajas para la IED en Japón:
– Además de ser la tercera economía en el mundo, Japón tiene un fuerte poder adquisitivo y por lo mismo una elevada demanda interna.
– En cuanto líder en tecnología de punta, I&D (con la mayor cantidad de patentes del mundo), Japón ha tenido una economía de crecimiento permanente, y una estabilidad sólida por décadas.
– Gracias a su ubicación geográfica, cualquier inversor extranjero que opera en el mercado japonés tiene un ingreso más expedito a otros mercados asiáticos.
– El entorno de negocios es claramente favorable y reforzado por un sistema político estable.
– La fuerza laboral tiene un alto nivel de formación, y los japoneses son conocidos como trabajadores con gran compromiso con su empresa.
– El envejecimiento de la población abre grandes oportunidades a productos y servicios enfocados en grupos de mayor edad como tecnología de cuidados de salud, aparatos médicos, ocio, productos farmacéuticos, etc. (JETRO, 2022).
9. A modo de conclusión
Las inversiones de Japón en América Latina son de una importancia vital para ambos, pues los dos se complementan en sus relaciones comerciales y económicas. Japón sobre todo aporta tecnología y productos de alta calidad y la región latinoamericana aporta productos primarios (alimentos y recursos naturales).
El incremento de las inversiones niponas se ha ido incrementando en las últimas décadas de forma significativa favoreciendo a la región. Esperemos que sigan aumentando de forma continua.
El reto es mantener las relaciones comerciales, económicas y de colaboración en el presente, sobre todo después de una pandemia tan grave que ha estancado a la economía mundial.
Japón y la región tienen las mejores relaciones y tienen un vínculo histórico desde los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, factor que favorece esta relación.
Notas:
1- La Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, más conocida de forma abreviada como JICA, es una agencia independiente. Su objetivo es coordinar la asistencia pública oficial internacional de Japón, ayudar al desarrollo económico y social de los países en desarrollo y promover la cooperación internacional.
2- Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una organización financiera internacional con sede en la ciudad de Washington D. C. (Estados Unidos). Su objetivo es financiar proyectos viables de desarrollo económico, social e institucional y promover la integración comercial regional en el área de América Latina y el Caribe.
3-Sogo shosha son empresas japonesas que comercian con una amplia gama de productos y materiales. Además de actuar como intermediarios, Sogo shosha también se dedica a la logística, el desarrollo de plantas y otros servicios, así como a la exploración internacional de recursos.
4-El artículo 9 de la Constitución de Japón es una cláusula que prohíbe actos bélicos por parte del Estado. La Constitución se aprobó el 3 de mayo de 1947, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.
5-Significa tierra fresca, con el objetivo de enfrentar el cambio climático y reducir a la mitad la emisión global de gases de efecto invernadero para el año 2050.
6- Pos-Kioto, se tratan los principales elementos de la estrategia europea de lucha contra el cambio climático, dando noticia de los trabajos de Comisión con el fin de analizar y evaluar anticipadamente el esquema de participación más conveniente y los compromisos a asumir por la UE, a partir del 2012.
7-El Grupo BID está integrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el BID Invest y el BID Lab. Ofrece soluciones financieras flexibles a sus países miembros para financiar el desarrollo económico y social a través de préstamos y donaciones a entidades públicas y privadas en América Latina y el Caribe.
Referencias:
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Sitios oficiales consultados en Internet de organismo internacionales:
– Japan Extenal Trade Organization (JETRO):https://www.jetro.go.jp/en/
– Bank of Japan:https://www.boj.or.jp/en/index.htm/
– Banco de Desarrollo de América Latina:https://www.caf.com/
– Comisión Económica para América Latina y el Caribe:https://www.cepal.org/es
Dr. Ernesché Rodríguez Asien. Director del Observatorio Iberoamericano de la Economía y Sociedad de Japón. [email protected]
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