Captó con su cámara el sufrimiento de los niños víctimas de la guerra. También son bien conocidos sus retratos. Su obra tiene una seña de identidad: la compasión.
David Seymour viajó a Polonia en el marco de su proyecto para la ONU «Niños de Europa», en el que fotografió a los más pequeños de una Europa devastada tras la Segunda Guerra Mundial. En una escuela de Varsovia, inmortalizó a Tereska, una niña de unos 7 u 8 años, que había pintado su «casa» en una pizarra.
«A Chim le movía el hecho de que los niños son siempre los que más sufren en la guerra», dice Carole Naggar, biógrafa del fotógrafo David Seymour, a quien todos llamaban Chim, y que fue cofundador de la conocida agencia fotográfica Magnum.
Seymour era judío y abandonó su Polonia natal en 1932. Regresó a su patria en 1948, procedente de Estados Unidos, para fotografiar a niños y jóvenes en una Europa desolada tras la Segunda Guerra Mundial.
«Chim fue un revolucionario con este trabajo», dice Naggar. La sensibilidad con que reflejó las imágenes de los jóvenes supervivientes de la contienda conmueven hasta el día de hoy y ha marcado el fotoperiodismo bélico.
El 10 de noviembre de 2021 se cumplen 65 años de la muerte de Seymour. Ya en la guerra civil española (1936-1939), Seymour realizó conocidas instantáneas de las tropas republicanas. En sus imágenes, el fotógrafo, de ideas socialistas, tomaba partido por las tropas republicanas y fotografió el sufrimiento de la población civil, toda una novedad en la época.
Fotoperiodista de éxito
Cuando en 1948 Chim aceptó el proyecto «Children of Europe», ya era un fotoperiodista de éxito y había cofundado la reputada agencia «Magnum» en 1947, junto con sus colegas y amigos Robert Capa, Henri Cartier-Bresson y George Rodger. «Chim esperaba atraer atención internacional hacia el sufrimiento de los niños con las fotos del proyecto ‘Children of Europe’: huérfanos, mutilados de guerra, desnutridos y enfermos», dice Naggar. Inclusó aceptó honorarios mucho menores a los que solía cobrar en este proyecto, que duró varios meses.
Empático y compasivo, Chim, que obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1943, fotografió en el verano de 1948 a niños de Grecia, Italia, Austria, Polonia y Hungría. El libro de fotografías «Children of Europe» fue publicado en 1949 con el objetivo de documentar el trabajo de UNICEF tras la Segunda Guerra Mundial. La organización celebra 75 años de vida en 2021. «Chim fue el primer fotógrafo de los derechos humanos», afirma Naggar. «Él dio inicio a a la tradición de que trabajan para organizaciones de derechos humanos. Tras él siguieron Susan Meiselas, Sebastião Salgado y Fazal Sheikh.»
Seymour se convirtió en vicepresidente de Magnum en 1948. Tras la muerte de Robert Capa en Vietnam, en 1954, fue su presidente. Fungió como excelente hombre de negocios y continuó con la fotografía. En 1950 viajó a Roma y desarrolló su propio estilo de retratos: actores, actrices, artistas y músicos se peleaban por ser inmortalizados por él. «La especialidad de Chim era descubrir estrellas antes de que se convirtieran en estrellas», dice Naggar. Entre otras, fotografió a Ingrid Bergman, Irene Papas, Joan Collins y Gina Lollobrigida.
Según su biógrafa, marcharse a Italia supuso para Seymour una forma de tomar distancia de sus experiencias en los años precedentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, estuvo estacionado en Londres como soldado estadounidense. Allí se dedicaba a evaluar imágenes y fotografías aéreas para los aliados. Su trabajo fue importante para la preparación del llamado Día D, el desembarco de Normandía. Seymour regresó en 1948 a su Polonia natal para llevar a cabo su proyecto «Children of Europe». Allí fue testigo de la destrucción de Varsovia y obtuvo la certeza definitiva de que, tanto sus padres como gran parte de su familia judía, fueron asesinados durante el Holocausto.
«Chim creía en la humanidad y la compasión»
Según su biógrafa, Seymour quiso «reinventarse» en Italia, llegando a decir ‘Soy un hombre del sur’. El fotógrafo sentía que Italia y Grecia eran la cuna de la civilización y amaba estar rodeado de historia. Seymour prosiguió allí su trabajo fotográfico e inmortalizó, entre otras cosas, a analfabetos italianos aprendiendo a escribir, y la reconstrucción de una escuela tras la guerra civil en Grecia.
Carole Naggar publicará un nuevo libro sobre David Seymour a finales de 2021. La escritora dice que «Chim creía en la humanidad y la compasión y su influencia en la fotografía fue enorme».
Para elaborar su biografía, Naggar ha revisado cuidadosamente todas sus fotografías, incluyendo las de la guerra del Sinaí, que Francia, Reino Unido e Israel libraron contra Egipto para liberar el canal de Suez. Seymour viajó en noviembre de 1956 a la zona para fotografiar el conflicto. Allí fue asesinado el 10 de noviembre de 1956, junto a su colega Jean Roy.