Desde que se hizo público que el presidente de la Corte Constitucional ecuatoriana, Patricio Pazmiño, se presentaría como candidato a juez de la Corte Interamericana, quienes pretenden que la OEA y sus organismos sean el ministerio de las Colonias de EEUU empeñaron sus esfuerzos en sabotear esta candidatura. Recordemos que Ecuador ha tenido una postura […]
Desde que se hizo público que el presidente de la Corte Constitucional ecuatoriana, Patricio Pazmiño, se presentaría como candidato a juez de la Corte Interamericana, quienes pretenden que la OEA y sus organismos sean el ministerio de las Colonias de EEUU empeñaron sus esfuerzos en sabotear esta candidatura. Recordemos que Ecuador ha tenido una postura muy crítica con los mecanismos de protección de Derechos Humanos en el seno de la OEA, especialmente la Comisión Interamericana, por su claro sesgo político en contra de los gobiernos progresistas de la región.
Los engranajes del cabildeo estadounidenses desplegaron una campaña tras bastidores, para influenciar en los votos de los países que podrían inclinar la balanza en contra de Ecuador, aun cuando EEUU no ha suscrito la Convención Americana de Derechos Humanos que regula la Corte Interamericana. Paralelamente, la oposición ecuatoriana aliada con creadores de opinión de grandes medios de comunicación, lanzaron una campaña de difamación contra el candidato Pazmiño para detener su bien encauzada elección1.
Para desgracia del imperio y sus cómplices, todos los esfuerzos fueron infructuosos, gracias a que el trabajo de la cancillería ecuatoriana fue impecable y la región dista mucho de ser el patio trasero gringo que fuera antaño: de los cinco candidatos que se presentaron para 4 puestos vacantes de jueces, el más votado fue precisamente Pazmiño, con 22 de los 23 votos posibles. No obstante, merece la pena detenerse y analizar el último de los desesperados esfuerzos lanzados por vetar a Pazmiño en los días previos a la votación para elegir a los jueces y comisionados de la Corte y Comisión Interamericanas que ocuparán el cargo a partir del año 2016. El llamado «Panel Independiente para la elección de comisionadas/os y juezas/ces Interamericanas/os» instalado en Washington, realizó un informe final, que en realidad supuso un linchamiento público del candidato de Ecuador plagado de información falsa2.
En primer lugar, identificamos el sesgo del informe cuando se expresa que Patricio Pazmiño es «Nominado por el Gobierno de Ecuador», mientras que para el resto de los candidatos se habla de «Nominado por el Estado…». El panel demuestra su animadversión hacia el candidato ecuatoriano al que trata de vincular directamente con el gobierno de Correa, lo que además hace de manera discriminatoria e intencional, pues no comete el mismo desliz con el resto de los candidatos. Los intentos por vincular a Pazmiño con el gobierno de Correa se vuelven a identificar cuando se afirma en relación a Pazmiño que «ha ocupado diversos cargos en el gobierno», pero curiosamente no se tiene registro de uno solo. Es difícil explicarse como un panel de expertos de tan alto nivel ha cometido errores de este calibre.
Las equivocaciones continúan cuando el panel asegura en torno a Pazmiño «haber realizado múltiples esfuerzos para contactarlo» y no haber «recibido respuesta alguna a nuestra solicitud de responder el cuestionario». Lo increíble es que en una carta abierta del agraviado dirigida al Panel, Pazmiño asegura no haber recibido nunca comunicación alguna en la Corte Constitucional de Ecuador donde trabaja, ni en ningún otro lugar. Ante estas réplicas el panel ha guardado silencio hasta el momento.
Las incorrecciones inexcusables continúan cuando el Panel, para discutir que Pazmiño pueda disfrutar de la más alta autoridad moral para ejercer el cargo de juez, menciona un caso «en el que fue acusado de soborno» (Caso Cervecería) pero omite las declaraciones del Fiscal General de Ecuador en las que se establece que no existe «ningún elemento de convicción que permita establecer que el Dr. Patricio Pazmiño Freire, haya tenido alguna intervención en los hechos».
En cuanto al párrafo referido a la independencia e imparcialidad, es asombroso que el Panel concluye no poder asegurar que el candidato pueda «evitar conflictos de interés (…) con el Poder Ejecutivo». Para sustentar tan dura aseveración el Panel vuelve a equivocarse, al expresar que los miembros de la Corte Constitucional como Patricio Pazmiño fueron elegidos por la Asamblea Nacional, cuando en realidad es un concurso oposición el criterio de selección por el que se ganó su puesto.
A pesar de la ponzoña del Panel «Independiente», Pazmiño fue nombrado juez por una amplia mayoría, lo que supondrá que nuevos vientos de cambio asomen a la Corte Interamericana, lo cual no significa que dejemos de denunciar las graves mentiras y ataques que ha sufrido para impedir su nominación. Esperemos entonces que gracias al trabajo del nuevo juez, la Corte Interamericana pueda desarrollar todo el potencial que tiene como organismo orientado a proteger los derechos humanos y que actualmente no vemos en toda su amplitud.
1 Para mayor información en relación a este tema se puede consultar:
2 Panel Independiente para la elección de comisionadas/os y juezas/ces Interamericanas/os, pp. 28-31, https://www.cejil.org/sites/default/files/IAC%20Panel%20-%20Final%20Report%20%28Spanish%29%202015.pdf
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.