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Construyendo poder popular

Fuentes: Rebelión

«La hora más oscura es la más próxima a la aurora» Eloy Alfaro En estos días estuve transitando por los caminos de Nuestra América, participando en la Escuela de Formación Continua sobre «El Buen vivir ecuatoriano y la Revolución ciudadana«, para conocer otro socialismo. Al llegar a Quito, tuve la suerte de conocer, gracias a […]

«La hora más oscura es la más próxima a la aurora» Eloy Alfaro En estos días estuve transitando por los caminos de Nuestra América, participando en la Escuela de Formación Continua sobre «El Buen vivir ecuatoriano y la Revolución ciudadana«, para conocer otro socialismo.

Al llegar a Quito, tuve la suerte de conocer, gracias a una amiga, un núcleo de la Juventud Comunista Ecuatoriana y estuve invitada a pintar un mural en un barrio de la ciudad con muchas contradicciones. Me sentí muy honrada de acompañar a esta linda juventud en el distrito de Toctiuco, en el barrio Salvador Allende.

Allí los y las muchach@s se dedican a ayudar personas desafortunadas a luchar por un barrio mejor, con condiciones de vida digna. El domingo 6 de abril de 2014 estuvo programado pintar un mural revolucionario, con la figura de Salvador Allende, consignas rebeldes y apoyo al 1°de mayo.

Acompañad@s por los y las niñ@s del barrio, 15 militantes pasaron una tarde muy amena para alegrar las paredes del lugar de reuniones del barrio. Tuve el honor de inmortalizar este momento con mi cámara y sorprenderme, cuando supe que en la brigada estaba un asambleísta, el más joven de tod@s, Diego Vintimilla Jarrín.

Diego empezó su carrera política fulminante a los 17 años, afiliándose a la Juventud Comunista y participando en el proceso de reorganización de la Juventud y el Partido Comunista del Ecuador. Desde su posición de presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Ecuador, Diego siempre luchó para dar importancia a la estructuras de base. Estudió en un primer momento Medicina, pero después se cambió a la facultad de Filosofía porque percibió que necesitaba profundizar su preparación marxista-leninista.

«Hace 11 años se inició la reconstrucción de la Juventud Comunista a nivel nacional, este proceso se fortaleció en el VII Congreso de la JCE que se realizó en Quito en el 2008 donde se aprobó la tesis de construir la unidad juvenil para robustecer la participación de las organizaciones. En el VIII Congreso, en agosto de 2013, la vanguardia de la Jota Comunista estuvo construyendo el pensamiento político, bajo el lema ‘Unidad por la radicalización y poder popular por el socialismo'». El Congreso culminó con la elección de sus dirigentes que fueron delegados a cumplir las responsabilidades de Secretario General de la Juventud Comunista de Ecuador al camarada Juan Francisco Torres, de Secretario Nacional de Organización al camarada Paúl Almeida y como Secretario de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales al mismo Diego Vintimilla Jarrín.

Diego seguía contándome que paralelo a este proceso, «la Juventud Comunista de Ecuador ha asumido los roles del Partido Comunista y ha conformado una Comisión Nacional de reorganización del Partido Comunista de Ecuador, que rescatando el legado histórico de nuestros fundadores como Ricardo Paredes o César Endara, y recuperando la memoria de nuestros militantes como Pedro Saad, Nela Martinez, Tránsito Amaguaña, Enrique Gil Gilbert, etc., convoque rápidamente al Congreso Unitario del Partido Comunista de Ecuador para lo cual invitamos a todos los militantes, y cercanos al Partido y a nuestra Juventud a sumarse a las Comisiones Provinciales de Reorganización, donde se discutirá la construcción del «Programa de la Revolución Socialista» y la Plataforma de radicalización de la Revolución Ciudadana».

La historia gloriosa del Partido Socialista en Ecuador empezó en el 1926, la Juventud Comunista surgió en 1929, y de socialista se trasformó en el Partido Comunista en 1931, pero estuvo al borde de la desaparición después de la caída del socialismo real. Desde el momento que el PCE no estaba legalmente inscrito en el Tribunal Electoral, en febrero de 2013, en las elecciones de la Asamblea Nacional, la JCE propuso que Diego se presentara con el Movimiento País, y se convirtió en el más joven asambleísta para la provincia de la Azuay.

Quiero señalar que en este mes de abril de 2014, a través de un informe dado a conocer, el Consejo Nacional Electoral informó que el Partido Comunista Ecuatoriano, cumple con todos los requisitos para iniciar el proceso de inscripción como partido político, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento para Inscripción de Partidos, Movimientos Políticos y Registro de Directivas. Esta aprobación se da después que en marzo pasado el Secretario General de la Juventud Comunista de Ecuador, Juan Francisco Torres, y el representante de la Comisión Nacional de Organización del Partido Comunista de Ecuador, Paúl Almeida, presentaran la solicitud y los documentos necesarios para el reconocimiento del PCE.

Este proceso fue acompañado por la realización de una gira nacional, donde se dio a conocer a la militancia, amigos y simpatizantes de la organización la clave de la solicitud para la inscripción del Partido Comunista Ecuatoriano, fortaleciendo el proceso de reconstrucción del Partido con miras a configurarse como una expresión electoral capaz de presentar sus candidaturas a dignidades de elección popular en el 2017.

«Soy asambleista para el Movimiento País,-dijo Diego- pero sigo siendo dirigente del Partido Comunista, mi propuesta de trabajo se centra en continuar con el proceso constituyente, haciendo política para la gente y con la gente, recibiendo y socializando propuestas, impulsando la defensa de lo avanzado y fortaleciendo lo creado, cumpliendo los objetivos del Plan Nacional del Buen Vivir y profundizando la política pública para un gobierno popular. El trabajo a desarrollar en la Asamblea se basa en los siguientes ejes: equidad y redistribución, igualdad de oportunidades, derechos fundamentales, país de paz y armonía y poder del pueblo».

Pregunté a Diego si todo es fácil en su trabajo, si logra representar la mayoría de la izquierda y me dice que «avanzar hacia la unidad de la izquierda» ha sido una consigna tan tradicional en los sectores de la izquierda, que paulatinamente desgastó su contenido y se convirtió en una quimera de la praxis política y un cliché para justificar el purismo, el sectarismo y todos los ismos de varios sectores que siempre encontraron alguna excusa para no sumarse a los procesos de unidad.

«Y es ahora tan paradójico que -cuando en Ecuador tenemos un gobierno que ha logrado dar pasos gigantescos en cuanto a la reversión de las inequidades, y que va consolidando esquemas de democratización de la participación para la consecución del programa político nacional plasmado en la Constitución de Montecristi del año 2008- en la última elección se pusieron de acuerdo varios sectores para definir un candidato presidencial que le haga frente a Rafael Correa desde el andarivel de ‘las izquierdas'». «Sin entrar en detalles polémicos, quiero asegurarte que afortunadamente existen quienes se atreven a adueñarse de los pro y los contras de este proceso y que confían plenamente en la capacidad de construir una izquierda que supere su papel de oposición y que construya gobierno desde ella».

Ida Garberi es columnista de Cubainformación

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.