No tienes conexión a Internet en casa, pero enciendes el portátil y te encuentras un punto de acceso wireless de nombre «Alicia». Uhmm… pero «Alicia» utiliza WEP, así que no te está permitido entrar por las buenas. Entonces vas a sharemywifi.com, buscas en su base de datos y te encuentras que «Alicia» figura en la […]
No tienes conexión a Internet en casa, pero enciendes el portátil y te encuentras un punto de acceso wireless de nombre «Alicia».
Uhmm… pero «Alicia» utiliza WEP, así que no te está permitido entrar por las buenas. Entonces vas a sharemywifi.com, buscas en su base de datos y te encuentras que «Alicia» figura en la lista de conexiones que se ofrecen para ser compartidas. No es gratis (a Alicia no le hace feliz tener que pagar las facturas), pero está dispuesta a dejarte entrar a cambio de un buen bizcocho recién horneado.
Tú eres un figura haciendo bizcochos, así que le pides a Alicia compartir contigo su conexión. Esa misma tarde le llevas el bizcocho a casa y… lo demás es historia 😉