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Carlos «el Chacal»: el secuestro del terrorista mediático

Fuentes: Rebelión

Estos días se celebra en Francia un nuevo juicio contra Ilich Ramírez, conocido como Carlos el Chacal y miembro del FPLP. Ilich fue secuestrado por autoridades francesas en Sudán en 1994, una violación del Derecho Internacional que nunca ha sido juzgado el exministro del Interior Charles Pascua Justamente después del impacto mediático del atentado del […]

Estos días se celebra en Francia un nuevo juicio contra Ilich Ramírez, conocido como Carlos el Chacal y miembro del FPLP. Ilich fue secuestrado por autoridades francesas en Sudán en 1994, una violación del Derecho Internacional que nunca ha sido juzgado el exministro del Interior Charles Pascua

Justamente después del impacto mediático del atentado del 11-S las librerías se llenaron con obras referentes a Osama Bin Laden. El negocio de los escritores quedaba por encima de la realidad. La idea no era escribir sobre fenómenos verificables sino simplemente escribir sobre el tema. Esta acción comercial ya se conocía sobre otros oscuros personajes rebeldes como el venezolano Ilich Ramírez, denominado también Carlos o el Chacal – como le bautizó el diario británico The Guardian en 1974 al encontrarse en su piso de Paris, tras una de sus fugas, la novela El Día del Chacal de Frederick Forsysth -, donde décimas de escritores vieron la oportunidad de su perfil misterioso para publicar ensayos o novelas y llenarse los bolsillos de dólares. Incluso la ex mujer de Carlos, Magdalena Kopp, alemana y antigua miembro de la Fracción del Ejército Rojo, presentó en 2007 su obra «Mi vida junto a Carlos». Romper con la imagen que construyeron sobre Carlos los medios de comunicación, donde justamente cualquier atentado que pasase entre los años 70 y 80 en cualquier parte del mundo era etiquetado de su autoría igual que actualmente si estalla una bomba en dondequiera es de Al Qaeda, no era un negocio. Pero, reproducir a un Carlos frío, duro, machista, incomprensible, con mil mascaras, era un estereotipo perfecto para crear el perfil de un terrorista sin escrúpulos, una imagen que vende en el mercado económico y político. Exactamente esto pude percibir en la obra biográfica no autorizada sobre Carlos, «Hasta los confines de la tierra: a la caza del Chacal» del autor David Yallop, que leí hace 4 años.

No solamente el estereotipo de Carlos ha sido inmerso en el papel, sino también en el campo audiovisual con películas como «Caza al Terrorista» (1997), o lo última presentada en el Festival de Cannes, «Carlos, el terrorista que hizo temblar al mundo», fortaleciendo todavía más la leyenda mercantil y distorsionada del Chacal que el mismo Ilich denunció sus tergiversaciones[1]. ¿Pero quién es Ilich? Sin caer en subjetividades, Ilich nació en 1949 en Caracas en una familia adinerada donde el padre era un abogado marxista-leninista, por eso los 3 hijos se denominan Vladimir, Ilich y Lenin[2]. En septiembre de 1968, Ilich y Lenin fueron a estudiar a la Universidad Patricio Lumumba de la URSS con una beca del Partido Comunista de Venezuela. Allá mismo Ilich conoció a jóvenes palestinos becados del marxista Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) que le explicaban la situación de su pueblo por los abusos bélicos de Israel, y Carlos decidió cambiar su destino marchando a Jordania para entrenarse militarmente y luchar en el Frente convirtiéndose, finalmente, en un islamista de izquierdas como confirmó en su mismo libro «El Islam Revolucionario».

Ilich, con sus facilidades para aprender idiomas y su posición clasista, se ganó el prestigio del fundador del FPLP, Wadih Haddad, y fue enviado a Europa para realizar diferentes accionas de Inteligencia. El primer movimiento armado conocido de Ilich fue en 1973 en el intento de asesinar al propietario de la cadena comercial Marks & Spencer y Vicepresidente de la Federación Sionista de Gran Bretaña, Joseph Edward Sieff, pero su nombre legendario no empezó a llenar las portadas de los diarios y ser bautizado como el Chacal después de asesinar supuestamente en 1974 en Paris, para poder huir de su apartamento, a dos agentes franceses de contraespionaje y a un libanés informante que lo traicionó. La notoriedad pública de Carlos llegó a la cima con el secuestro de 42 personas y la muerte de otras tres, tras su incursión en la sede oficial de la Organización de Países exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena en diciembre de 1976 en plena reunión diplomática de los ministros. Carlos consiguió un rescate millonario liberando a los presos en Argelia sin ser atrapado.

Siendo o no siendo; un atentado, secuestros, amenazas a políticos, en cualquier parte del mundo, o vínculos con organizaciones armadas como ETA o las Brigadas Rojas Italianas, incluidas ciertas relaciones con Presidentes molestosos como Sadam Husseim o Muamar el Gadafi, los medios de comunicación perdían la ética periodística de comprobar los hechos y etiquetaban al Chacal como autor dirigente de todas las acciones, hasta que en 1994 fue atrapado por las autoridades francesas y condenado, posteriormente, a cadena perpetúa en 1997 por la muerte de los dos agentes de contraespionaje. En muchas de sus ruedas de prensa, entrevistas, comunicados, o en el nuevo juicio que se efectúa estos días en Francia acusado de 4 atentados en los años 80 con el resultado de 11 muertos y centenares de heridos, Ilich afirma que él fue secuestrado y no detenido legalmente por el exministro del Interior Charles Pascua, como apoya el «Comité de Repatriación de Carlos» en Caracas donde colaboran sus dos hermanos, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) o el mismo Presidente Hugo Chávez que afirmó que «Ilich Ramírez es un verdadero revolucionario que luchó por la causa Palestina».[3] Carlos recuperándose de una operación de varicocele en una clínica de Jartum (Sudán) fue narcotizado por el mismo médico que le atendía para que posteriormente un comando secreto francés lo atrapara para meterlo en un avión y se lo llevaran a Francia y una vez dentro de las fronteras hacerle entrega de una captura nacional, violando así el país galo el Derecho Internacional.

Carlos por una parte de la opinión política internacional es considerado como un terrorista, y por otra como un luchador antiimperialista, pero fuera de ideologías subjetivas y utilizando el marco legal internacional existente ningún país del mundo puede coger a un ciudadano fuera de sus fronteras y llevárselo sin permiso de extradición, y menos aún ser atrapado y ejecutado sin un juicio previo como hizo Estados Unidos con el supuesto asesinato de Bin Laden o del mismo Che Guevara en Bolivia. Los llamados países ricos que buscan presumir de democracia son los principales violadores del Derecho Internacional.



[1] http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n157211.html

[2] Vladimir Ilich Ulianov es el nombre completo del revolucionario ruso Lenin

[3] Ver video de discurso de Hugo Chávez: http://www.youtube.com/watch?v=5ExHyQ_qdqc&feature=player_embedded

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.