Elvira Espejo, María Eugenia Galarreta, Iveth Saravia y Carmen Angola cuentan sus historias revolucionarias de despatrarcalización en la producción audiovisual más reciente de la artista urbana Nina Uma.
El video documental denominado Ch’ama (fuerza en aymara) recoge los testimonios de esas cuatro mujeres, desarrollados en la región andina boliviana, donde cada una construye un mundo creativo de música, baile, fotografía, gestión cultural e intelectual, producción agrícola y culinaria, desde la práctica comunitaria de los pueblos ancestrales.
Con una mirada sensible al paisaje natural de cada mujer, Nina Uma recorre las historias de vida de estas mujeres que han superado las barreras de la discriminación, el racismo y la exclusión, sin por ello dejar de contar las adversidades que les ha tocado vivir a lo largo de sus existencias.
El documental empieza con la historia de Elvira Espejo, mujer del ayllu Qaqachaka, quien ha desarrollado un profuso trabajo artístico de difusión de los tejidos ancestrales. Con la virtuosidad del arte en el telar, Espejo mantuvo la tradición oral en el canto, el baile y la poesía, para también pasar a la gestión cultural e intelectual en la dirección del Museo de Etnografía y Folclore (Musef) durante ya varios años.
La siguiente historia que se entrelaza con las tradiciones andinas corresponde a María Eugenia Galarreta, desde las orillas del lago Titicaca. Ella cuenta el descubrimiento del tarwi, de la familia de los granos, que la llevó por senderos insospechados de la producción agrícola y la culinaria, lo que le permitió conformar redes comunitarias de mujeres que hoy comercializan sus productos en ferias con sello de soberanía alimentaria.
Entre lo urbano y lo rural, la historia que sigue corresponde a Carmen Angola, fotógrafa afroboliviana que reside en los Yungas de La Paz. El ojo mágico de Angola registra en varias exposiciones la historia larga de las y los antepasados que la constituyen en su ser artístico. La profundidad de su trabajo la llevó también a motivar el sonido de los tambores en las nuevas generaciones, de tal modo que en la actualidad se enorgullece hasta las lágrimas con el retumbar de la saya afroboliviana.
Desde la valerosa ciudad de El Alto, salta a la pantalla del documental, Iveth Saravia. Su trayectoria comienza en el centro minero Matilde, otrora poderoso en la lucha sindicalista. Saravia lleva la memoria viva de la fuerza obrera trasladada a la ciudad alteña desde donde fortalece la gestión cultural en el centro Inti Paxi orientado a la juventud y la niñez del distrito 8. Fue en ese distrito donde se perpetró la última masacre de bolivianas y bolivianos en 2019. Por su defensa aguerrida de la soberanía nacional el distrito es conocido como uno de los más combativos de la ciudad andina.
Con estos recorridos en las vidas de estas mujeres, Nina Uma obtiene un tejido audiovisual digno de verse e identificarse con las luchas individuales y colectivas en defensa del derecho a subvertir el orden patriarcal y colonial. De hecho, Uma es también una de las referentes artísticas del hip hop alteño y boliviano que más ha denunciado las injusticias en sus líricas llenas de ritmos que fusionan diversos géneros musicales.
El video documental Ch’ama, cuya producción cuenta con el apoyo del Goethe Institut, puede ser visto en diversas salas del país.
Claudia Espinoza I. es periodista
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.