El Concurso de ensayo «Pensar a Contracorriente» esta a punto de cerrar su convocatoria. Este premio, surgido con el objetivo de estimular la circulación del pensamiento hoy disperso, silenciado y marginado por los grandes circuitos de dominación, aspira a contribuir a la estructuración de un activo sistema de ideas en el campo de las […]
El Concurso de ensayo «Pensar a Contracorriente» esta a punto de cerrar su convocatoria. Este premio, surgido con el objetivo de estimular la circulación del pensamiento hoy disperso, silenciado y marginado por los grandes circuitos de dominación, aspira a contribuir a la estructuración de un activo sistema de ideas en el campo de las ciencias sociales y de la cultura, que promuevan el cambio y la resistencia al poder hegemónico.
En esta segunda edición, el Contracorriente ha reunido un jurado presidido por Atílio Boron (Argentina), e integrado por François Houtart (Bélgica), Roberto Fernández Retamar (Cuba), James Cockcroft (EE.UU), Theotonio Dos Santos (Brasil). La competencia de los miembros, y la alta calidad de los textos recibidos hasta la fecha, anuncian largas discusiones en los para elegir a los tres premios, consistentes en 1 500, 1 000 y 500 euros, para el primer, segundo y tercer lugares, respectivamente.
La cercanía de la fecha límite, fijada para el 30 de marzo, ha disparado las consultas y envíos a la oficina coordinadora, ubicada dentro de la editorial Ciencias Sociales. Los trabajos y currículos de los participantes llegan por correo electrónico a [email protected] sin detenerse, en los cuatro idiomas que permite la convocatoria -aunque varios autores no tienen por lengua materna al español, el portugués, el francés, ni el inglés. Tan amplia acogida es prueba palpable de que la actitud crítica frente a la realidad unipolar y neoliberal, que parece signar este inicio de siglo, es actitud vigente y raigal en personas de las más diversas generaciones y países.
Ya están inscritas obras de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Italia, México y Panamá. Contracorriente los recibe a todos con los brazos abiertos y aún espera a otros interesados en aportar al debate de ideas que, en última instancia, desea promover.
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