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Amanece a mitad de la noche

Fuentes: Rebelión

“He preferido hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se sabe demasiado” -Silvio Rodríguez

El pasado 5 de febrero la agrupación Revolución Ciudadana, liderada por Rafael Correa pegó, con todos los vientos en contra y superando las previsiones de su líder -persona optimista donde las haya- un verdadero campanazo electoral que ha reconfigurado radicalmente el mapa político del país andino, de modo que hay que volver a analizar la realidad.

a. Los factores adversos a Revolución Ciudadana:
Durante todos estos años, desde 2017, el correísmo ha tenido absolutamente todos los elementos en contra:
-La persecución mediático-jurídica, basada en sistemáticos fraudes procesales (o lawfers), que ha provocado el exilio de buena parte de sus principales líderes (Rafael Correa, Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira, Fernando Alvarado, Vinicio Alvarado…), o el encarcelamiento (Jorge Glas) de otros. No hay agrupación política que soporte esta presión.
-El silenciamiento mediático de dicho movimiento, junto con actitudes de linchamiento también mediático cuando no ha habido más remedio que reseñar acontecimientos de entidad. No hay agrupación política que soporte esta presión.
-El hecho de que su líder no pueda ingresar en el país, ni para hacer campaña ni para organizar el movimiento. No hay agrupación política que soporte esta presión.
-La limitación de medios económicos y operativos, frente a los infinitos medios de la oligarquía financiera, militar, mediática, política y jurídica, que ha recurrido a todo tipo de juego sucio para acabar con el correísmo. No hay agrupación política que soporte esta presión.
-Las innumerables trabas administrativas que ha sufrido, como las varias negativas a inscribir su partido, el bloqueo de la apertura del proceso revocatorio, los nombramientos ad hoc, a menudo fraudulentos, de cargos políticos, administrativos y judiciales para desde esos cargos eliminar el correismo, etc. No hay agrupación política que soporte esta presión.

b. Los resultados electorales:
Y, sin embargo, esta presión insoportable ha sido soportada por Revolución Ciudadana, hasta el punto de revertir el mapa electoral.
Así, a partir de los datos oficiales de la CNE, podemos afirmar lo siguiente:
-Su líder (Rafael Correa) es el político de mayor popularidad.
-Es la fuerza mayoritaria (si bien insuficiente para constituir mayoría) en la Asamblea.
-Es mayoría en el CPCCS (4 de 7).
-Tiene la mayoría de las alcaldías.
-Es la fuerza política que ha ganado más prefecturas.
-Ha ganado con gran diferencia el NO (que era su opción) 8 de 8 preguntas de una consulta que de facto era un plebiscito a la gestión de Lasso.
-De los 2 cargos a elegir (prefectura y alcaldía) en las 3 principales ciudades (Quito, Cuenca y Guayaquil), ha ganado 5 de 6.
Sencillamente, RC ha logrado lo imposible. Y es que “de lo posible se sabe demasiado”

c. Las causas de estos resultados:
-El tesón de la dirigencia al atravesar durante años una travesía del desierto sin rendirse al desaliento.
-La óptima campaña dirigida por un óptimo estratega (Vinicio Alvarado), junto con una organización cohesionada, elementos ausentes en las elecciones presidenciales, que no en vano se perdieron.
-El contraste entre el ínfimo balance de la gestión presidencial de Lasso y el excelente de la de Correa en absolutamente todos los indicadores (desigualdad, pobreza, corrupción, desempleo, inseguridad…).
-El contraste entre Guillermo Lasso y Rafael Correa en cuanto a carisma, inteligencia, honradez, capacidad de gestión, etc.

d. El desplazamiento hacia la izquierda de la correlación de fuerzas:
En todo este estado de cosas, la correlación de fuerzas se desplaza hacia la izquierda:
-El oficialismo está desolado, sin norte, con ratas huyendo del barco, y ahora con minoría en todas las instancias político-administrativas.
-El correísmo está exultante, y es mayoritario en la asamblea, las alcaldías, las prefecturas y el CPCCS.
-La derecha de Nebot ha perdido todo su peso electoral, y no tiene gran apoyo que brindarle a Lasso.
-El indigenismo ha ganado algo de peso electoral, pero hay un sector de la dirigencia a favor de Lasso y otro sector que no torpedearía al correísmo.
-La izquierda extra-correista no tiene gran peso en el tablero, pero no se sabe hacia dónde se orientará.

e. El principio del fin del gobierno de Lasso:
Como es lógico, el correísmo está exultante, y el oficialismo desolado. Podemos estar en el principio del final de este gobierno, incluso antes de las elecciones presidenciales de 2025, por los siguientes elementos:
-La convocatoria de Lasso a un diálogo nacional (medida desesperada y a la defensiva) ha sido rechazada por todas las fuerzas políticas.
-Varios ministros y altos cargos han dimitido a partir de la derrota.
-El movimiento indígena ha insinuado la posibilidad de un nuevo levantamiento.
-El correismo está pidiendo la convocatoria a muerte cruzada (o enfrentamiento plebiscitario entre el ejecutivo y el legislativo), modo legal y democrático de retirar a Lasso del cargo.
-Una instancia judicial ha desbloqueado el proceso de apertura del revocatorio, otra medida legal y democrática para remover al presidente.
-Acaban de destaparse posibles actos de corrupción en el entorno del presidente, y se acaba de condenar judicialmente a Pablo Celi, factótum del juego sucio contra RC.

f. Las posibles variables que decidan la partida:
-Que el voto y la militancia correistas sigan o no aumentando.
-Que los poderes fácticos (la oligarquía económica) dejen de apoyar o no a Lasso.
-Que los indígenas organicen o no un nuevo levantamiento.
-Que la dirigencia honesta del indigenismo (Iza) se acabe imponiendo o no a la dirigencia corrupta (Tibán y Pérez).
-Que la izquierda extra-correista apoye o no a RC o, en el mejor de los casos, dejen de torpedearlo.
-Que en la asamblea, frente al nuevo mapa político, haya o no miembros suficientes para generar el quorum necesario para una muerte cruzada que ganaría el correismo.
-Que el proceso jurídico-administrativo de apertura del revocatorio no encuentre obstáculos o sí, ahora que ya no es tan fácil aplicar el juego sucio contra un poder emergente a favor de un poder en descomposición.

g. Hipotéticos desenlaces alternativos:
-El gobierno resiste hasta las elecciones de 2025: éstas las ganaría el correismo.
-Se convoca a muerte cruzada: un número suficiente de asambleístas, por la decepción de éstos ante el gobierno, logra activar la fórmula. El plebiscito lo ganaría la Asamblea, y la elección presidencial que convocase lo ganaría el correismo.
-Se activa el revocatorio, se consigue la firma del 15% del censo electoral, se convoca el plebiscito y pierde Lasso. Luego se convocan elecciones que ganaría el correismo.
-El indigenismo convoca a un levantamiento que paraliza el país al ser masivamente secundado por otros sectores sociales. Lasso huye, y ocupa la presidencia un interino sin otra función que convocar elecciones. Las ganaría el correísmo.
Por tanto, la cuestión no es si RC volverá o no al poder, sino cuándo. Como con razón dice Rafael Correa, “todo es cuestión de tiempo”.

h. El retorno del correísmo:
De este modo, a los gobiernos mediocres y corruptos de Moreno y Lasso, en los que se disparó la delincuencia, la corrupción, la pobreza y el desempleo, les seguirá el de la Revolución Ciudadana, que devolverá al Ecuador a la senda del desarrollo, del Buen Vivir
y de la eliminación de la pobreza.
Esta fue la senda que se recorrió y la que se va a retomar:
-Descenso de la pobreza del 38% al 21 % (CEPAL).
-Descenso de la mendicidad en un 60% (INEC).
-Ser uno de los tres países menos desiguales de América Latina (Unesco).
-Ser uno de los tres países con mayor índice de reducción de la pobreza (CEPAL).
-Crecimiento del PIB por encima de la media de América Latina (FMI).
-Ser denominado en el extranjero como “el milagro ecuatoriano” o “el jaguar latinoamericano”.

i. Epílogo:
“Chaupi punchapi tutayaca” (anocheció a mitad del día) fue el grito a modo de lamento con que los incas, en los tiempos de Atahualpa, lamentaron la llegada de unos españoles que acabaron con su cultura y su civilización. Sin embargo, según la profecía de Tupac Amaru (“¡Volveré y seré millones!”), tal vez esté sucediendo hoy lo contrario: que esté amaneciendo a mitad de la noche.
Puede que el amanecer en el Ecuador sea inminente o en 2025, pero, como Rafael Correa no se ha cansado de repetir, “todo es cuestión de tiempo”. Pocos le creían hasta el pasado 5 de febrero (hoy ya sí). Y es que la victoria se veía imposible. Pero los de RC han preferido “hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se sabe demasiado”. Como Silvio Rodríguez.

Nacho Dueñas: cantautor e historiador

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.