El título original del libro, En nombre de la Torá. Una historia de la oposición judía al sionismo, demarca en forma más explícita la temática y el enfoque del presente estudio. Su autor, judío canadiense practicante nacido en la ex URSS y especialista en ciencia soviética, logra un texto claro y directo en el que […]
El título original del libro, En nombre de la Torá. Una historia de la oposición judía al sionismo, demarca en forma más explícita la temática y el enfoque del presente estudio. Su autor, judío canadiense practicante nacido en la ex URSS y especialista en ciencia soviética, logra un texto claro y directo en el que predomina más una crítica política y humana al sionismo que un análisis erudito y/o religioso. El libro evidencia y delimita con precisión una de las paradojas y problemáticas más candentes, aunque sosegadas, de la historia y de las identidades contemporáneas: la compleja articulación entre las comunidades judías, tanto laicas como religiosas, y su resignificación a partir de la creación del Estado de Israel.
Desde el punto de vista de la ortodoxia religiosa judía, el «retorno» a la «tierra prometida» sólo es realizable luego de la llegada del Mesías. Por tal motivo el surgimiento de un nacionalismo secular judío planteado por el sionismo a fines del siglo XIX, así como la posterior creación de Israel, no pueden ser considerados más que como herejías o apostasías por las múltiples congregaciones ortodoxas judías. Dos citas del libro podrían marcar este contrapunto: «No vine (a Israel) para establecer sinagogas, vine para construir algo nuevo», dice un pionero sionista, a la par que una joven religiosa exclama «somos rehenes de nuestros abuelos, que deseaban crear el nuevo hombre hebreo y nos privaron de todo lo que es judío». Es desde este «peligro» que significa el secularismo israelí para la ortodoxia judía que se debe entender la presencia de algunos judíos en el reciente encuentro en Irán de revisión del Holocausto nazi, o la participación de rabinos del grupo anti-sionista Nature Karta como ministros de Asuntos Judíos dentro del gobierno palestino.
Pero el libro no se limita sólo a estos casos extremos, ya que también enfoca la crítica desde la dimensión humana que se desprende de los textos sagrados judíos y la contrapone a la transformación política y étnica que significó el sionismo. «La idea de un Estado Judío, y sobre todo el precio humano y moral que éste exige, niega todo lo que enseña el judaísmo, en particular el valor central de compasión, de pudor y de misericordia. (…) La unidad judía debe articularse en torno al judaísmo, más que en torno a la bandera israelí», dispara Rabkin respecto de esta «guerra civil de conciencia» no declarada a la cual se ven sometidas las comunidades judías desde la creación de Israel en 1948.
Contra el Estado de Israel también revisa y avalúa las ideas fundamentales que guiaron al sionismo: buscar un lugar seguro para los judíos europeos perseguidos y de «normalizarlos» dentro del concierto de las naciones del mundo. «El Estado de Israel está en peligro (…): presentado frecuentemente como el último refugio, se ha convertido en el lugar más precario (…) y peligroso para un judío», aclara el autor, y finaliza planteando que la persistencia en la confusión de anti-semitismo con anti-sionismo no hacen más que fomentar un particularismo israelí «virtual» y distante de los valores religiosos y morales del judaísmo.
En nombre de la Torá. Una historia de la oposición judía al sionismo
Yakob Rabkin
Martínez Roca Editores
Buenos Aires, abril 2008.
394 páginas