Ignacio Copani, cantautor nacido el 25 de octubre de 1959 en Villa Lynch, Buenos Aires, aunque realmente fueron Pavón Arriba (Provincia de Santa Fe) y Ramos Mejía (Buenos Aires) los lugares que lo vieron crecer en Argentina y ya desde los 8 años empuñar su guitarra en busca de algún escenario donde pudiera expresarse. Autor […]
Autor de más de 1200 temas, más de 20 discos publicados desde que comenzara a editar a finales de 1988, A partir de ello, ha transitado con su particular estilo y su irrenunciable compromiso, por cientos de escenarios de medio mundo. Siempre tiene en sus trabajos temas testimoniales de la realidad argentina y mundial, que ve y analiza desde la crítica, pero también desde la esperanza, sigue con la tendencia de ponerle música a sus ideas de compromiso político.
Copani sigue siendo una fábrica interminable de hacer hermosas canciones, sus últimos discos muestran tanto o más talento artístico que los primeros. Consigue poner a lo que uno siente y padece, música, de una manera bella, muy bella.
El próximo 3 de septiembre, el cantautor argentino estará actuando por Madrid, un trovador de la música y militante de la libertad. Fuera de los circuitos de las grandes discográficas, ésta entrevista pretende darle más a conocer a un público sometido a la dictadura del consumo musical de las multinacionales.
Ignacio Copani: Desde luego que sí. Tengo un gran cariño desde siempre por España. Mi madre es española, por lo tanto tengo muchos familiares allí. Además ese cariño se fue resignificando con el tiempo, al ver que ese país recibió a miles de argentinos exiliados en tiempos de dictaduras y desolados en tiempos de crisis sociales.
LQSomos: En tu canción «Ida y vuelta» recuerdas la inmigración, la memoria de lo que fue y lo que es ¿Qué piensas de la situación que se está viviendo en España y en Europa con los inmigrantes?
Ignacio Copani: España es, sin ninguna duda, el país de Europa con la mirada más amplia, comprensiva y contenedora del tema de la inmigración.
Tiene desde luego, muchos matices, desde la cuestión legal, que uno puede cuestionar, pero reitero, comparativamente, es el lugar de brazos más abiertos y ha sabido honrar la historia que tuvo en muchas ocasiones a los españoles como extranjeros en lejanas tierras. Me avergüenza la actitud que ha tomado Italia en estos mismos temas (digo eso porque mi mitad de mestizaje es de sangre italiana, por algo me llamo Copani)
LQSomos: Empezaste tu carrera en México, hacia 1976, desde entonces has recorrido toda Latinoamérica ¿En que ha cambiado la Latinoamérica de tus comienzos a la actual? ¿El cambio ha sido a mejor?
Ignacio Copani: En la cuestión política y las perspectivas de desarrollo, ha mejorado notablemente. Sólo alcanza con ver la fotografía de las «cumbres» de sus líderes de hace años y comparar con la foto actual.
O ¿a alguien le simpatiza más el retrato de Menem, Fujimori, Pinochet, etc… que la impronta popular de los líderes de hoy? Desde ya que la situación social de este sub continente, sigue teñida de sub desarrollo. Pero la aniquilación sistemática de sus fuentes de producción, de trabajo, de educación y sus chances de igualdad, que han sido destruidas durante décadas, no se puede cambiar en pocos meses.
En cuanto a lo cultural, lamentablemente, la pérdida de identidad es cada vez más notable y será ese uno de los puntos a mejorar, porque es un pilar fundamental desde donde construir un futuro de libertad.
LQSomos: Tu solidaridad y compromiso a través de tus canciones es una constante en toda tu trayectoria artística… ¿si se calla el cantor?
Ignacio Copani: Al cantor latinoamericano (con compromiso) lo han callado hace tiempo con una increíble invasión marketinera que desde Miami y desde México ha llevado la mediocridad y los lugares comunes a alturas impensadas. Aún así, muchas personas de nuestras comunidades siguen valorando las expresiones que vayan más allá de las sábanas y los ritmos fiesteros, y obviamente, cuando tienen que ilustrar sus buenas expectativas, sus verdaderas ilusiones, sus tristezas y sus broncas, acuden a nosotros, los que mantenemos en nuestro linaje el espíritu de juglaría y no la vocación de ser bufones de la corte.
LQSomos: Apoyar a Venezuela, Cuba, canciones a los «cinco»… ¿no es lo mas «comercial» para un cantante, que ganas y que pierdes con este tipo de canciones?
Ignacio Copani: Ese tipo de compromiso, de embarrarse con nuestra realidad, siempre te cierra más puertas de las que te abre. Seguramente lo único que se gana es el abrazo de quien piensa en sintonía con esas ideas, pero yo no entiendo otra forma de manifestarme que no sea expresando mi impulso libertario y mis convicciones sin especular con que mi canción alimente a mi vanidad ni a mi codicia.
LQSomos: Veinte años de carrera, miles de recitales, treinta y… discos ¿Cuál es tu receta, para mantener ese ritmo? ¿De donde sacas las ganas para seguir?
Ignacio Copani: Mi padre, irónicamente me decía: «dale duro a la música, que mucho peor es trabajar…». Y pienso algo parecido. Este oficio te impone esfuerzos, responsabilidades, pero no ha sido un sacrificio transitar la maravillosa carrera de cantautor. Esta pregunta habría que hacérsela a un obrero, o a un comerciante o a cualquier trabajador que durante más de veinte años haya cumplido dignamente su tarea y al final de la jornada no ha tenido, como tenemos nosotros, el aplauso y la caricia que te ofrece el público para alentarte.
LQSomos: Una pregunta, que son tres: ¿Qué te llevó a componer el tema María Eva? ¿Por qué no pudiste estrenar el video «Eva» en televisión? ¿Cuál fue la forma en que pudiste darlo a conocer?
Ignacio Copani: Compuse una canción a Evita porque mi admiración y mi afecto por ella existió desde que nací. Hay cosas que completan mi identidad porque las traigo con el ADN. Nunca me hice argentino, ni peronista, ni cristiano, ni fanático de River Plate… Vengo así de fábrica.
Esa canción, en la televisión argentina no tiene lugar. Cada minuto multimediático es llenado por la vanalidad, por el egoísmo, por lo soez, por la sed de triunfo a costa de lo que sea, por la insensibilidad, por la mediocridad y por todas las cosas con que María Eva no tiene nada que ver.
Afortunadamente, la canción pudo hacerse bastante conocida gracias al esfuerzo que le pusimos para mostrarla en todos los recitales realizados en muy diversos ámbitos (hago más de cien por año) y a través de Internet que es una herramienta que nos posibilita a los artistas independientes, una llegada muy potente que hoy por hoy, desde los medios convencionales no tenemos.
LQSomos: ¿Cuál es tu opinión, desde tu compromiso militante, de la actual gestión de gobierno de Cristina Fernandez?
Ignacio Copani: Apoyo abiertamente a esta gestión. Las críticas que yo pueda tener no opacan el reconocimiento que hago a este modelo iniciado en el 2003, con más desocupados que votos, que ha tenido logros impresionantes en lo económico y en lo social, que sería muy extenso detallar aquí.
Pero si esos logros no existieran, la sola acción que lleva este gobierno en el tema de los derechos humanos, lo convierte en el mejor gobierno desde la llegada de la democracia, así fuera un desastre en todos los demás ítems.
Pero les aseguro que no es un desastre.
LQSomos: Todos los años realizas presentaciones al aire libre en la costa bonaerense, que tienen como «precio» de la entrada un alimento para diversas instituciones ¿puedes contarnos un poco más sobre ese tema? ¿Qué te lleva a actuar así?
Ignacio Copani: Hacer ese tipo de actuaciones es lo más lindo de mi trabajo.
Mi vocación de poder compartir con la gente mi pensamiento y que eso no le cueste dinero es sensacional. El modo de llevarlo a cabo, en lo material es muy sencillo.
Conseguimos auspiciantes comerciales, que nos apoyan para asumir los costos de toda esta movida, de artistas, técnicos, alojamientos, traslados, publicidad, etc, y un auspicio «institucional» (no de dinero) de los municipios que solamente tienen que cedernos el espacio físico y la seguridad para los eventos.
De esta manera, en el último verano, donamos (mejor dicho, donaron los espectadores) más de 24 toneladas de alimentos a diversas instituciones de bien público que se entregan el mismo día de cada presentación.
LQSomos: ¿Se trabaja más a gusto sin una gran discográfica? ¿Producir de manera independiente, es más libre a la vez?
Ignacio Copani: Cuando ves que una discográfica no puede hacer por vos nada más de lo que vos mismo podrías realizar, es mejor ser independiente que estar vinculado a otra empresa.
Pero no es una máxima de este espacio de trabajo. No podría recomendar a Paul Mc Cartney que se aleje de la estructura de una gran empresa porque le sería imposible administrar el volumen de su convocatoria por sí solo.
LQSomos: Tu ultimo disco «Palabras cuerdas» es de una gran pureza cantautora: tu voz y las guitarras ¿Una vuelta a los orígenes?
Ignacio Copani: Así es. Si bien me presento constantemente en este formato de trovador, es la primera vez que hago un CD acompañado únicamente por guitarras.
El resultado creo que ha sido bueno y eso me alienta para, talvez, intentar nuevamente el año próximo ofrecer mis palabras y mis cuerdas, sin ningún otro accesorio que haga perder el foco de lo que quiero cantar.
LQSomos: ¿Canciones como «Cacerola de teflón» te han costado más de un susto?
Ignacio Copani: Susto no. En todo caso el susto me lo da el episodio que me llevó a hacer esa canción, al ver una manifestación con carteles que decían «Volvé Videla» y al notar que ese tipo de marchas no las he visto en circunstancias tan o más decisivas para la Argentina que el reclamo por unos puntos del porcentaje de impuestos a la soja.
En cuanto a las presiones y hasta amenazas que he recibido, prefiero no destacarlas pues no quiero victimizarme ni dar entidad a quienes no toleran que un artista ejerza su libertad de expresión.
LQSomos: Sabemos que tu infancia transcurrió entre flamenco y copla ¿te ha influido como músico?
Ignacio Copani: Alguna influencia debo tener. Mi madre ha sido una excelentísima cantante de copla española. Ha sido profesional hace muchos años. Junto a mi tía, que es su gemela, conformaban un dúo excepcional que se llamaba «Las mellizas Castilla» y me han legado todo de la pasión coplera, todo de su alegría y su dramatismo y desafortunadamente también heredé un vibrato de la voz, a veces incontrolable, contra el que he luchado toda mi vida.
LQSomos: Y va una de fútbol: ¿Qué opinas del regreso de Ortega a River Plate?
Ignacio Copani: Siempre es una alegría que los ídolos vuelvan a casa. Ariel nos ha dado muchas alegrías y creo que merece poner broche de oro a su trayectoria en el lugar que lo vio nacer como deportista y donde es amado por toda la parcialidad riverplatense.
Gracias Copani, nos vemos en Madrid, el jueves 3 de septiembre en la sala «Clamores»
Teníamos más:
Ignacio Copani «Lo atamo con alambre»
muchas veces vi figuras increíbles desde la televisión.
Y no me impresione con sus efectos especiales,
sus naves espaciales, su bandera tricolor.
Un día vi la mística oriental de las tortugas,
muchas veces vi basura entre humo, rayo láser y explosión.
Y no me emocioné con sus efectos especiales,
sus templos desarmables, sus mensajes de cartón.
Pero un día vi a mi abuelo venir con un regalo,
me había armado un carro de madera, sin motor.
Con un montón de afectos especiales,
como tracción, lo que aguantara el viejo corazón.
Deje marcada la vereda con los cuatro rulemanes
y marcada la niñez con lo que nunca se borro.
Con un montón de afectos especiales.
Un día vi a Rambo ganar solo la batalla,
a través de la pantalla vi marcianos caminando por New York.
Y no me impresione con sus efectos especiales,
sus armas implacables, el valor de su misión.
Pero un día vi a mi madre lavando mi camisa,
mezclada su sonrisa entre la tabla y el jabón.
Con un montón de afectos especiales,
con la misión de ver de punta en blanco a este varón
para que digan las vecinas, qué bien viste cuando sale,
para que diga mi memoria que me madre me vistió
con un montón de afectos especiales.
Un día vi un hombre caminando por la luna
pero nunca vi ninguna luna mas hermosa que la que pinto
mi hija y su pincel y sus afectos especiales,
sus trazos esenciales para que me pinte yo.
Con un montón de afectos especiales,
con un montón de afectos especiales para vos,
voy por el aire iluminado
sin controles y sin cables,
voy echando chispas cada día y en cada canción
con un montón de afectos especiales.
(Letra de «Afectos especiales»)