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¿Cómo entender la movilización indígena y popular?

Fuentes: Nexos

  La polarización social expresada durante el levantamiento indígena y popular ocurrido en los primeros doce días de octubre 2019 en Ecuador, puso en movimiento las distintas formas de apreciar los acontecimientos. Según la visión gubernamental1, al interior del movimiento de protesta se infiltraron sectores violentos, delincuentes y los «correístas», desestabilizadores de la democracia2. Hubo […]

  La polarización social expresada durante el levantamiento indígena y popular ocurrido en los primeros doce días de octubre 2019 en Ecuador, puso en movimiento las distintas formas de apreciar los acontecimientos.

Según la visión gubernamental1, al interior del movimiento de protesta se infiltraron sectores violentos, delincuentes y los «correístas», desestabilizadores de la democracia2. Hubo cierre de vías, afectaciones a servicios públicos, pero también destrucciones, saqueos y vandalismo, interpretados como inéditos en la historia nacional. Además, existía una participación directa de elementos extraños y hasta de extranjeros, y también recursos foráneos, dentro de una estrategia izquierdista bien planificada desde Venezuela y Cuba. A consecuencia de esas ideas y conceptos, había que distinguir entre el movimiento indígena pacífico y los actores externos; pero el resultado posterior no podía ser menos que el de la búsqueda de culpables, la persecusión a los «correístas», la judicialización sobre los dirigentes sociales y la criminalización de la protesta3.

Entre las capas altas y medias más acomodadas y conservadoras, se destapó el racismo y el clasismo. Incapaces de comprender las dinámicas sociales, para estos sectores simplemente había «indios» dispuestos a lanzarse contra sus propiedades, además de bandidos y ladrones aprovechadores de las movilizaciones, aunque, desde luego, también estaban ante sus ojos los «correístas», los «venezolanos» y los «izquierdistas», tan despreciables por sus ideas «comunistas» y de «resentimiento social» contra los ricos. Obviamente, como consecuencia de semejantes ideas, se prepararon para impedir el ingreso de los «indios» a Guayaquil4, organizaron la protección de sus barrios, ciudadelas o fincas (hubo amenazas ciertas de incursión, que alarmaron), estaban dispuestos a enfrentar a cualquier atacante, y clamaban para que el Ejecutivo terminara de una vez por todas con la «violencia» y la sinrazón5.

Como en ninguna otra época histórica en el Ecuador, el gobierno de Lenín Moreno estuvo defendido y blindado por las elites empresariales6, los medios de comunicación privados, las derechas políticas y económicas del país, la internacional de gobiernos de derecha de América Latina, sin duda por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OEA y los EEUU.7 Un fenómeno inédito, pues ni siquiera el gobierno de León Febres Cordero (1984-1988), padre fundador del modelo empresarial en Ecuador, tuvo un respaldo tan unánime de aquellas fuerzas, como el ocurrido en el presente.

Como había que detener una movilización «violenta», repleta de «infiltrados», y capaz de producir el derrocamiento de un gobierno «legítimo», la policía y las fuerzas armadas, llamadas a frenar los brotes violentos, reprimir las protestas y asegurar los bienes estratégicos de la nación, obraron contra los manifestantes con una violencia represiva que parecía no tener límites, como quedó registrada en los numerosos videos que circularon por las redes sociales y que incluso mereció la preocupación de entidades internacionales de derechos humanos8.

Desde la perspectiva del levantamiento indígena y popular, así como de los sectores que lo apoyaron y al cual se unieron, se trató de enfilar contra el decreto 883 que liberó de subsidios a los combustibles, amenazando con una escalada de sus precios. Aunque el objetivo era concreto, en el transcurso de las movilizaciones quedó en evidencia que se cuestionaba el acuerdo del Ecuador con el FMI, se reaccionaba contra las politicas económicas de privilegio tomadas por el gobierno a favor de las elites empresariales del país y se reaccionaba contra un modelo de economía excluyente para las grandes mayorias nacionales.9 Sin duda, hubo allí sectores que consideraron que la conmoción en el país creaba condiciones parecidas a las que antecedieron los derrocamientos de Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005).10 Y tambien hubo quienes, en medio del conflicto, plantearon la renuncia del presidente, el llamado a la «muerte cruzada» (Ejecutivo y Legislativo tienen que renovarse), o la convocatoria a elecciones anticipadas.

La impactante fuerza que adquirió el levantamiento indígena y popular, su propia desvinculación con los actos de violencia y hasta con el «correísmo»11, así como el extendido apoyo que logró su manifestación en todo el país, fueron determinantes para que el gobierno accediera al diálogo político directo y, finalmente, derogara el decreto desencadenante de la crisis que vivía el Ecuador.12

Alcanzado el primer objetivo, aunque las organizaciones indígenas y populares decidieron retirarse y terminar con la movilización nacional, son las acciones posteriores y las que quedaron pendientes, las que han continuado alimentando en el país una sensación de «tensa calma».

Al interior del gobierno parece existir un sector interesado en tomar cuentas no solo al movimiento indígena, sino a todos aquellos que lo apoyaron. Se pretende encausar a algunos dirigentes. Sin duda, la judicialización de figuras claves del «correísmo» (varios fueron apresados, otros se refugiaron en una embajada) como que se convierte en una amenaza triunfalista y al mismo tiempo selectiva, contra cualquier opositor.13

Los medios de comunicación hegemónicos y mercantiles, plenamente volcados a deslegitimar la protesta social, enfilan al posicionamiento de una visión unilateral e ideológica, que se resume en imágenes: la violencia dominó las protestas, la destrucción estuvo a la orden del día especialmente en Quito, la sociedad fue víctima de las movilizaciones, los dirigentes indígenas viven cómodamente en contraste a quienes se mantienen en sus comunidades y atrás de todo hubo fuerzas que pretendieron acabar con la democracia14.

Finalmente, el Ministro de Defensa antepuso la visión militar (absolutamente alejada de los análisis que se realizan desde las ciencias sociales y jurídicas), para renovar antiguos conceptos sobre la guerra interna y la doctrina de la seguridad nacional, ciñéndose a los cuales habló de «amenazas» e «insurgencia organizada», términos que, evidentemente, convierten en enemigo a las clases populares que protestan y en sospechosos o colaboradores hasta a las universidades que alojaron a los indígenas por razones humanitarias, pero que el ministro interpretó como «centros de abastecimiento»15, lo que mereció el rechazo de los rectores de las universidades aludidas16.

Internacionalmente han circulado artículos, informativos, documentales y posicionamientos que demuestran tener más perspicacia y sentido de objetividad que muchos ecuatorianos. Para los primeros es claro que existió una explosión social ya no solo contra un decreto presidencial, sino contra un modelo económico que ha tratado de profundizarse en el país de la mano de los empresarios y del FMI17. Las mismas reacciones contra un modelo similar, se evidenciaron pocos días después en Chile, donde estalló una movilización ciudadana impresionate, que cuestionó el supuestamente exitoso «oasis» del país. Y Haití vive el mismo clima de conmoción durante semanas.

No han faltado quienes crean cualquier versión fantasmagórica, salida de las pasiones políticas o de aquellos opinadores de ocasión, en las que aparecen mezclados el Foro de Sao Paulo, el bolivarianismo, los «progresismos», los «populistas», el Grupo de Puebla, MORENA, PODEMOS, las FARC, el ELN, un G-2, Rusia y hasta Odebrecht…18 Argumentos que recuerdan la década de 1960, cuando la CIA actuaba para crear un clima similar sobre el «peligro» cubano-castrista para América Latina.

Una perspectiva histórica no puede menos que tratar de comprender los acontecimientos desde sus componentes, lógicas y fundamentos. Y bajo esa orientación, es indudable que Ecuador acaba de pasar un momento dramático, en el cual la confrontación política derivó claramente en una aguda «lucha de clases», para utilizar el antiguo y perfectamente válido concepto marxista para semejante conmoción nacional. Un momento que parecía irreconciliable en las posiciones de dos bandos: los movilizados y los que querían preservar la «paz» a toda costa, sin despreciar la posibilidad de una acometida armada para liquidar semejante «insurrección». Unos solo pudieron ver la punta del iceberg y la violencia atribuida a los protestantes, mientras en la realidad la raíz de la conflictividad ha provenido del modelo económico empresarial, inspirado en el neoliberalismo, que otra vez ha pretendido consolidarse en Ecuador, a pesar de las nefastas experiencias que tuvo durante las décadas finales del siglo XX y de las mismas consecuencias obtenidas en América Latina, de la mano de la imposición de los conceptos aperturistas, el FMI y la geoestrategia imperialista sobre el continente19.

Los acontecimientos del Ecuador tienen el mismo trasfondo económico que provocó el estallido ciudadano en Chile y que mucho antes estalló en Haití; y la misma raíz que ha conducido al apoyo a Alberto Fernández en Argentina o a Evo Morales en Bolivia, tanto como a las gigantescas movilizaciones ciudadanas en Uruguay y las que empiezan a aparecer en otros países. América Latina se cansó de tanto privilegio elitista20 y del modelo económico que le ha servido de base, sobre el supuesto de que mercado libre, empresa privada, capitales extranjeros y organismos multilaterales, forjarán el paraíso social, un mito que persiste, aunque sus «benéficos» resultados no se ven por ninguna parte.

En medio del panorama, los gobiernos conservadores no garantizan el futuro de bienestar y felicidad que los pueblos de la región anhelan. Al igual que las capas dominantes, no pueden comprender las raíces de las desigualdades, la polarización entre ricos y pobres, la naturaleza de las protestas colectivas, ni las demandas por otro tipo de sociedad. Y no se piense que la conquista del «socialismo» es lo que está en la fuente última de los movimientos de protesta y en las luchas sociales. Se trata, simplemente, de que se abandone el neoliberalismo como paradigma, y que se construya un tipo de economía social, que garantice a los seres humanos de América Latina, al menos con los servicios públicos, universales y gratuitos en educación, salud, medicina y seguridad social; que imponga una seria y acelerada redistribución de la riqueza aplicando fuertes impuestos directos a las elites; que respete los derechos sociales, laborales, indígenas, ambientales; y que forje otras relaciones de poder, para garantizar la soberanía nacional, la independencia como países, la autodeterminación y la vecindad latinoamericanista, como ejes que no son nuevos, sino que siguen presentándose como desafíos por construir, con esperanza y fe en el futuro.

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[1] Ecuavisa-BBC. L. Moreno, «La mayoría de los manifestantes venía por mí»: https://bit.ly/2pU3yuj // El Universo. Lourdes Tibán: Una fracción indígena quería tumbar a Lenín Moreno y espera el retorno de Rafael Correa: https://bit.ly/2NioD9E// BBC. Crisis en Ecuador: por qué Lenín Moreno movió la sede del gobierno de Quito a Guayaquil y qué consecuencias puede desencadenar: https://bbc.in/2MNjIyA // El Comercio. Lenín Moreno denuncia que se «pagó» a bandas para atacar a los quiteños: https://bit.ly/2plMz4f
2 El Universo. Juan Sebastián Roldán responsabiliza a indígenas y correístas de actos delincuenciales en movilizaciones: https://bit.ly/2JpsHno// El Comercio. Agentes rastrean a 19 grupos violentos; en la lista hay estudiantes, activistas y miembros de partidos de izquierda: https://bit.ly/36bF94c // ANRed. Ecuador: Lenín Moreno persigue a comunicadores y opositores políticos: https://bit.ly/2Jq8YnP
3 El Comercio. Juez dicta prisión preventiva de 90 días para prefecta Paola Pabón: https://bit.ly/2JmhbJC // Primicias. Correístas en la mira de la justicia por supuesta conspiración: https://bit.ly/2PlB9In // Telesur. Enclave política. Conversamos con Leonidas Iza: https://bit.ly/346IjEA// YouTube. Leonidas Iza responde a Lenín Moreno: https://bit.ly/31NwilJ // Diario El Norte. Gobierno de Ecuador insiste en intento de golpe y Correa en caza de brujas: https://bit.ly/2pk2zDR
4 Pichincha Universal. En nombre de la libertad Jaime Nebot llama a combatir en la calle a quienes quieran ingresar a la ciudad: https://bit.ly/2NeFU3J // TW. OMS: https://bit.ly/362Vok1 // TW. DB: https://bit.ly/32RbpYj
5 El Universo. Lenín Moreno advierte que en Quito y en la Sierra hay gente que se está armando: https://bit.ly/2JrZDM9
6 TW. Federación Nacional de Cámaras de Industrias: https://bit.ly/2BO9RCg
7 OEA. Comunicado de la Secretaría General: https://bit.ly/2WoGpMU// TW. Fiscalía Ecuador. Reunión con embajador de EEUU para fortalecer investigaciones sobre violencia en manifestaciones: https://bit.ly/36eNdkP
8 Defensoría del Pueblo. Pronunciamiento. Sobre violencia y represión: https://bit.ly/349TlJg // El Universo. Freddy Carrión (Defensor del Pueblo), Más del 80% de las detenciones fueron ilegales y arbitrarias: https://bit.ly/367amFA // CONAIE. En Ecuador se violaron los derechos humanos y la Constitución: https://bit.ly/2WqYcmJ // TW. CONAIE -Videos sobre represión: https://bit.ly/2pYh3Ji // TW. RR. CONAIE. Jaime Vargas, hubo violación DDHH: https://bit.ly/2BHz55s
9 Nueva Sociedad. Pablo Ospina Peralta, Ecuador contra Lenín Moreno: https://bit.ly/2Jm7D15 // GK. Diego Borja, Peligroso retroceso: https://bit.ly/2ooQPj0 // ISIP. Jonathan Báez, Panorama laboral en Ecuador:https://bit.ly/2WeiI9Z // FB. CONAIE. Comunicación. Video, reistencia indígena: https://bit.ly/2plmBhh
10 Plan V. Las apreciaciones de inteligencia que si llegaron a la presidencia: https://bit.ly/2qN8bXD
11 TW. EcuadorInmediato. Dirigente Leonidas Iza niega convocatoria de correístas: https://bit.ly/2MPitir
12 YouTube. Diálogos por la paz entre dirigentes indígenas y el Presidente Lenín Moreno (video completo): https://bit.ly/31MBfLt
13 Ibid.: https://bit.ly/2JmhbJC// https://bit.ly/2PlB9In
14 Expreso. Una realidad no tan precaria: https://bit.ly/2qFTzsT // Misión Verdad. Cómo se construyó el expediente para dividir la protesta y perseguir a «los correístas»: https://bit.ly/31K9hjG // RT. Prensa internacional deja en ridículo a Ma. Paula Romo y a los medios de desinformación de Ecuador: https://bit.ly/2Js2Hbg // La Línea de Fuego. Verónica Yuquilema, ¿Cuál ha sido el rol de los medios de comunicación en el levantamiento indígena y popular?: https://bit.ly/34crIPM
15 El Universo. Oswaldo Jarrín, Las universidades fueron centros de abastecimiento para manifestantes: https://bit.ly/2pUraPs
16 El Comercio. Universidades rechazan declaraciones «desafortunadas» de ministro Oswldo Jarrín, sobre su papel de paz en paro: https://bit.ly/340DDje // El Universo. Rector de la Universidad Politécnica Salesiana: No sé qué universidad ha visto el ministro Jarrín; a lo mejor fue una virtual: https://bit.ly/2PpCCxo
17 RT. Cecilia González, Protestas, represión, «guerra» y elecciones: América Latina en ebullición: https://bit.ly/2JoG8UQ //BBC. ¿Cuál es el papel del FMI en la crisis de Ecuador?: https://bbc.in/2ojclFG//Altrenotizie. Ecuador: rivolta contro Moreno: https://bit.ly/2MPfd6U //BBC. Crisis en Ecuador: las 6 propuestas del gobierno de Lenín Moreno para desativar las protestas (y que no incluyen el subsidio a los combustibles): https://bbc.in/2NeG9Mb //DW . ¿Qué exige el Movimiento Indígena en Ecuador?: https://bit.ly/2Jm2Rkb // TW. Bernie Sanders: https://bit.ly/32Ro913
18 ABC. Rusia agita la inestabilidad en Iberoamérica: https://bit.ly/2PnZQnC
19 ONU. Un comité de expertos independiente recomienda a Ecuador reexaminar las medidas de austeridad: https://news.un.org/es/story/2019/10/1464261 // El Comercio. Arnaud Peral (ONU), El «caldo de cultivo» de las protestas en Ecuador ya existía: https://bit.ly/31WKYiq

20 El País. La desigualdad moviliza a América Latina: https://bit.ly/2MOSZSc
Especial para revista NEXOS México: http://bit.ly/2C2TBxj

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.