Definitivamente la «guerra» venezolana está en la prensa internacional y en las redes sociales vía internet. Aquí existen focos de violencia, que muchos veces podrían ser catalogados de terrorismo como la destrucción de una inmensa bodega que contenía medicamentos, y ellos saben que la población los necesita de urgencia porque escasean. Actos vandálicos donde se […]
Definitivamente la «guerra» venezolana está en la prensa internacional y en las redes sociales vía internet.
Aquí existen focos de violencia, que muchos veces podrían ser catalogados de terrorismo como la destrucción de una inmensa bodega que contenía medicamentos, y ellos saben que la población los necesita de urgencia porque escasean. Actos vandálicos donde se han saqueado almacenes para apropiarse de artículos de lujo, lo que ha demostrado que los alimentos no son prioridad.
Aquí se da una bien calculada y dirigida » guerra de la pulga «, la que no necesita de grandes concentraciones de gentes : grupos de jóvenes que bloquean dos o tres avenidas importantes, forman el caos, llega la policía, la confrontan unos minutos y desaparecen, para aparecer en otras avenidas. Pican y se van para volver a picar.
El problema para la oposición es que no ha logrado con sus llamados que una parte importante de la población se le sume. Por eso cada vez su violencia y odio aumentan. Se ha calculado que solo en el 1% del territorio nacional se dan protestas, pero ese mínimo porcentaje la gran prensa lo multiplica a casi una guerra civil, principalmente la internacional. Aunque la dirigencia de la oposición dice que el 85% de la población detesta al presidente (pues la » guerra » es contra él, como si no existiera un proyecto político atrás suyo). Si tuviera esa cantidad a su favor hasta las Fuerzas Armadas estuvieran quebradas. Es lógica pura.
He hablado con muchas personas, de esas que deben trabajar día a día para poder comer, y dicen que esta situación se está volviendo insoportable. Ya escuché a antichavistas decir que es necesario parar las protestas porque se están afectando de múltiples formas. Existen niños que no van a la escuela hace un mes porque sus padres temen que el bus en que viajan sea atacado. Y ya fue agredida una escuela bajo el pretexto que ahí sólo habían hijos de chavistas ! Actos demenciales !
Los alimentos están escaseando en la capital porque los propietarios de camiones no se arriesgan a verlos quemados. Pero el campesino se está viendo afectado gravemente porque sus frutas y verduras se están pudriendo…
La verdad es que a diario escucho en la calle o restaurantes que el presidente Maduro se está pasando de… pacifista !! Que se necesita que ponga mano dura, sin que se asesine a nadie. Pero que ya es hora que se ponga freno a esa minoría de violentos. Pero si tratando de frenar a los violentos con lo mínimo de represión legal el escándalo internacional es tal, imaginemos que la policía venezolana se comportara como en Estados Unidos, Bélgica, Brasil…
Lo que no cuenta la prensa internacional es que debe ser la única » dictadura » donde los opositores, periodistas incluidos, insultan con terribles vulgaridades a las autoridades del Estado por los medios de comunicación. Digamos que eso se podría soportar, pero que esos mismos llamen a realizar actos vandálicos, terroristas y hasta asesinar a chavistas… Y nada pasa, nadie es sancionado. Ni la persona que lo dice ni el medio que lo expande. La prensa internacional ni se da por enterada, pues para esos casos es ciega y sorda.
Esto, de paso, demuestra el nivel de » represión » y » falta de libertad de expresión » que se vive aquí. Por muchísimo menos en Colombia o México los grupos paramilitares del Estado asesinan ; o en Francia, España o Estados Unidos se va preso por muchos años.
Extraña dictadura que cada día llama y llama a la oposición, incluída la violenta, al diálogo.
Venezuela es un caso tan particular en estos momentos que hasta la Conferencia Episcopal se puso en desacato al Papa. Al Papa, su máxima autoridad ! El Pontífice les dijo a los obispos, les repitió, que debían participar del diálogo nacional por la paz, y ellos no le han hecho caso. Solo el viernes último, después de semanas de insistencia, aceptaron recibir a una delegación del gobierno.
Eso sí, antes de ello llamaron a una rueda de prensa donde volvieron a meterse en el campo que no les compete, insistiendo en que ellos no están de acuerdo con el llamado que hizo el gobierno a una Asamblea Constituyente, que tendría como fin el discutir entre todos los venezolanos el futuro de la nación y plasmarlo en una reforma a la Constitución.
Dijo el gravísimo comunicado de los obispos venezolanos : » Los temas presentados por el Presidente de la República para apoyar su propuesta, no apuntan a resolver los graves problemas que aquejan a los venezolanos sino a prolongar la permanencia de su Gobierno en el poder». » La convocatoria a dicha Constituyente es innecesaria y resulta peligrosa para la democracia venezolana, para el desarrollo humano e integral y para la paz social». Adjuntando : «En definitiva, esta propuesta es querer imponer el ‘Plan de la Patria’, traducción operativa del ‘Socialismo del siglo XXI’, sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor, que ha originado los males que hoy padece nuestro país». Y como si fuera poco, estos ‘representantes de Dios en la tierra’ remataron su comunicado con: » Rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente, y exhortamos a la población en general a no resignarse, a levantar su voz de protesta… «, lo que en estos momentos le da más argumentos a los violentos a más violencia.
Fuente: http://hcalvospina.com/es/articulos/22-05-17-venezuela/22-05-17-venezuela.html