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Bienes comunes, deudas y patentes de las industrias farmacéuticas (II)

Bienes comunes mundiales contra el Big Pharma

Fuentes: CADTM

La investigación y la producción de vacunas anticovid han sido financiadas casi en su totalidad por organismos públicos

La puesta a punto y la producción de vacunas anticovid fue ampliamente financiada por los poderes públicos. La vacuna AstraZeneca, empresa anglosueca, fue concebida por investigadores de la Universidad de Oxford quienes exigieron al laboratorio AstraZeneca que vendiera la vacuna a su precio de coste. Queda por verificar si AstraZeneca cumplió con ese compromiso, aunque no parece probable ya que la dirección de esa empresa se niega a aclarar sus contratos, tanto los firmados con sus compradores como sobre los costes de producción. Lo que sí es cierto es que el director de AstraZaneca, el francés Pascal Soriot gozó de un fuerte aumento de su remuneración, que este año, 2021, llega a 17,9 millones de euros. [1]

La puesta a punto y la producción de las vacunas han sido financiadas por organismos públicos

Las vacunas ARNm de Pfizer (Estados Unidos) – BioNTech (Alemania) y de Moderna (Estados Unidos), que fueron puestas en el mercado hace menos de un año, se basan, en parte, en patentes anteriores. Especialmente, en una tecnología desarrollada por la universidad de Pensilvania para fabricar un ARN mensajero, inofensivo para nuestro cuerpo, cuyo patente fue depositada en 2005.

La técnica innovadora que consiste en estabilizar la proteína de la espícula (llamada también proteína spike) también surgió de la investigación pública. En efecto, la patente específica depositada por el gobierno de Estados Unidos – patente número 10 960070, más conocida por el nombre de patente «’070»– se refiere a la manera en que la proteína spike se estabiliza en la vacuna. Es una técnica que fue desarrollada en el centro de investigaciones sobre vacunas del National Institutes of Health (NIH), organismo gubernamental estadounidense. Se trata de un elemento clave de la vacuna de ARNm, desarrollada conjuntamente por Moderna y el National Institutes of Health (NIH) en 2020. [2]

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