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Campaña mediática contra el candidato de Ecuador a la Corte Interamericana

Fuentes: Rebelión

El artículo desmonta los argumentos de los creadores de opinión de la prensa hegemónica que conforma la SIP


Comienza una nueva campaña de desprestigio contra Ecuador en la prensa internacional. El motivo en esta ocasión es la propuesta del gobierno ecuatoriano de presentar a Patricio Pazmiño, actual presidente de la Corte Constitucional ecuatoriana, como juez de la Corte Interamericana.

Al conocerse públicamente la candidatura, empezó el bombardeo mediático en su contra. Danilo Arbilla, columnista de extrema derecha escribió el artículo «Nubarrones sobre la Corte», que fue reproducido por gran parte de la prensa hegemónica representada en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), como el Espectador de Colombia1, ABC Color de Paraguay2 o La Prensa Gráfica de El Salvador3, entre otros. Para atacar al candidato a juez de la Corte Interamericana propuesto por Ecuador, Arbilla asevera lo siguiente:

El propio Pazmiño no tiene empacho de decir, como se lo manifestó a una delegación de la SIP, que el sistema democrático y republicano liberal -léase vigencia de los derechos individuales, de la libertad de prensa, de la separación de poderes- ya estaba caduco y que con la constitución ecuatoriana «se dio un giro copernicano» en esa materia. Afirmó además que ya no se debe hablar de derechos individuales sino de derechos colectivos.

Contestando resumidamente a Arbilla, diré que la Constitución ecuatoriana, alineada a la corriente del nuevo constitucionalismo latinoamericano, en donde se ubican también las cartas de Venezuela y Bolivia, considera la implementación de los derechos sociales como una deuda pendiente inaplazable y su justiciabilidad una posibilidad por primera vez en la historia de la región. Pero ello, sin desmejorar o disminuir los clásicos derechos individuales o el sistema democrático. Ecuador es uno de los pocos países que se ha tomado muy en serio la cacareada e ignorada indivisibilidad de los derechos humanos, que implica la garantía no solo de los civiles y políticos, sino también los sociales.

Gracias a la puesta en práctica de este horizonte, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha declarado que Ecuador ha sido en el período 2007 – 2012, la tercera nación de América Latina y del Caribe con mayor crecimiento de su Índice de Desarrollo Humano, y es el país que más puestos ha escalado en el mismo período. Hasta el Banco Mundial ha reconocido que en Ecuador, en el periodo entre 2006 y junio de 2014, la pobreza extrema se redujo en más de un 50%4.

En relación a los derechos sociales, es una asignatura pendiente de la Corte Interamericana su incorporación a través del desarrollo jurisprudencial, pues aunque la Convención Americana sobre Derechos Humanos los contempla en el artículo 26 y el Protocolo de San Salvador está dedicado a ellos, no se dictó hasta el momento ninguna sentencia que otorgue una eficacia y efectividad plena a esos derechos.

Los juicios de valor de Danilo Arbilla demuestran un marcado sesgo ideológico y falta de conexión con la realidad. Para entender por qué este operador político (antes que periodista) se dedica a torcer y distorsionar unas supuestas declaraciones del ahora candidato a la Corte Interamericana por Ecuador, hemos de indagar un poco en su oscuro pasado y procedencia. Arbilla fue un colaborador de la última dictadura uruguaya (1973-1985) y durante los dos primeros años le encontramos en el cargo de director de Difusión e Información de la Presidencia. Durante la gestión de Arbilla, entre las muchas violaciones a derechos humanos, se realizaron 14 clausuras definitivas de medios de comunicación, 159 transitorias, se requisaron tres diarios extranjeros, se allanó la sede de la Asociación de la Prensa Uruguaya, se encarceló y torturó a decenas de periodistas, mientras que cientos de periodistas perdieron sus trabajos y otros tantos marcharon al exilio5. El personaje es tan detestado por algunos sectores uruguayos, que cuando fue elegido presidente de la SIP el diario La Republica y la revista Postdata decidieron renunciar y salir de la organización6.

Pero no solo Arbilla y los diarios que reprodujeron sus artículos han hecho parte de esta campaña, el diario español El País, de mayor difusión en lengua hispana, también está tratando de sabotear al candidato Pazmiño. Al asambleísta ecuatoriano de oposición Andrés Páez Benalcázar, quien se pasó del partido socialdemócrata Izquierda Democrática al derechista CREO en un abrir y cerrar de ojos, El País le concedió en estos días su sección Tribuna para que despotricara a su antojo contra el gobierno del presidente Rafael Correa. En el artículo titulado «La ‘metida de mano’ en la Corte Interamericana», Páez Benalcázar afirma que el mandatario ecuatoriano:

para mantener impunes las violaciones a los derechos humanos, persecución a periodistas y empresarios, solo le falta asegurarse que ninguna corte internacional lo juzgará. Por eso es que ahora pretende meter las manos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, postulando como Juez a Patricio Pazmiño, un fiel servidor de Carondelet, que desde su silla de Presidente de la Corte Constitucional del Ecuador no ha hecho más que complacer todos y cada uno de los pedidos del Presidente.

El tono del asambleísta es excesivo, incluso si lo que está expresando es una opinión. En la primera parte de su argumento, se atreve a decir que con la candidatura de Pazmiño el presidente Correa estaría tratando de evitar ser juzgado por una corte internacional. Suponemos que Páez Benalcázar se refiere a que Correa podría tener la intención de eludir que casos provenientes de Ecuador sean juzgados en la Corte Interamericana, pues pensar que el mandatario ecuatoriano podría verse obligado a comparecer ante algún tribunal internacional por la violación de derechos humanos es simplemente absurdo. Sin embargo, hay que aclararle a Páez Benalcázar que los jueces de la Corte Interamericana no participan en el proceso cuando el caso juzgado proviene del país del que son nacionales, así se evita cualquier tipo de inclinación o preferencia. Por lo tanto las elucubraciones del asambleísta no tienen asidero en ninguno de los supuestos.

La segunda tesis del fragmento seleccionado implica lo que la prensa ha reiterado en múltiples ocasiones, la falta de independencia judicial en Ecuador, en este caso concreto una supuesta connivencia entre la Corte Constitucional y el Poder Ejecutivo. Esta nueva especulación también es errada, y para demostrarlo simplemente debemos ver el comportamiento del más alto tribunal ecuatoriano antes y después de la entrada en vigor de la nueva constitución. En el periodo de 1997 a 2004 el 94,74% de los pronunciamientos del extinto Tribunal Constitucional fueron a favor del Estado. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente a la luz que arrojan los datos que empiezan a estar disponibles en relación al trabajo de la Corte Constitucional cuando Patricio Pazmiño ha estado al frente. Al tomar en consideración los casos relacionados con acciones de protección extraordinarias, que aducen vulneraciones a derechos constitucionales y/o debido proceso a partir de las decisiones emanadas por los jueces tanto en justicia ordinaria como constitucional, en las sentencias el 55% fueron aceptadas, mientras que tan solo el 45% fueron rechazadas.

Pero el asambleísta Páez Benalcázar en el desatinado artículo no solo arremete contra Correa y el candidato a juez, sino que se lanza contra la propia Corte Interamericana:

«Desde que el mundo es mundo, el que financia es el que pone las condiciones». Otra de las máximas de Correa que devela su objetivo oculto tras la reciente e insólita donación de 1 millón de dólares a la Corte IDH. Es sospechoso, por decir lo menos, que quien ha cuestionado con tanta rabia e ironía al sistema interamericano súbitamente aparezca a hacer una donación tan cuantiosa que quizá le permita imponer sus «condiciones» -parafraseando sus propias expresiones-.

Justo dos días antes de la curiosa donación, Patricio Pazmiño se reunió con Humberto Sierra (actual juez de la Corte IDH) y con el pleno de la corte para anunciarles la decisión del mandatario y su notable generosidad -con dinero de nuestros impuestos- es decir, generoso con lo ajeno. Pero lo más grave y criticable es la genuflexión que Humberto Sierra hace al mandatario ecuatoriano en la carta de invitación en la que destaca «reconocer la trayectoria del señor presidente en la defensa y promoción de los derechos humanos».

Estas aseveraciones le costaron a Páez Benalcázar una respuesta del mismo Presidente de la Corte Interamericana, Humberto Sierra, aunque por la desigualdad de armas que medios como El País imponen, en vez de dedicarle la sección Tribuna, se le dio un espacio menos relevante como es la sección de Cartas al Director. En ella, Sierra, el afectado y difamado -como también lo están siendo Rafael Correa y Patricio Pazmiño- desmiente:

No es cierto que la Corte constitucional se haya reunido «justo dos días antes de la curiosa donación» con el presidente de la Corte Constitucional Ecuatoriana. El pasado mes de febrero (luego de 8 meses de la asamblea general de Asunción donde se anunció la contribución voluntaria) el presidente Pazmiño firmó un convenio de colaboración en presencia del pleno de la Corte Interamericana.

Se comprueba la inexistencia de una correlación entre la donación y la candidatura de Pazmiño a modo de soborno, como de manera irresponsable aventura el asambleísta Páez Benalcázar. Pero además, el propio Sierra explica que más del 50% del presupuesto de la Corte Interamericana proviene de contribuciones voluntarias o proyectos de países que en muchas ocasiones no forman parte ni si quiera de la región como: Noruega, Dinamarca, Alemania, Unión Europea o España. Situación que debe cambiar para que la Corte cuente con los fondos regulares suficientes para el desempeño de su trabajo. Todas estas razones son ignoradas, o seguramente, ocultadas por Páez Benalcázar.

Estamos ante una campaña mediática que previsiblemente se irá recrudeciendo conforme nos acerquemos al momento de la elección de los nuevos jueces de la Corte, que tendrá lugar durante su 45 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA, a realizarse el 15 y 16 junio en Washington DC. La Gran Prensa, representada en la SIP, hará todo lo posible por evitar que Patricio Pazmiño llegue a ser juez de la Corte, pues para quienes no quieren ninguna mejoría en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos de acuerdo a sus intereses e ideología neoliberal, impera la regla de más vale malo conocido que bueno por conocer.

@FernandoCasad14

1 http://www.elespectador.com/opinion/nubarrones-sobre-corte

2 http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/nubarrones-sobre-la-corte-1351742.html

3 http://www.laprensagrafica.com/2015/03/25/nubarrones-sobre-la-corte

4 http://www.bancomundial.org/es/country/ecuador/overview#1

5 http://www.lr21.com.uy/politica/25918-durante-la-gestion-de-arbilla-en-la-dictadura-masacraron-a-la-prensa

6 http://www.ambiente-ecologico.com/ediciones/2000/076_11.2000/076_InfoGral11.php3

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.