Cuando supe que habías sido detenido por la Guardia Civil en el momento en que te disponías a recoger un sobre con 25 mil euros depositado en una ranura de la muralla de Pamplona en las proximidades del Club de Natación y que, supuestamente, era el pago de un chantaje al presidente de la Caja […]
Cuando supe que habías sido detenido por la Guardia Civil en el momento en que te disponías a recoger un sobre con 25 mil euros depositado en una ranura de la muralla de Pamplona en las proximidades del Club de Natación y que, supuestamente, era el pago de un chantaje al presidente de la Caja Navarra para no divulgar ciertas confidenciales informaciones, me animé a escribirte esta breve carta por si te ayuda a evitar en el futuro celadas como la que aseguras te han tendido.
Es posible que, con tu experiencia como concejal que fuiste de Unión del Pueblo Navarro, o presidente que eres del Partido Popular en Navarra, candidato por el mismo partido a presidir el gobierno foral o secretario del Congreso de los Diputados en Madrid, poco puedan ayudarte mis modestos consejos cuando, además, y me consta que ya lo sabes, hay que ser prudente y no dejarse llevar de la curiosidad pero, de todas formas, y por si en el futuro alguien quiere hacerte llegar alguna delicada información que tú no sepas sobre chanchullos relacionados con la Caja Navarra u otros tejemanejes parecidos y esa persona no quisiera identificarse, desconfía. Piensa que esas informaciones bien puede «garganta profunda» hacértelas llegar por correo o depositarlas personalmente en tu buzón, de manera anónima. Por muy aficionada que sea esa persona a la intriga, al suspense, también el recurso del buzón es habitual en el cine de maestros como Hicthcock, y también puede hacértelas llegar a través de un mensajero o por correo electrónico. Recela de tramas como la que denuncias que, en el peor de los casos, siempre te va a servir como coartada ante la Guardia Civil mejor que la imprudente curiosidad a la que ahora apelas.
Y eso que, lo reconozco, yo también he estado a punto de meter esta nota en un sobre y depositarlo en una ranura de la muralla iruindarra a la espera de que tú lo recojas pero, después de sopesarlo, he optado por depositar mis sencillas consideraciones en esta columna, y además gratis, para que tú mismo o tu abogado las puedas leer el miércoles en Gara. Busca en la última página, en una rendija que se llama Azken Puntua. ¡Ah… y asegúrate de que no esté cerca la Guardia Civil!
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