En esta tercera parte de comentarios sobre libro Karl Marx: el hombre, el teórico el revolucionario, se presentan los comentarios a los artículos: Mercancía y capital de Carlos Oliva Mendoza; Teoría de la forma del valor de Marx, de Javier Balladares Gómez, y el texto de Enrique de la Garza, Los retos del marxismo en el siglo XXI. El análisis de estos tres artículos se realiza de forma conjunta por un motivo: su relación con el problema del método, la dialéctica y la estructura conceptual de EL Capital.
Sobre el método y el análisis del capital
Para iniciar, partiremos del artículo de Carlos Oliva, quien inicia su exposición con dos preguntas relevantes. La primera de ellas dice: ¿por qué no estudiar, como punto de partida, el mercado, concretamente, el sistema o dispositivo de relaciones que está sustentando ese cúmulo o almacenamiento de mercancías?
La segunda pregunta que realiza Carlos Oliva es: ¿Qué hay detrás de una mercancía, más allá de esa forma mercantil que atraviesa cada segundo de nuestras vidas en las sociedades capitalistas? ¿Qué se oculta, qué se reprime o qué estructura la propia forma de las mercancías?
Las respuestas del autor giran en torno a analizar los espectros que encarnan las mercancías y el capital, espectros automatizados que, según Carlos Oliva, devoran y aterrorizan a la humanidad. En otras palabras, el autor, aborda, desde una perspectiva un tanto diferente a la de Marx, el problema del fetichismo de la mercancía y el capital como fuerza enajenante y enajenada del trabajador que lo crea, fenómeno enfatizado por el autor como automatización. Por esto, el autor señala que “la mercancía es un fenómeno y una forma tan poderosa que en su misma constitución ya ha cancelado la posibilidad de que se explique, y se manifieste, a través de las leyes del mercado y, a la vez, es un hecho que, en su aparición permanente y cotidiana confirma que tras ella todo puede ser borrado”i
Sin embargo, una lectura del fetichismo de la mercancía y sus múltiples espectros, sin hacer explicita la teoría del fetichismo de la mercancía y la teoría de la enajenación, corre el riesgo de mistificar aún más el problema, convirtiendo los primeros capítulos de El Capital, de por si complicados, en temas encriptados. Esta es una limitación del texto de Oliva.
Ahora bien, ¿Cómo se podrían solucionar las preguntas realizadas por Carlos Oliva? Si se quiere captar la lógica interna del capital, o responder porque inicia con la forma mercancía y, qué es lo que oculta la estructura propia de la forma mercancía, preguntas centrales en el ensayo de Carlos Oliva, me parece que sería útil partir de considerar los elementos metodológicos explicitados por Marx, que, por cierto, son abordados por De la Garzaii.
El primero de ellos, es distinguir entre el método de exposición y el método de investigación, tal como lo indica Marx en el prólogo a la segunda edición de El Capital. Segundo, exponer que el método de Marx es uno que va de la totalidad representada, a las categorías más abstractas por medio de la volatilización, y de lo más abstracto a la totalidad concreta, por medio de la concreción progresiva.iii
Si Marx comienza con la mercancía es porque es el punto de llegada de la investigación. Marx descubrió que la mercancía es lo más esencial, lo más abstracto, y a su vez, lo más universal a la totalidad capitalista. La forma mercancía encierra todas las contradicciones que una vez desplegadas, expondrían el desarrollo lógico del capital. La mercancía, es el punto de llegada del viaje que va de lo concreto representado a abstracciones y determinaciones más simples del capital.iv
Como el método de exposición es uno que va de lo abstracto a lo concreto, el análisis sobre los dos factores de la mercancía y su despliegue; así como el análisis de la dualidad del trabajo representada en la mercancía, o el despliegue de la mercancía en capital, y del capital en plusvalor, implica un proceso de concreción progresiva, un viaje de lo abstracto a lo concreto, pero siempre anclado en la realidad material del capitalismo. Es por ello que el marxista checo Jindrich Zeleny, hacía notar que El Capital, sigue, ante todo, en su estructura lógica, el movimiento de la sociedad burguesa, y que es por tanto una exposición dialéctica, “procesual-estructural” en la medida que el desarrollo del capital también lo es.
Este punto es claramente explicado por el texto de Enrique De la Garzav, cuando apunta que el método de la economía política, “no es un sistema de hipótesis vinculadas en forma deductiva, sino uno que mira a través de las relaciones históricas y lógicas los conceptos, en un camino de lo abstracto a lo concreto”. Según De la Garza esta recuperación de una metodología concreta “hizo aparecer problemas que no eran propios del Positivismo: los puntos de partida de la investigación y de la exposición; las diferencias entre método de investigación y de exposición; las relaciones lógicas e históricas entre conceptos de diferentes niveles de abstracción; la presencia de la dialéctica en las categorías teóricas; la verificación interna y la prueba de la praxis y; la reconstrucción de la totalidad concreta”.
La dialéctica sobre la abstracción y concreción, implica superar, por un lado, el empirismo cientificista, que se contenta con captar los fenómenos; por otro, la especulación metafísica, porque Marx no deriva conceptos de otros conceptos, para Marx, los conceptos se derivan de la abstracción de la realidad, y por tanto son momentos de ella. Javier Balladares, resalta este punto cuando cita las Glosas Marginales al tratado de economía de Adolph Wagner elaboradas por Marx. En este sentido, Javier Balladares recupera la siguiente cita de Marx: “ante todo, yo no parto de conceptos… de donde yo parto es de la forma social más simple en que se presenta el producto del trabajo en la sociedad actual, y esta forma es la mercancía”,vi No está de más decir que la tesis de que el marxismo implica una crítica radical a la metafísica, se encuentra en el texto de Fernando Huesca Ramón: “El legado de Marx puede entenderse en términos de una crítica materialista a la metafísica clásica” vii
Sobre la dialéctica del concepto
Marx, se preocupa por precisar con suma claridad los conceptos en cuanto a conceptos y conceptos en cuanto a categorías. Para Marx los conceptos y las categorías siempre son expresión de momentos de la realidad. Un ejemplo de esto es cuando Marx desarrolla las Glosas Marginales al tratado de economía de Adolph Wagner. Y esto lo hace notar Javier Balladares Gómezviii. Es por ello que es un tanto imprecisa la afirmación de Carlos Oliva cuando señala que Marx, es un autor que no ofrece definiciones unívocas o conceptos fijos.
La comprensión dialéctica de la forma mercancía permite superar la forma fetichizada en que se presenta ante el sentido común. Y con ello demostrar que lo que se presenta como relaciones entre cosas, son relaciones entre personas. Aunque es importante recuperar la crítica al fetichismo de la mercancía, tal como lo hace Carlos Oliva, si no se tiene cuidado, se puede mistificar aún más en lugar de esclarecer. Y con ello, el análisis potente y preciso realizado por Marx se desvanece.
Y aquí es donde el trabajo de Javier Balladares es relevante. Abordar el estudio de EL Capital, desde la dialéctica, arroja una luz fundamental para develar la estructura lógica del desarrollo del capitalismo. Con lo cual se torna evidente que la lectura rigurosa de El Capital, o de la obra de Marx, como lo vimos, requiere un método, y el texto de Enrique De la Garza es extraordinario para esta tarea. De la Garza retoma el debate epistemológico, partiendo de aclarar las diferencias epistemológicas de las diferentes tradiciones del Marxismo, pero también entre el marxismo de Marx y las corrientes del positivismo, positivismo lógico, hermenéutica, naturalismo, empirismo, etc. Y con ello, no solo permite que las lecturas de Marx se deslinden de desviaciones positivistas, sino también, nos ofrece una brújula para entender la relación dialéctica entre subjetividad y objetividad contenidas en las leyes de desarrollo del capital.
A manera de conclusión
Quiero terminar diciendo lo siguiente. Este libro muestra la riqueza teórica, potencia explicativa y radicalismo critico de la obra de Marx. En un momento de crisis capitalista y de un pensamiento dominado por la industria teórica global, para usar el concepto de Gabriel Rokhill, la recuperación del pensamiento marxista es urgente porque permite enfrentar la realidad de forma eficaz. Por ello la tarea es, como dice de la Garza:
- Reivindicar el marxismo como teoría de la explotación frente a las teorías económicas alternativas y a otras que provienen del propio marxismo.
- Reivindicar la perspectiva del sujeto-objeto, frente al Positivismo y al Relativismo posmoderno (De la Garza, 1 993).
- Reivindicar la concepción del mundo desde la totalidad,
- Y el papel central del trabajo en sentido ampliado (De la Garza, 2021).
El objetivo es, como apunta Huesca, defender al marxismo como una herramienta teórica y práctica válida hasta nuestros días para la emancipación comunista.ix
Notas:
iOliva, Carlos (2021), Mercancía y capital, en Karl Marx: el hombre, el revolucionario y el teórico, vol. I. UAM-ANTHROPOS. México, pág. 135
ii Ibid.
iiiIbid.
ivMarx, Carlos (2001), Introducción general la crítica de la economía política de 1857.pag. 50
v De la Garza Toledo, (2021) Los retos del marxismo en el siglo XXI, en Karl Marx: el hombre, el revolucionario y el teórico, vol. I. UAM-ANTHROPOS. México.
viBalladares Gómez, Javier (2021), Teoría de la forma del valor de Marx, en Karl Marx: el hombre, el revolucionario y el teórico, vol. I. UAM-ANTHROPOS. México, pág. 144.
vii Fernando Huesca Ramon (2021), Las notas etnológicas de Marx: esbozos para una historia materialista dialéctica de la civilización occidental, en Karl Marx: el hombre, el revolucionario, y el teórico. UAM-ANTHROPOS. México.
viiiIbid.
ixFernando Huesca Ramon (2021), pág. 262.
Lenin Contreras-Piña. Miembro activo del proyecto autogestivo de educación popular Secundaria Popular “Carrillo Puerto” y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria-México.
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