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Bolsonaro contrajo coronavirus, temen otra fake news

Fuentes: Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

El presidente brasileño Jair Bolsonaro anunció haber contraído el coronavirus que subestimó durante más de cuatro meses. “Positivo, positivo” respondió con el lenguaje de los militares y tono que mezclaba la impostación heroica con el melodrama, cuando los periodistas le preguntaron si estaba infectado. Muchos temen que sea una forma de desviar la atención de los graves problemas sociales, económicos, políticos y sanitarios del país.

Jair Bolsonaro después de la rueda de prensa en la que comunicó su positivo en covid-19. Tomado de Brasil TV

Junto a Donald Trump y Boris Johnson, que también se infectó, encabezaron los gobiernos que más minimizaron la pandemia, combatiendo las medidas de prevención. El la llamó “una gripezinha” y el día que murieron 4.543 brasileños su único comentario fue: “¿Y qué?”, recuerda Darío Pignotti.

Brasil tiene un 1.650.000 infectados y más de 65.000 muertos por el coronavirus. Sin embargo, Bolsonaro es uno de los pocos presidentes que se opone al aislamiento social y esta semana firmó un decreto contra la obligatoriedad del uso del tapabocas en espacios públicos y cárceles, luego de haber apelado un fallo judicial que lo obligó a usar barbijo.

De camisa azul y barbijo blanco, admitió estar contaminado de aquella dolencia a la que desdeñó cuando la definió como un “resfriadito” y la trató como el fruto de la “histeria de los medios” También dijo que los números de muertos y contaminados eran falsos e incitó a sus seguidores a que invadan hospitales y éstos atentaron contra centros médicos de Río, Brasilia y Sao Paulo.

Bolsonaro reiteró su tesis sobre la inexorable contaminación del 70 % de la población, «ningún país puede evitar muertes, el contagio es inevitable». Con la voz algo tomada informó de que tomó dos veces cloroquina, cuyo consumo no es recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Gripecita fatal

Tras el resultado positivo de su prueba, dijo: “Conocemos la fatalidad del virus para las personas de cierta edad, como yo, mayores de 65 años, así como para las personas con comorbilidades, enfermedades y otros problemas. En esos casos, el virus podría ser decisivo y conducir a la muerte, todos lo sabían”.

Para empezar habría que ver si la gravedad de la enfermedad le impedirá realizar normalmente su trabajo. La Constitución brasileña no define criterios objetivos para una retirada temporal del presidente. Solo explica que asumiría el puesto el vicepresidente mientras dure su incapacidad.

Esto sucedió ya en enero y septiembre del año pasado cuando Bolsonaro se sometió a varias cirugías y el vicepresidente, el general retirado Hamilton Mourão, ejerció por tiempo limitado la Presidencia.

Varios colaboradores de Jair Bolsonaro han pasado por el covid-19. A principios de marzo el jefe de Estado y una comitiva de ministros y colaboradores viajaron en visita oficial a Estados Unidos. A la vuelta se supo que varios de ellos habían contraído la enfermedad y toda la comitiva fue sometida a los exámenes pertinentes, entre ellos el propio presidente.

Entonces confirmó el resultado negativo de la prueba, aunque se negó varias veces a entregar el documento original hasta que la justicia lo obligó a hacerlo dos meses después. Al acabar la rueda de prensa: “Después de la puñalada, no va a venir una gripecita a derribarme”. Se refería al polémico atentado que sufrió en septiembre de 2018 y que, según su hijo, comprometió tres órganos, entre ellos un pulmón.

El trauma en su pulmón no necesariamente sería un agravante si contrae el covid-19. Lo que se sabe, hasta el momento, es que son las condiciones crónicas pulmonares las que complicarían los síntomas”, señaló doctor Elmer Huerta, especialista en salud pública. La edad del presidente sí lo pone en el grupo de riesgo.

Bolsonaro, como cualquier paciente, tiene tres opciones si se infecta de covid-19: que caiga en el 80 % de asintomáticos u oligosintomáticos (que presentan algunos síntomas), que sea del 15 % que presenta síntomas más intensos o  que sea del 5 % de pacientes que se complican. Contagiarse de coronavirus no necesariamente significa que deba dejar de cumplir sus funciones. Eso dependería de la intensidad de los síntomas.

El mes pasado Brasil recibió dos millones de dosis del medicamento enviados por el presidente Donald Trump, su aliado, que también dice haberlo consumido. El sábado pasado, 4 de julio, se trasladó a la embajada estadounidense en Brasilia para felicitar al embajador Todd Chapman por la independencia de aquel país. Hubo abrazos, sombreros y botas tejanos y ningún tapaboca.

Credibilidad

Bolsonaro hará la cuarentena en el Palacio de Alvorada, en Brasilia, desde donde seguirá al frente del Gobierno mediante reuniones virtuales con sus ministros, algunos de los cuales ya se hicieron tests para saber si se contaminaron.

Durante la rueda de prensa el mandatario no respetó la distancia de 1,5 metros con los reporteros y al promediar el encuentro se quitó el barbijo.

Pero la credibilidad de Bolsonaro está por los suelos: el sitio Brasil 247 publicó un artículo firmado por Rodrigo Vianna, impactante de los últimos meses. Una historia con atributos emocionales para conquistar al público políticamente apático.

¿Por qué creerle a pies juntillas a un profesional de las fake news? Alguien que afirma que no hubo golpe de Estado en 1964 y que Brasil vivió bajo el yugo socialista desde los años 90, bien podría montar un relato falso sobre un test realizado no en un hospital público a cuyos archivos tiene acceso la prensa, sino en uno de las fuerzas armadas.

Sea cierta o sea falsa, la historia probablemente será manipulada por el paciente. Como ya lo hizo en la campaña electoral de 2018 cuando fue víctima de una puñalada. Un providencial puntazo del que se valió para estar ausente de los debates con sus adversarios y, al mismo tiempo, dar entrevistas a canales de televisión condescendientes.

La maniobra montada a partir de la puñalada y su larga convalecencia le rindió sus frutos con la victoria en el balotaje de octubre de 2018 sobre Fernando Haddad, el pupilo de Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro acaparó todas las miradas mediáticas, desviando la atención del  1.650.000 infectados y más de 65.000 muertos por el coronavirus. Habrá que aguardar para saber si este coronavirus es auténtico, si se trata de otra fake news, de una farsa… o de una forma de vender cloroquina

Juraima Almeida es investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

Fuente: http://estrategia.la/2020/07/08/bolsonaro-contrajo-coronavirus-temen-otro-fake-news/