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America Latina abre un nuevo ciclo de resistencia

Fuentes: Rebelión

Mientras que los europeos dirigen el espectáculo de las elecciones, irrupción puntual del ciudadano pasivo sobre la escena política, los Sudamericanos ocupán activamente el campo político.En los sistemas de democracia representativa, la concepción de la ciudadanía es reducida a su expresión más estricta. La absorción del trabajador por su realidad inmediata lo aleja de la […]

Mientras que los europeos dirigen el espectáculo de las elecciones, irrupción puntual del ciudadano pasivo sobre la escena política, los Sudamericanos ocupán activamente el campo político.

En los sistemas de democracia representativa, la concepción de la ciudadanía es reducida a su expresión más estricta. La absorción del trabajador por su realidad inmediata lo aleja de la cosa pública hasta la consulta periódica de su opinión. No basta que la ley reconozca el derecho de voto universal para transfigurar los derechos políticos en derechos sociales. Reajuste de la economía capitalista hasta tiende a volver a questionar los derechos sociales conquistados por alta lucha por las clases laboriosas. Para ser otra cosa que un protocolo que legitima, la democracia debe materializarse en el campo économico-social.

La democracia representativa es un sistema por interfaz. Los gobernados eligen a mandatarios, sin revocación posible antes del vencimiento electoral siguiente. El pueblo se descarga de su efectivo derecho de participar en el res publica en provecho de personas presuntas competentes. Este mecanismo homogeneiza sociológicamente la clase política que se perpetúa al mismo tiempo que perpetúa el régimen económico. Ésta no tiene la capacidad ni la voluntad de influir en la orden económica que queda el dominio reservado de instancias no elegidas. Les acordamos a los expertos un saber esotérico y al mercado los carácteres de una fuerza supranatural exterior a los hombres. La perversión de este modelo de gobernanza consiste en lo que otro medio de acción política por anticipado es descalificado. André Tosel lo dice muy justamente : » ¡ los ciudadanos no son libres sólo a condición de no tener la maestría de los medios de producción ni tampoco una verdadera participación al poder político! Conviene pues hacer valer, contra la democracia procedimiento, la democracia proceso para lo que pueda de nuevo ser un agente histórico de transformación de las sociedades «.

La mirada súbita de George Bush en dirección de América latina señala el bajo nivel de serenidad de las instancias dirigentes estadounidenses; son concientes que esta área supuestamente reservada está empezando a resistir y que su influencia está en peligro. Burbujas de democracia popular surgen en el subcontinente y ninguno se halla en situación de parar este fulgurante aspiración de libertad. Los espacios políticos y los derechos sociales han sido conquistados, a pesar de los Estados Unidos, a fuerza de perseverancia y de lucha y gracias a espíritus de anticipación tales Fidel Castro y Hugo Chavez. Estos grandes gobernantes son la encarnación y el producto de las luchas populares y no lo inverso. Si son entendidos, es gracias a realizaciones palpables por todos y que los medios de comunicación dominantes intentan con tanto esfuerzo de ocultar. Los discursos lleguan lejos cuando la esfera de existencia de las poblaciones es modificada, cuando la orientación de la economía es reajustada sobre las necesidades de la mayoría, cuando los médicos cuidan a los enfermos y no los solos pacientes solventes, cuando los profesores enseñan a todos y por todas partes. La vision de la política en América latina depende de un contexto de dominación oligárquica hecho posible por una potencia imperialista inquisidora.

Cuando los ciudadanos del Sur eligen un dirigente que hace prevaler los intereses del pueblo, los países del Norte se ingenian en calumniarlo y subvertirlo (como Chavez); cuando se sublevan frente a un régimen opresor (el pueblo cubano frente a la tiranía de Batista), los mismos condenan el recurso a la violencia. Al fin de pesar sobre las exigencias económicas, los Sudamericanos son cada vez más concientes que la sola vía posible pasa por la rotura con la lógica mercante y el modelo capitalista. Tanto tiempo como las clases dominantes confisquen el poder solamente en beneficio de sus intereses de clase surgirán de nuevos Fidel, Che, Chavez, Evo, Ortegas,…