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Claudia: la mujer y el programa

Fuentes: Rebelión

El porvenir siempre es oscuro. Nadie sabe que nos depara. Pero para vislumbrarlo sirven los antecedentes, la historia, las biografías. Y en el caso de Claudia Sheinbaum es dable suponer que como presidenta de la república no volverá México a las políticas económicas neoliberales, esencialmente a las privatizaciones de los bienes públicos.

Más bien al contrario: lo que cabe esperar son nuevas acciones de fortalecimiento y crecimiento del sector público. Y esto será así, porque Sheinbaum no posee una mentalidad, una ideología neoliberal, privatizadora, de derecha, conservadora.

Tampoco es esperable que su gobierno piense siquiera en abandonar o echar abajo los programa sociales de beneficio popular. Primeramente porque ella no piensa de ese modo. Y en seguida porque, mujer letrada, entiende que el aumento del ingreso de personas y familias posibilita el incremento del consumo y la producción nacionales. Comprende que de ello depende la buena marcha de la economía.

Imposible pensar que Claudia pudiera trabar o derogar los derechos de las mujeres, como, por ejemplo, el aborto voluntario, aunque deba resistir y sortear las presiones y amenazas del conservadurismo que busca y buscará volver al negro pasado de criminalización de la interrupción del embarazo.
Creyente fervorosa en las bondades y virtudes de la educación pública, Claudia garantiza su mayor ampliación y mejoría, sobre todo en el caso de las mujeres. Y lo mismo cabe esperar en el ámbito de la salud pública, la que seguirá siendo gratuita y cada día de mayor y mejor calidad.

Con Claudia no volverán tampoco los viejos tiempos del sometimiento voluntario y gozoso a los dictados del imperialismo. Con Claudia, como con López Obrador, continuará la lucha constante por la vigencia y defensa  de la soberanía nacional.

Dicho de otro modo, Sheinbaum garantiza la continuidad de la Cuarta Transformación. Y así será, a pesar de las dificultades que se le opongan, porque la respaldarán, como a López Obrador, muchos millones de votos. Los muchos millones de sufragios que sin duda alguna cosecharán Morena y su candidata presidencial. Muchos millones de votos más que su escuálida oponente, la muy conservadora y corrupta Xóchitl Gálvez.

Pero, además, en las elecciones generales de junio de 2024 la ciudadanía no votará por personas sino por programas. Y si Claudia es infinitamente superior a Xóchitl en lo intelectual y en lo moral, mucho muy superior también es el programa político, económico y social de Claudia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.