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Carta pública de Adolfo Pérez Esquivel a la CONAIE

Fuentes: Rebelión

Los desafíos son grandes en estos momentos que vivimos donde los golpes de Estado mediáticos, judiciales y parlamentarios en todo el continente, acompañados por la remilitarización, el aumento de la pobreza y la marginalidad, condicionan nuestro presente e hipotecan nuestro futuro.

Buenos Aires, 28 agosto de 2018

 

Hermanos y hermanas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE)

Un fraterno abrazo solidario, deseándoles mucha fuerza y esperanza.

Les dirijo esta carta guiado por la hermandad y solidaridad con los pueblos originarios de nuestra Abya Yala.

Hoy nuestros pueblos se encuentran sometidos a políticas de exclusión, pobreza y perdida de derechos que mucho nos costó y aún cuesta conquistar. La CONAIE es un ejemplo de resistencia y lucha en defensa de los valores, identidad y pertenencia de los pueblos originarios. Siempre tengo presente al hermano y compañero de caminada, el Obispo de Riobamba, Monseñor Leonidas Proaños quien desde la fuerza del Evangelio y su compromiso concreto acompañó y lucho por la vida y respeto de los pueblos indígenas, en Ecuador y en todo el continente.

Los últimos días nos llegó la noticia de que el gobierno de Lenín Moreno les ofreció convertir la sede de la Unión de Naciones de Suramérica (UNASUR) en una Universidad Indígena de la CONAIE.

La UNASUR es un organismo compuesto por 12 estados de Nuestra América y que con esfuerzo logró estatus de observador ante la ONU. Su objetivo es la integración regional, la defensa de nuestra soberanía, nuestras democracias y el bienestar de los pueblos de la «Patria Grande». Es un espacio abierto para que todos y todas tengamos derechos a la vida, los territorios y culturas de los pueblos, por eso la UNASUR adhirió a la declaración de los derechos de los pueblos de la Organización de las Naciones Unidas, e incluso hoy está presidida por un indígena, el Presidente Evo Morales.

Lenin Moreno, junto a otros mandatarios de países con políticas neoliberales, están buscando destruir estos espacios de integración y participación continental como son la UNASUR, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).

Los pueblos indígenas del Ecuador siempre estuvieron presentes en la lucha por sus derechos y libertad, y sería lamentable que acepten este ofrecimiento que busca desproteger las democracias de nuestros pueblos. La CONAIE no puede desconocer que el rol clave que tuvo la UNASUR para evitar y denunciar golpes de Estado en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Honduras, entre otros.

La unidad de los pueblos es fundamental y determinante en el continente. Algunos quieren ser colonia y estar sometidos a los intereses extranjeros, y otros aprenden de la historia y pelean por ser pueblos libres y soberanos. Los desafíos son grandes en estos momentos que vivimos donde los golpes de Estado mediáticos, judiciales y parlamentarios en todo el continente, acompañados por la remilitarización, el aumento de la pobreza y la marginalidad, condicionan nuestro presente e hipotecan nuestro futuro.

Con la esperanza de que recapaciten esta decisión les envío un saludo de Paz y Bien.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.