¿Brasil al borde del colapso?

 

El 2 de mayo de 2016, el Senado brasileño suspendió de su cargo a la presidenta Dilma y entregó el poder al vicepresidente Michel Temer a través de un juicio político. El 23 de mayo, una grabación hecha pública como parte de la investigación «Lava Jato» confirmó la participación del ministro Romero Jucá en la preparación de un golpe de Estado parlamentario. Durante una conversación entre Juca y Sérgio Machado, el ex presidente de la empresa Transpetro bajo investigación, el primero concluyó diciendo: «tenemos que parar este desastre (…) tenemos que cambiar el Gobierno para detener la hemorragia «.

 

Un año más tarde, la crisis política e institucional relacionada con la operación Lava Jato todavia sigue. Los casos de corrupción salpican cada vez a más actores políticos como Michel Temer, Aécio Neves y Eduardo Cunha. Cunha, considerado el arquitecto del golpe contra Dilma, ha sido condenado a 15 años de prisión por malversación de fondos. La publicacion de nuevas grabaciones han demostrado que Michel Temer intervino personalmente para evitar que Cunha hablara demasiado. Prueba de su sentido del humor, el código para estos sobornos era «darle de comer a las aves en la jaula.» Esto le valió a Temer ser acusado ​​de «corrupción pasiva», «obstrucción a la justicia» y «organización criminal».

 

El 19 de mayo, otra grabación mostró cómo el ex diputado Neves reclamó 570.000 dólares a un empresario para pagar abogados para su defensa. En un tono relajado, Neves sugiere incluso la posibilidad de tener que «matar» a la persona encargada de transmitir el soborno «antes de que pueda denunciarlo.» En 2015, Neves estaba de gira en Venezuela para defender el líder golpista Leopoldo Lopez y exigir más «democracia». Ahora, ¿habría que confiar en estos hermosos «demócratas»?!

 

Esta banda se las ha arreglado para incluir en la Constitución las recomendaciones del FMI, es decir, la congelación del presupuesto en el sector público, tales como educación y salud por un período de 20 años. Temer y Cunha han sido mercenarios al servicio del capital. En este contexto, 100.000 personas se manifestaron en Brasilia durante una gran manifestación contra el gobierno el 24 de mayo. ¿Que decidió el verdugo de la democracia Temer? Enviar a las fuerzas armadas a reprimir a los manifestantes en las calles. ¡Una medida sin precedentes desde la dictadura de 1964! Sin embargo, las imágenes de la represión no dieron la vuelta al mundo, ya que Brasil no se considera oficialmente como una dictadura.

 

Mientras tanto, desde hace un mes Venezuela es el tema de una cobertura especial por los medios de comunicación que amplifican las mentiras y manipulaciones y ocultan la violencia de los manifestantes. Al igual que en 2014, son los ricos y la extrema derecha quienes manifiestan para derrocar al presidente Maduro. Su negativa a participar en la mesa de diálogo nacional, bajo la mediación del Vaticano, muestra que estan más comprometidos con el «cambio de régimen», tan querido por Washington, que con las reglas del juego democrático.

 

El 2 de mayo de 2016, el Senado brasileño suspendió de su cargo a la presidenta Dilma y entregó el poder al vicepresidente Michel Temer a través de un juicio político. El 23 de mayo, una grabación hecha pública como parte de la investigación «Lava Jato» confirmó la participación del ministro Romero Jucá en la preparación de un golpe de Estado parlamentario. Durante una conversación entre Juca y Sérgio Machado, el ex presidente de la empresa Transpetro bajo investigación, el primero concluyó diciendo: «tenemos que parar este desastre (…) tenemos que cambiar el Gobierno para detener la hemorragia «.

 

Un año más tarde, la crisis política e institucional relacionada con la operación Lava Jato todavia sigue. Los casos de corrupción salpican cada vez a más actores políticos como Michel Temer, Aécio Neves y Eduardo Cunha. Cunha, considerado el arquitecto del golpe contra Dilma, ha sido condenado a 15 años de prisión por malversación de fondos. La publicacion de nuevas grabaciones han demostrado que Michel Temer intervino personalmente para evitar que Cunha hablara demasiado. Prueba de su sentido del humor, el código para estos sobornos era «darle de comer a las aves en la jaula.» Esto le valió a Temer ser acusado ​​de «corrupción pasiva», «obstrucción a la justicia» y «organización criminal».

 

El 19 de mayo, otra grabación mostró cómo el ex diputado Neves reclamó 570.000 dólares a un empresario para pagar abogados para su defensa. En un tono relajado, Neves sugiere incluso la posibilidad de tener que «matar» a la persona encargada de transmitir el soborno «antes de que pueda denunciarlo.» En 2015, Neves estaba de gira en Venezuela para defender el líder golpista Leopoldo Lopez y exigir más «democracia». Ahora, ¿habría que confiar en estos hermosos «demócratas»?!

 

Esta banda se las ha arreglado para incluir en la Constitución las recomendaciones del FMI, es decir, la congelación del presupuesto en el sector público, tales como educación y salud por un período de 20 años. Temer y Cunha han sido mercenarios al servicio del capital. En este contexto, 100.000 personas se manifestaron en Brasilia durante una gran manifestación contra el gobierno el 24 de mayo. ¿Que decidió el verdugo de la democracia Temer? Enviar a las fuerzas armadas a reprimir a los manifestantes en las calles. ¡Una medida sin precedentes desde la dictadura de 1964! Sin embargo, las imágenes de la represión no dieron la vuelta al mundo, ya que Brasil no se considera oficialmente como una dictadura.

 

Mientras tanto, desde hace un mes Venezuela es el tema de una cobertura especial por los medios de comunicación que amplifican las mentiras y manipulaciones y ocultan la violencia de los manifestantes. Al igual que en 2014, son los ricos y la extrema derecha quienes manifiestan para derrocar al presidente Maduro. Su negativa a participar en la mesa de diálogo nacional, bajo la mediación del Vaticano, muestra que estan más comprometidos con el «cambio de régimen», tan querido por Washington, que con las reglas del juego democrático.

 

El 2 de mayo de 2016, el Senado brasileño suspendió de su cargo a la presidenta Dilma y entregó el poder al vicepresidente Michel Temer a través de un juicio político. El 23 de mayo, una grabación hecha pública como parte de la investigación «Lava Jato» confirmó la participación del ministro Romero Jucá en la preparación de un golpe de Estado parlamentario. Durante una conversación entre Juca y Sérgio Machado, el ex presidente de la empresa Transpetro bajo investigación, el primero concluyó diciendo: «tenemos que parar este desastre (…) tenemos que cambiar el Gobierno para detener la hemorragia «.

 

Un año más tarde, la crisis política e institucional relacionada con la operación Lava Jato todavia sigue. Los casos de corrupción salpican cada vez a más actores políticos como Michel Temer, Aécio Neves y Eduardo Cunha. Cunha, considerado el arquitecto del golpe contra Dilma, ha sido condenado a 15 años de prisión por malversación de fondos. La publicacion de nuevas grabaciones han demostrado que Michel Temer intervino personalmente para evitar que Cunha hablara demasiado. Prueba de su sentido del humor, el código para estos sobornos era «darle de comer a las aves en la jaula.» Esto le valió a Temer ser acusado ​​de «corrupción pasiva», «obstrucción a la justicia» y «organización criminal».

 

El 19 de mayo, otra grabación mostró cómo el ex diputado Neves reclamó 570.000 dólares a un empresario para pagar abogados para su defensa. En un tono relajado, Neves sugiere incluso la posibilidad de tener que «matar» a la persona encargada de transmitir el soborno «antes de que pueda denunciarlo.» En 2015, Neves estaba de gira en Venezuela para defender el líder golpista Leopoldo Lopez y exigir más «democracia». Ahora, ¿habría que confiar en estos hermosos «demócratas»?!

 

Esta banda se las ha arreglado para incluir en la Constitución las recomendaciones del FMI, es decir, la congelación del presupuesto en el sector público, tales como educación y salud por un período de 20 años. Temer y Cunha han sido mercenarios al servicio del capital. En este contexto, 100.000 personas se manifestaron en Brasilia durante una gran manifestación contra el gobierno el 24 de mayo. ¿Que decidió el verdugo de la democracia Temer? Enviar a las fuerzas armadas a reprimir a los manifestantes en las calles. ¡Una medida sin precedentes desde la dictadura de 1964! Sin embargo, las imágenes de la represión no dieron la vuelta al mundo, ya que Brasil no se considera oficialmente como una dictadura.

 

Mientras tanto, desde hace un mes Venezuela es el tema de una cobertura especial por los medios de comunicación que amplifican las mentiras y manipulaciones y ocultan la violencia de los manifestantes. Al igual que en 2014, son los ricos y la extrema derecha quienes manifiestan para derrocar al presidente Maduro. Su negativa a participar en la mesa de diálogo nacional, bajo la mediación del Vaticano, muestra que estan más comprometidos con el «cambio de régimen», tan querido por Washington, que con las reglas del juego democrático.