Miles de mujeres holguineras acompañaron en esta mañana a Cindy Sheehan y las madres de Los Cinco por las calles de mi ciudad. Holguín amaneció con sus espacios inundados por mujeres reclamando la inmediata liberación de nuestros compatriotas injustamente retenidos en Estados Unidos. Así comenzó una impresionante jornada que marca el cierre del VII Coloquiio […]
Miles de mujeres holguineras acompañaron en esta mañana a Cindy Sheehan y las madres de Los Cinco por las calles de mi ciudad. Holguín amaneció con sus espacios inundados por mujeres reclamando la inmediata liberación de nuestros compatriotas injustamente retenidos en Estados Unidos.
Así comenzó una impresionante jornada que marca el cierre del VII Coloquiio Internacional, que desde el pasado 16, se celebra en Holguín. Las bellas holguineros dieron la excelente respuesta que el mundo acaba de recibir. Con carteles, banderas cubanas y de países amigos recorrieron apretadas el sendero de la solidaridad mundial que construimos hoy.
Mientras las veía caminar recordaba a los que en muchos países se indignan ante los desmanes del capitalismo brutal. Es una verdadera explosión de demandas insatisfechas por todas partes que los empuja a ocupar los puntos claves del poder imperialista.Es un movimiento que no se debe, ni se puede, desconocer.
Se está poniendo de moda «ocupar» esos espacios. En Estados Unidos, capital mundial de la doctrina imperialista, una mujer se ha convertido en un símbolo de lucha. Antes había declarado su apoyo a la causa de Los Cinco pero no cobraría tanta fuerza como hasta hace un rato cuando se escuchó su voz ante miles de holguineros.
En la Tribuna Abierta, efectuada al concluir la marcha de las mujeres, la voz de la activista norteamerica Cindy Sheehan se escucho más alto y firme de lo que cualquiera hubiera podido imaginar: «Es una mañana muy bella y todo me parece lindo, para mí es un honor representar aquí la solidaridad de mi pueblo con ustedes. Amo vuestro país y los amo a ustedes, porque son el pueblo que está luchando por la paz».
Su propuesta de ocupar las instituciones norteamericanas complementó su afirmación de que en Estados Unidos no están haciendo lo suficiente por la paz. Ella sabe que vive en las entrañas del monstruo.
«Tengo que seguir viviendo en el Imperio, porque es nuestra responsabilidad estar al lado de los que sufren el terrorismo propiciado por los Estados Unidos», aseguró la madre de Casey, el joven que murió en Iraq, cuando integraba el ejército de ocupación estadounidense.
Más adelante propuso: «Si cientos de nosotros nos situamos frente a la Casa Blanca y decimos que no nos vamos hasta que liberen a los Cinco, o frente a los tribunales donde fueron juzgados injustamente el Gobierno tendría que escucharnos». No tengo la menor duda de que lo hará,
Antes de concluir su discurso invitó a las madres de Antonio Guerrero y Fernando González a subir a la tribuna, allí les regaló su bien más preciado: un collar que tiene grabada la frase: «Para mamá con amor». Años atrás, su hijo le obsequió este trozo de alma y hoy es símbolo de paz.
Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando, también le habló al mundo este sábado: «Necesitamos denunciar un año más en este Coloquio la injusticia que se comete contra nuestras familias. Obama campaña presidencial hablando de cambios, ¿por qué no cambia la situación de nuestras familias? Ya es hora».
Y de eso precisamente se trata. El VII Coloquio ha reconocido que es de vital importancia hacer que el caso de Los Cinco sea conocido y no se siga silenciando en los grandes medios de comunicación. Solo con la solidaridad mundial se logrará que estas cinco familias puedan reunirse y construir los sueños que les esperan.